Frases para ciudadanos:

"Todos hemos nacido iguales, y los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenazados". (J.F. Kennedy).

"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

miércoles, 21 de mayo de 2014

C's Cantabria participa en la tertulia "Cantabria al Día", sobre elecciones europeas

El miércoles 21, a partir de las 12:30h., nuestro coordinador en Cantabria, Juan Ramón Carrancio, participará en la tertulia de #CantabriaAlDía en OID Gestiona Radio Cantabria. (Escúchanos 87.7-95.3FM y nuestra web www.oidradio.com)

Y después de la la tertulia de ‪#‎CantabriaAlDía‬ en OID Gestiona Radio Cantabria, habrá una entrevista a Luis Fernández del Campo, que junto con el laredano Javier Nart que encabeza la lista, es nuestro candidato cántabro en la lista de Ciudadanos para las elecciones Europeas.



jueves, 2 de enero de 2014

Entrevista al santanderino Luis Fernández del Campo: "En Cataluña hoy no se puede hablar de política"

Experto en redes sociales, el santanderino Luis Fernández del Campo fue uno de los fundadores de Ciutadans en 2006.

MANUEL CASINO / Santander. 2 de enero de 2014. 
Este consultor hiperactivo en redes sociales no sabe muy bien si fue la comunicación la que le llevó a la política o fue al revés. Sobre lo que no tiene ninguna duda es sobre su permanente interés por comunicar e ir coleccionando amigos. Vive conectado, aunque se reconoce un hombre híbrido mezcla de analógico y digital porque, asegura, “el on sin el off no es posible”. Su marca personal se basa en la honestidad, la transparencia y la sinceridad. Tres valores que le mantienen unido a Ciutadans, el partido de Albert Rivera del que fue uno de sus fundadores hace ya siete años y del que aún hoy forma parte de su Consejo General, el máximo órgano entre congresos.
Santanderino de nacimiento y catalán “sin complejos” de adopción –vive desde hace más de veinte años en Esplugues de Llobregat, un municipio de más de 40.000 habitantes pegado a Barcelona-, Luis Fernández del Campo ha aprovechado su estancia en la capital de Cantabria, adonde viene siempre que puede – aquí reside su familia – para vender sentido común y reclamar que hay otra forma de ser catalán. A hacer, como afirma, “cultura fuera de Cataluña para que la gente no piense con las vísceras”.
Este “artesano del encuentro” como le gusta definirse, es un hombre apasionado de lo que hace. Hablador incansable, viajero impenitente y amante de la buena mesa, aunque no tanto de los fogones, Fernández del Campo es consciente de que su partido está ahora en la cresta de la ola. Y quiere aprovecharlo. Afirma que desde que Ciutadans abanderara la creación de Movimiento Ciudadano sus simpatías no han dejado de crecer. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla… son las primeras estaciones de un viaje que no ha hecho más que empezar y que, posiblemente, también le lleven a Santander aunque, avisa, “yo no tengo nada que ver”.
Sabe que en las redes sociales no hay una segunda oportunidad – “en el mercado digital no se puede actuar, hay que ser honestos”, dice -. Por eso, insiste en que su buen uso es indispensable para vender lo que sea: una marca, un producto, una empresa o un partido político.
Pero no es suficiente. Sabe que detrás tiene que haber un proyecto, una idea o un líder. En su caso, afirma con orgullo, tienen un proyecto – defienden que a todos, españoles y catalanes, nos irá mejor si continuamos unidos -, una idea – pregona hasta la saciedad que ha llegado la hora de los ciudadanos-, y un líder –Albert Rivera -, joven, sin peajes y que además conecta bien con las personas.
Sobre la situación en Cataluña, este hombre de poco más de cincuenta años y más de 190 centímetros de altura lamenta que el clima actual impida hablar de política en las familias o en el trabajo. “Vivimos con miedo a decir lo que pensamos, como ocurrió en el País Vasco hace décadas”, sostiene.
Mientras confía en que la apuesta independentista no acabe generando “más frustración y división”, Fernández del Campo se despide con un deseo: “que en 2014 veamos por fin la luz económica, política y social”.

