.
La foto de la ceja se ha desvelado como un auténtico y acertado presagio:
(ABC).- Así lo afirma la revista "The Economist" en un artículo muy crítico con la gestión del gobernante español, titulado "El zapping de Zapatero", en el que se afirma que "después de mucho tiempo de aplazar las decisiones y de paranoia, ha llegado el momento de que el presidente del Gobierno demuestre liderazgo".
La publicación argumenta que España necesita urgentemente reformar su mercado laboral, su estructura económica y su sistema de gasto público, y que debería tomar ejemplo del ex presidente socialista Felipe González y lograr un pacto con la participación de sindicatos, empresarios y partidos políticos.
"The Economist" advierte de que Zapatero "tiene pocos meses para demostrar que puede adoptar las medidas radicales necesarias para prevenir años de estancamiento, que podrían desatar los desórdenes sociales que teme. Retrasar el dolor sólo lo incrementará".
"Si no sale de él liderar este proceso, muchas personas en su propio partido, así como los españoles de a pie, pueden empezar a preguntarse pronto por qué está en el Palacio de la Moncloa", se afirma en este artículo, en el que se considera que "hay buenas razones para que los inversores se preocupen por España".
Se indica en este sentido que España tiene la tasa de desempleo más alta de Europa, un 19,5%, que la economía sigue en recesión, que no habrá un crecimiento apreciable hasta 2011 y que el déficit ha aumentado hasta el 11,4% del PIB en 2009 debido a la reducción de los ingresos impositivos y al gasto generado por el paro.
"Sin una vuelta más rápida al crecimiento, la deuda pública puede convertirse rápidamente en insostenible", dice la revista.
"The Economist" acusa a Zapatero de "empeorar las cosas" y le critica "por fracasar a la hora de prever que la caída se avecinaba", por "hacer un diagnóstico equivocado al pensar que sería una recesión frente a la que sólo había que esperar" y por "seguir financiando el paro con dinero público y subiendo las pensiones y los sueldos de los funcionarios, dejando de lado las reformas".
Ha sido la reacción de los mercados, poniendo en tela de juicio la solvencia de las finanzas públicas españolas, lo que ha hecho reaccionar al Gobierno socialista, según señala esta publicación.
Y cuando se ha reaccionado, añade, ha sido para "lanzar abruptamente un plan de austeridad y una vaga reforma del mercado laboral, de la que se retiraron algunos aspectos en cuanto se escucharon las primeras declaraciones de protesta".
"The Economist" concluye que los problemas de España "empiezan en casa", empezando por un boom económico que se sustentó únicamente en el sector inmobiliario, por una economía con altos costes y baja productividad, y por un sistema laboral asimétrico, que protege en extremo a unos trabajadores y deja indefensos a otros.
Además, dice "The Economist", "años de comprar a los Gobiernos regionales con dinero en efectivo y excesivas devoluciones de competencias han derivado en que el Gobierno central sólo controle directamente un quinto del gasto, mientras las empresas tienen que superar las montañas que suponen las regulaciones que se solapan".
No hay comentarios:
Publicar un comentario