Cafés pendientes

Político, comunicador, profesional de marketing, bloguero, sociable, conector, viajero… A Luis Fernández del Campo no es fácil encasillarle en un perfil determinado. Es un rebelde constructivo al que le gusta compartir, colaborar, cocrear… Sabe de lo que habla y habla de lo que sabe. Enganchado a twitter, “la herramienta más potente y directa del mundo digital”, apuesta por la solidaridad, y más en tiempos de crisis. Por eso, quizá, ve con simpatía iniciativas como la de “cafés pendientes”, una propuesta novedosa que asegura ya ha llegado a Santander y que consiste en dejar pagado en un bar un café para que otra persona más necesitada que no conoces lo tome gratis más tarde.

lunes, 6 de febrero de 2012


Jueves 2 de febrero de 2012. Presentación en Barcelona del libro "Desde Santurce a Bizancio: el poder nacionalizador de las palabras" de Jesús Laínz 


Jesús Laínz, escritor, abogado, empresario santanderino y una de las personas que más ha escrito sobre el nacionalismo catalán y vasco, presentó su último libro titulado "Desde Santurce a Bizancio" en un acto organizado por Convivencia Cívica Catalana


Este libro ha venido precedido por una curiosa polémica, ya que La Casa del Libro (Grupo Planeta) vetó la presentación del mismo, pues según explicó la propia librería, sus salas no acogen presentaciones de libros "subversivos" o "muy problemáticos". 


Así, pues, en Cataluña ya "no hace falta ninguna prohibición, ningún policía; el pueblo se ha convertido en gendarme de sí mismo, la gente se autocensura porque saben lo que se puede hacer o decir" para no ver perjudicados sus intereses particulares o empresariales. Y esto convierte al sistema en algo "verdaderamente feo", ha señalado el propio Jesús Laínz.


El acto contó con la intervención de los ponentes Francisco Caja, Presidente de Convivencia Cívica Catalana, Jordi Cañas, Diputado autonómico y portavoz de Ciutadans (C's) y Pedro Antonio Heras, Profesor Universitario.



jueves, 2 de febrero de 2012

Presentación en Barcelona del libro "Desde Santurce a Bizancio: el poder nacionalizador de las palabras" de Jesús Laínz

Hoy, jueves 2 de febrero, mi amigo y paisano Jesús Laínz, escritor, abogado, empresario santanderino y una de las personas que más ha escrito sobre el nacionalismo catalán y vasco, presenta su último libro titulado “Desde Santurce a Bizancio” en un acto organizado por Convivencia Cívica Catalana.


Este libro viene precedido de una curiosa polémica, ya que La Casa del Libro (Grupo Planeta) vetó la presentación del mismo, ya que según explicó la propia librería, sus salas no acogen presentaciones de libros "subversivos" o "muy problemáticos".

Así, pues, en Cataluña ya "no hace falta ninguna prohibición, ningún policía; el pueblo se ha convertido en gendarme de sí mismo, la gente se autocensura porque saben lo que se puede hacer o decir" para no ver perjudicados sus intereses particulares o empresariales. Y esto convierte al sistema en algo "verdaderamente feo", ha señalado el propio Jesús Laínz.

Recomiendo vivamente la lectura de este libro, todo un manual explicativo de cómo los nacionalismos han utilizado las lenguas como herramienta de construcción "nacional", ilustrado con múltiples ejemplos no solo de nuestro país.

El acto contará con la intervención de los ponentes Francisco Caja, Presidente de Convivencia Cívica Catalana, Jordi Cañas, Diputado autonómico y portavoz de Ciutadans (C’s) y Pedro Antonio Heras, Profesor Universitario.

Hora: 19.30h.
Lugar: Hotel Catalonia Plaza Cataluña (C/Bergara, 11. Barcelona)

ANEXOS:
- Concesión (informal) a Jesús Laínz del título de "vascófobo" de la semana.
- Entrevista de Luis del Pino a Jesús Laínz en EsRadio (28-01-12)
- Programa "Son libros", de EsRadio, con Jesús Laínz (28-01-12).

lunes, 19 de diciembre de 2011

Entrevista a Jesús Laínz en Periodista Digital


Jesús Laínz presenta en Periodista Digital su último trabajo, Desde Santurce a Bizancio: el poder nacionalizador de las palabras (Ed. Encuentro), una obra donde refleja la importancia de la lengua en el movimiento nacionalista: "en España los nacionalistas consideran que hay que marcar el territorio. Y para ello, nada mejor que la toponimia".


domingo, 18 de diciembre de 2011

Manipulación lingüística y nacionalismo: algo más que palabras (Jesús Laínz, en ABC)


El Aula de Cultura de ABC recibe a Jesús Laínz que pone el dedo en la llaga de la supuesta «opresión lingüicida» española

(Publicado en ABC)



Es probable que haya palabras que matan, pero de lo que desde luego no queda alguna es de que muchas, por lo menos, malhieren. Palabras que el nacionalismo ha usado como mástil de la bandera de la exclusión y no de la integración como siempre debería ser usada una lengua. De ahí al «nazionalismo» solo hay un paso. Estas, y muchísimas más y de la misma enjundia, son las tesis de «Desde Santurce a Bizancio. El poder nacionalizador de las palabras» (Ed. Encuentro) del ensayista Jesús Laínz, un libro que sirve de hilo afilado del que tirar para la conferencia que Laínz ofrecerá este miércoles, bajo el título de «La manipulación lingüística del nacionalismo», en el Aula de Cultura de ABC, dentro del ciclo«España, una tradición y un proyecto», que organizan la propia Aula de Cultura ABC-Fundación Vocento y la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad (Centro Cultural del Círculo de Lectores. O’Donnell, 10. A las 20 horas).
-Hagamos un poco de historia. ¿Ha existido algún país que haya destacado por este fenómeno de opresión lingüística? ¿Por ejemplo, la civilización romana no operaba con el latín en términos de manipulación?
-En el caso de Roma lo que sucedió fue la sustitución de las lenguas de los pueblos conquistados por una lengua de cultura muy desarrollada y extendida: el latín. Pero la opresión lingüística tal como la entendemos hoy comenzó con la Ilustración, paralelamente al desarrollo del nacionalismo y a los procesos de uniformización legal y administrativa. Aunque es cierto que se pueden encontrar casos bastante anteriores, sobre todo el inglés en Irlanda desde el siglo XIV. Pero el caso más sobresaliente quizá sea el francés: los revolucionarios proclamaron su intención de extirpar las lenguas regionales, a las que llamaban «jergas bárbaras». Y lo hicieron en nombre de la libertad y la igualdad. Con gran tenacidad e indudable éxito. Sin embargo, el país que ha cargado con la imagen de especialmente lingüicida ha sido España, lo cual es una injusticia histórica descomunal.
-¿Dónde está la frontera entre el poder civilizador de la lengua y la manipulación y la opresión a través de ella?

-En primer lugar, en el respeto a las personas y a la realidad, algo imposible de hacer penetrar en un cráneo nacionalista. Por ejemplo, es evidente que la lengua que han usado los vascos para escribir en el último milenio ha sido el castellano, desde, por ejemplo, el medieval García de Salazar hasta, no lo olvidemos, el mismísimo Sabino Arana. Y otro tanto se puede decir, aunque no de modo tan universal, de gallegos y catalanes, de fray Benito Feijoo a Cela y de Boscán a cientos de escritores catalanes actuales en castellano. Evidentemente también se han escrito grandes obras en gallego y catalán, como las «Cantigas» o las grandes crónicas catalanas medievales hasta Rosalía de Castro y la Renaixença, pero lo que eso demuestra es que esas sociedades, para mayor riqueza de España, son bilingüesdesde hace muchos siglos, algo inaceptable para los nacionalistas, que no en vano proclaman en sus pancartas que «Bilinguismo es Fascismo». Y en segundo lugar, en la consideración de las lenguas como medios de «construcción nacional» y de incomunicación, notable aportación de los nacionalistas a la historia universal de la estupidez.
-¿La supuesta «opresión» de una lengua a menudo no es más que una excusa para alentar otros fines?

-Sabino Arana, por ejemplo, no inventó una lengua. Sólo la adulteró. Pensemos tan solo en los neonombres, que tan disparatadamente han continuado desarrollando sus seguidores. Nunca nadie atacó, falseó, despreció y dañó tanto como él la aparentemente idolatrada identidad vasca. Arana es el Tolkien vasco puesto que la nación surgida de su fantasía tiene un nombre inventado, como muchas de sus localidades, y está simbolizada por una bandera absolutamente ajena a la historia. Una nación con un pasado inventado y con enemigos inventados. Con una guerra perpetua inventada, el famoso «conflicto» que nunca se les cae de la boca y queningún político español, con sorprendente ceguera, se ha preocupado de desmentir y denunciar. Un mundo poblado por personas que se llaman con nombres inventados y que hablan una lengua escrita con una ortografía nueva, abarrotada de neologismos que la hacen incomprensible para un verdadero vascohablante. Y lo sorprendente es que Arana y sus seguidores han conseguido que una parte muy importante de los vascos hayan tomado toda este inmenso fraude por real.

Convicción decimonónica

-¿Por qué los nacionalismos convierten la lengua en algo excluyente y no integrador?
-Porque a nuestros románticos separatistas no hay quien les mueva de su decimonónica convicción de que la lengua es la prueba de que son una nación distinta. Por eso la agitan con fines exclusivamente políticos, ajenos a las necesidades de comunicación de la gente, que es para lo que sirven las lenguas. Ya Sabino escribió que si los maketos algún día aprendieran vascuence, los vascos tendrían que aprender ruso o noruego para hablar otra lengua y así evitar lo que el llamó «cruzamiento de razas». Y mosén Armengou, uno de los padrinos políticos de Jordi Pujol, explicó en 1958 que para ser catalán había que hablar siempre catalán, pues de lo contrario se sería un traidor. Textualmente escribió: «Los zorros y los sapos de nuestro país también han nacido en Cataluña y no decimos que sean catalanes. Pertenecen a la fauna mundial. Estos catalanes circunstanciales tampoco son catalanes. Pertenecen a la fauna española».
-En toda Europa hay dialectos, lenguas maternas, pero en general cualquier ciudadano europeo prefiere hablar y escribir en la lengua oficial que llega a más gente, y no le hace ascos a aprender inglés. ¿Por qué cree que aquí hay ese extraño «provincianismo»?

-Porque entre la Leyenda Negra que los españoles se han tragado sin rechistar, la hispanofobia característica del pensamiento progresista español (pensemos en Azaña declarando que la historia de España es un error) y el contagio separatista tras la Guerra Civil, España es el mal y cualquier otra cosa es el bien. Por eso cualquier disparate aldeanista es progresista y por eso ha tenido que salir José Bono diciendo hace unos días que la izquierda española tiene que sacudirse el complejo antiespañol. El tiempo dirá, pero el conocimiento y el razonamiento poco pueden contra ello.
-Hace pocos días un ciudadano catalán denunciaba el acoso que sufría en un dominio «.cat» porque no lo usaba en catalán.
-Sí, y después se quejan del Franquismo. La hipocresía de los separatistas es infinita: primero, en la Transición, se pidió la igualdad de las lenguas y para ello se apeló al lógico derecho a educarse en lengua materna. Luego llegó la discriminación positiva con la excusa de contrarrestar el imparable empuje de la segunda lengua mundial. Pero el fin es la extirpación. ¿Se necesita una prueba? Francesc Ferrer i Gironés, senador socialista y posteriormente diputado de Esquerra Republicana confesó en 1985 que no es el bilingüismo lo que desean establecer en Cataluña, sino la extirpación del castellano, a la que consideraba «lengua de nuestros amos» y «señal de dominación y superioridad de la nación vecina».

Lengua y chollos

-Por otro lado, todo este apaño lingüístico viene acompañado de subvenciones, ayudas, componendas...
-Julio Camba ya se reía de todo esto cuando hace un siglo escribió que «ya saben lo que tienen que hacer los currinches que quieran tener éxito: escribir en gallego». Fijémonos en esta contradicción: el porcentaje de libros editados en castellano en España es del 79%, el 10 en catalán, valenciano y balear, el 2 en gallego, el 1 en vascuence y el resto en otras lenguas. Pero, como contraste, el castellano es la lengua de lectura para el 93% de las personas, el catalán para el 4, el vascuence para el 0,4 y el gallego para el 0,3. ¿Cómo se explica esto? Pues con la gente que, por deber «patriótico» o por moda, compra libros que luego no lee, y, sobre todo, con las administraciones autonómicas que derrochan riadas de dinero en subvenciones y en la compra de libros que pasan a pudrirse en almacenes
-Hay medios de comunicación nacionales que insisten en lo de Ourense, en lo de Girona, A Coruña, Lleida... ¿Los medios también tenemos responsabilidad en esta cuestión?
-Efectivamente. Se trata de otra faceta del fingimiento de que la lengua común no existe. España es el único país del mundo en el que se prohiben los exónimos, en concreto, y para colmo del absurdo, los exónimos en español. Es ridículo que en los medios de comunicación se usen sólo los topónimos en las lenguas regionales aunque el locutor esté hablando, evidentemente, en la lengua de Cervantes. Este asombroso comportamiento, paradójicamente, no se extiende a ninguna otra lengua del mundo. Nunca se perpetrará en televisión la cursilería de decir Deutschland, London, Den Haag o Köln, sino Alemania, Londres, La Haya y Colonia. Pero las únicas formas posibles de Gerona, Fuenterrabía y La Coruña han de ser, por miedo reverencial a los sacrosantos hechos diferenciales, Girona, Hondarribia y A Coruña. Y no sólo se han impuesto en la regiones respectivas, sino en todas las demás, en las que, evidentemente, no tienen competencia legislativa, lo que no tiene ninguna justificación. Pero los culpables de toda esta locura no han sido sólo los nacionalistas, sino que el PP y el PSOE comparten responsabilidad a partes iguales.
-Finalmente, ¿puede ofrecernos una pista sobre el camino a seguir?
-La receta es sencilla pero el camino es largo y tortuoso y, sobre todo, hace falta voluntad para recorrerlo: extirpar el totalitarismo lingüístico, educativo, político y mediático implantado en algunas regiones y dar la batalla ideológica a los nacionalismos, lo que no se ha hecho en cuatro décadas por complejos absurdos, debilidad, cobardía, ignorancia y falta de sentido de Estado.

lunes, 13 de junio de 2011

Desde Santurce a Bizancio (Jesús Laínz). El poder nacionalizador de las palabras

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Mi amigo Jesús Laínz, montañés de pro, santanderino de toda la vida, acaba de publicar su último libro, un auténtico manual sobre el uso que los nacionalistas hacen de la lengua como elemento de su construcción nacional.


Un siglo después de que Sabino Arana inventase los términos Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, ya han alcanzado la oficialidad. Pero la ingeniería palabrera sólo es una parte de la más amplia utilización de las lenguas como instrumentos de la llamada construcción nacional. La manipulación lingüística no es ni un fenómeno nacido en nuestros días ni exclusivamente español. Muy al contrario, la tragicómica utilización de la lengua como instrumento opresor y modelador de las naciones cuenta con ilustres antecedentes en todo lugar y época, sobre todo a partir de que el acceso de las masas a la toma de decisiones políticas convirtiera al Pueblo y la Nación en objetos de adoración. Junto al sorprendente relato de la ingeniería lingüística practicada por toda Europa, en estas páginas se procede al desmenuzamiento del caso español, brillante e incesante aportación a la historia universal de la estupidez. 

«Este libro es la crónica despiadada, inflamatoria y cáustica de hasta qué extremos de estolidez pueden llegar los delirios nacionalistas». (Amando de Miguel).

«Delirio toponímico y onomástico, opresión lingüística, adoctrinamiento partidista en las aulas, exilio y asesinato, todo esto está siendo posible en España sin necesidad de declarar una guerra. Los españoles han sido capaces de conseguir en la paz resultados parecidos a los de las dos guerras mundiales, no sólo por la acción de los separatistas, sino también por la dejación de quienes debieran haberse opuesto a ella entre otras razones por estar obligados por las leyes del Estado del que son órganos, así como por la grave descomposición nacional del pueblo español, que ha perdido la conciencia de sí mismo. 

Quizá sea ya demasiado tiempo de Leyenda Negra, de pesimismo noventayochista y de mito antifranquista, pues si Europa en su conjunto probablemente no tarde en morir de cansancio, España lo hará de exceso de autocrítica. Y, sin embargo, paradójicamente, la realidad es que España está demostrando ser una nación de una fortaleza y una cohesión extraordinarias, pues muchos otros países europeos han sufrido en los dos últimos siglos secesiones, amputaciones, divisiones, incorporaciones, desapariciones y todo tipo de modificaciones pacíficas o violentas, por disputas serias o bizantinas, mientras que España lleva un siglo resistiendo los embates de los separatismos. 

Lo irónico del asunto es que los vascos, gallegos y catalanes que apoyan las modas nacionalistas no se están dando cuenta de que las medidas dirigidas supuestamente a defender y fortalecer unas identidades colectivas amenazadas, según dicen, por España, no les están haciendo ningún favor. Lejos de ello, la imposición lingüística y las obsesiones palabreras sólo puede conducir, y se está viendo ya, a la fobia hacia esas lenguas por parte de muchos ciudadanos. 

Por otro lado, muy difícilmente se puede defender y fortalecer lenguas, historias y personalidades colectivas falsificándolas, adulterándolas y eliminándolas sistemáticamente. Nunca se ha perpetrado un ataque más devastador contra la lengua, la historia y la cultura de esas regiones como el desatado en los últimos treinta años. Los supuestos defensores de las esencias vascas, catalanas y gallegas han demostrado ser sus principales enemigos, pues lo único que han conseguido son ficticias Poldavias, parodias ridículas de aquello que pretenden defender». (páginas 487-488).

domingo, 12 de junio de 2011

Amando de Miguel recomienda un libro excepcional: Desde Santurce a Bizancio (Jesús Laínz).

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Amando de Miguel, en su columna de Libertad Digital, hoy nos recomienda un libro: la última criatura salida del bolígrafo (sí, bolígrafo, él no usa pluma) de nuestro paisano y amigo Jesús Laínz.


Espero que no me insulten mucho por hacer propaganda de un libro, de su autor, de la portadista y de la editorial. Créanme que se trata de un libro verdaderamente excepcional de puro bueno. Por eso mismo le he hecho el prologuillo. Cumple reseñar este libro en Libertad Digitalporque su asunto entra de lleno en los que aquí nos tocan: el nacionalismo lingüístico y sus horrores. No se refiere solo a España sino a toda Europa. Eso es lo original. Los horrores se centran en los caprichos onomásticos, referidos al baile de topónimos. El autor es Jesús Laínz (aunque en el norte lo llamen casi siempre Lainz). A mí me deja que lo enaltezca como "el insigne bolígrafo montañés", un cariñoso remedo del que fuera "insigne polígrafo" por antonomasia, Menéndez y Pelayo. Ya que hablamos de retruécanos, el título del libro es otro juego de palabras:Desde Santurce a Bizancio. Habrá quien crea que es un error, como lo del "insigne bolígrafo", pero es que el español, cuando habla en broma, no se ríe. La casa editorial es Encuentro y la idea de la portada, un famoso collage pop, es de Teresa Laínz, de los Laínz de toda la vida. Ya eran famosos en las luchas contra los romanos.
Cumple mi amigo de forma tan precisa el espíritu de esta seccioncilla que, cuando yo falte, dicto que se encargue de ella Jesús Laínz. Nos separa una distancia generacional. Nació el de Santander cuando yo había acabado la carrera. Pero don Jesús ha recogido la antorcha con admirable celo. Desgraciadamente, habría que ver los chafarrinones que mancillan la estatua de la Antorcha en mi universidad. Entiende que el vicio más nauseabundo de la España y de la Europa actual es el delirio nacionalista. Su expresión lingüística resulta, además, ridícula. El texto que digo no es simplemente un panfleto ideológico, aunque entiendo que algunos panfletos ideológicos son verdaderos monumentos de la cultura. Estamos ante un libro académico, en el mejor sentido, documentado y no solo con referencias literarias sino gráficas. Lo único que lamento es mi sensación de envidia, porque a mí me habría gustado escribir un libro así, incluso con el mismo sentido de la ironía, el arte suprema.
Así pues, este libro es lectura obligatoria para el curso virtual que aquí seguimos sobre la "lengua viva". Pocas veces daré un consejo tan justificado. Me lo van a agradecer los lectores, que van a ser todos los libertarios. Don Jesús es uno de ellos y de los más cumplidos. Aprovechen la temporada de ferias librescas para hacerse con un ejemplar de la edición príncipe. Recuerden que la gran distinción de nuestro tiempo es la que separa el grupo de los que leen de los iletrados. Cada uno es libre de apuntarse en una u otra congregación.
Una única crítica. Don Jesús se empeña en que hay que llamar "manipulación lingüística" a lo que hacen los nacionalistas con los idiomas. No, señor. La mano es lo que nos distingue de los animales, es la parte más noble del cuerpo. Lo que perpetran los nacionalistas es la "pediculación lingüística". No es la peor de las pediculaciones, vive Aitor.

sábado, 11 de junio de 2011

¿Qué ha sido del Zamná, el último barco de Vital Alsar?

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Hace tiempo ya que finalizó la aventura de Vital Alsar con su trimarán "Zamná", el mensajero de la Paz. A estas alturas, el citado barco aún no ha encontrado su acomodo, previsto inicialmente en el Museo del Ancla, de Cozumel. Esta es la última noticia que hemos encontrado al respecto, en EL SEMANARIO de Cozumel. 


Se mantiene firme la propuesta de donación del barco Zamná a Cozumel por parte del empresario propietario de esta embarcación, solamente hay que esperar que se concluya con la remodelación de la que está siendo objeto este mensajero de la Paz.
 
El secretario técnico del ayuntamiento, Ricardo Espinoza Freyre, manifestó que recientemente estuvo con el propietario del barco y le confirmó la intención de donar el Zamná a la isla, por el momento esta embarcación se encuentra sujeta a una remodelación y está casi por concluir.
 
Expresó que la intención es colocar este barco dentro del museo del ancla que se pretende realizar en la isla, pero también se está a la espera de que la Unesco envie sus observaciones y recomendaciones para aterrizar esta donación del barco.
 
Asimismo, dijo que para consolidar el museo del ancla es fundamental gestionar los recursos para la obra, para la parte exterior ya se cuenta con un presupuesto por una serie de convenios especiales, pero sin duda la obra principal es la construcción del museo donde se requieren varios millones de pesos.
 
El funcionario local, declaró que si no se llegara a concretar por ahora el museo del ancla, se buscaría colocar el barco Zam ná en otra zona, afortunadamente tenemos gente experta en el tema que está analizando otras opciones que resultan atractivas para la embarcación.

viernes, 10 de junio de 2011

Jesús Laínz: Aldeanismu historicu

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Hace ya un siglo y medio que Marx y los demás ideólogos socialistas dejaron claro que las naciones eran creaciones de la burguesía para maniatar al pueblo.

Una vez derribado el orden burgués, las naciones ya no tendrían razón de ser porque lo que importaba era la igualdad de las clases, la unión de los proletarios de todo el mundo, no las viejas estructuras ideológicas heredadas de tiempos antiguos como las patrias, las monarquías y las religiones.

Desde sus cantos hasta sus programas, el internacionalismo ha sido la idea central de toda izquierda, sobre todo de la española desde que hizo suya la analfabeta hispanofobia de los separatismos con los que compartió derrota en 1939.

Aunque en un principio pueda parecer contradictorio con lo anterior, la consecuencia necesaria de dicho punto de vista es la proclamación de nacioncitas de cartón piedra como la catalana, la vasca o cualquier otro disparate ibérico.

La última prueba, por el momento, de la ramplonería políticamente correcta de los llamados indignados ha sido la reclamación por parte de los acampados en Barcelona del derecho de autodeterminación del pueblo catalán. Ya iban tardando. ¿Por qué será que a ninguna asamblea de indignados se le ha ocurrido corregir a sus colegas catalanes y reclamar el mismo derecho para el pueblo español en su conjunto, especialmente la madrileña que hace un par de semanas se autoproclamó depositaria de la soberanía nacional?

Pero no conviene elaborar demasiado los argumentos, pues acaba uno errando el tiro por arriba. Vale más un dato que mil teorías. En el campamento indignado santanderino, la Plaza Porticada rebautizada para la ocasión Plaza Barricada, cuelga un cartel con la siguiente cita del escritor comunista alemán Berthold Brecht:

«Al ríu que arrampla con tou dicinlu violentu, peru naidi diz violentu al calci que lu oprime».

No, no está escrito en la lengua de Goethe. Está en cántabru, esa neojerigonza que se están inventando ahora algunos izquierdistas locales que, ansiosos de llegar al límite del revolucionarismo, se han metido a aprendices de separatistas. Y como se sabe muy bien en esta España del priapismo diferencial, no hay nada mejor para jugar a las naciones que sacarse una lengua de la manga aunque para ello haya que fabricar vulgarismos que no balan ni las ovejas.

De este modo, de la cópula entre el internacionalismo y el aldeanismo nace el más perfecto ejemplar de la corrección política de nuestros días: el viril transgresor que, ahuecando la voz, salmodia que no hay más patria que la Humanidad para acto seguido apuntarse a cualquier pantomima «nacional». Porque la borrachera de las ideologías exige deformar la visión del moderno desarraigado o con telescopio o con microscopio; cualquier cosa menos constatar la realidad a simple vista, sin disfraces ni afeites.

Y así, para no mancharse con una patria declarada indeseable, el viril transgresor se esparranca con un pie en el inhumano desarraigo internacionalista y el otro en la putrefacción de los hongos de la aldea.

Pero algún día acabará abriéndose por la bisectriz.
 
Jesús Laínz, escritor.