Frases para ciudadanos:

"Todos hemos nacido iguales, y los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenazados". (J.F. Kennedy).

"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

domingo, 28 de septiembre de 2008

Hoy domingo 28, todos estaremos con Ciudadanos en Barcelona

Hoy es un gran día. Los que formamos parte de Ciudadanos, y muchos ciudadanos que opinan como nosotros, nos vamos a manifestar contra la imposición lingüística en la educación. Nos manifestaremos en Barcelona, pero esta discriminación contra los castellano parlantes, se produce también en Baleares, en Galicia, en el País Vasco, y amenaza con extenderse a Levante, a Aragón (donde ahora hay 3 lenguas oficiales), y ... veremos hasta dónde más.
En España se está produciendo, con total impunidad, y con la complicidad de los sucesivos partidos gobernantes, un continuo aniquilamiento de los derechos individuales de multitud de españoles que osamos utilizar la lengua común de todos, y en todas partes.
Es por eso que hoy domingo, estaré en la manifestación que Ciudadanos ha convocado en Barcelona contra las imposiciones lingüísticas de cualquier tipo.




C's consigue aglutinar a 17 organizaciones contra la inmersión lingüística en los colegios


El lema de la marcha será 'No a la imposición lingüística en nuestras escuelas'

EL MUNDO - BELÉN PARRA DANI CORDERO


BARCELONA.- Catorce asociaciones y tres partidos políticos se han adherido a la manifestación convocada por Ciutadans que recorrerá el centro de Barcelona el domingo para denunciar la política de inmersión lingüística aplicada por la Generalitat en la enseñanza en Cataluña, según publica EL MUNDO.

En la formación que preside Albert Rivera se trata ya como un éxito asegurado la convocatoria y ahora confían en que la climatología acompañe a partir de las 11 de la mañana y durante el recorrido de plaza Urquinaona a plaza Sant Jaume. De todas formas, la organización no se atreve a ofrecer una cifra de asistentes.

El propio Rivera, en una intervención en elmundo.es ha explicado: "No puedo contestar a la pregunta, porque cada día que pasa recibimos más adhesiones de entidades a la manifestación. El éxito ya lo hemos conseguido: unir a todos los ciudadanos que prefieren el bilingüismo al monolingüismo".

Encabecerán la marcha, portando la pancarta con el lema de la convocatoria (No a la imposición lingüística en nuestras escuelas), los representantes de las 14 entidades y tres partidos políticos -PP, Ciudadanos de Menorca y Unificación Comunista de España- que se han adherido a la convocatoria. Está asegurada la presencia de Francesc de Carreras, Félix Ovejero e Iñaki Ezkerra. El actor valenciano Toni Cantó dirigirá el acto, el escritor y columnista de este diario, Arcadi Espada leerá el manifiesto.

También recorrerán con pancartas las calles del centro de Barcelona representantes de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), formación que, pese a no haberse adherido formalmente a la convocatoria, ha animado a sus militantes, a "participar en todos aquellos actos que se convoquen en el marco de la campaña".

sábado, 27 de septiembre de 2008

Revilla: Un presidente con un buen par... de razones

Pues sí, lo digo y lo escribo: el presidente Revilla tiene un buen par, dice lo que piensa, y lo dice bien clarito. Como hacemos los de Ciudadanos. Así que, Miguel Angel, tienes todo mi apoyo y solidaridad, en tus declaraciones contra los terroristas, y contra quienes los apoyan.

Revilla dice que los etarras "psicópatas y dementes" jamás se impondrán a la mayoría

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, considera que la sociedad española tiene que "rearmarse civilmente" para acabar con ETA, sin caer "en el desánimo ni la resignación de contemplar a las víctimas del terrorismo como si fuesen sucesos del tráfico o de la muerte coyuntural". "Tenemos que decir claramente a los etarras, psicópatas y dementes, que jamás una minoría puede terminar imponiéndose a la inmensa mayoría del pueblo español", recalcó.

Revilla realizó esta reflexión en el homenaje a las víctimas del terrorismo celebrado esta mañana en Laredo, a instancias de la Asociación Nacional de la Guardia Civil 'Marqués de las Amarillas'.

Además de destacar la oportunidad del acto, tras el atentado del pasado lunes en Santoña, el jefe del Ejecutivo cántabro aseguró que todos los terroristas "van a acabar poco a poco en la cárcel" y pidió a la sociedad que permanezca "unida en torno a los partidos políticos". "En este tema, todos somos un mismo partido", subrayó.

Asimismo, reivindicó la memoria de las víctimas y abogó por que los homenajes como el de hoy sean más habituales, "para recordar a quienes han caído por nosotros, por defender al conjunto de los que pensamos en una sociedad justa y en orden".

En este sentido, agregó que como presidente de Cantabria no faltará a ningún acto de esta naturaleza, donde --explicó-- "nos acordamos de las víctimas para seguir reafirmándonos colectivamente en una vocación inequívoca de acabar con los terroristas, a los que queremos decir bien alto que jamás podrán doblegar a una sociedad que aspira a la paz, el trabajo y la seguridad".

Revilla, que calificó el terrorismo etarra como "el más odioso" de todos los crímenes que se cometen en el mundo, tuvo también palabras de apoyo para la Guardia Civil y el conjunto de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que se encuentran permanentemente en el punto de mira de ETA, y recalcó que cuentan "con todo el aprecio y el cariño de la ciudadanía de Cantabria".

lunes, 22 de septiembre de 2008

Atentado de ETA en Santoña

Ayer, ETA ha vuelto a matar a un ciudadano. No hay excusa alguna que lo justifique, es un vil asesinato.

Nuestro partido, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía ha emitido el siguiente comunicado:


Ciudadanos rechaza el cobarde asesinato, por ETA, del brigada militar Luis Conde la Cruz en Santoña


Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía rechaza con toda contundencia el asesinato por parte de ETA, esta pasada madrugada en Santoña (Cantabria), del brigada militar Luis Conde de la Cruz.

La banda terrorista ETA ha vuelto a asesinar a una persona –la tercera este año- y ha herido a otras 6 más, después de atentar con tres coches bomba en menos de 24 horas. Es evidente que el entorno de ETA sigue obcecado en seguir por el único camino por el que tiene la derrota asegurada. La democracia no cederá, y Ciudadanos apoyará al Gobierno para que así sea, ante los asesinos.

ETA ha vuelto a matar a un ciudadano y ha destrozado la vida a sus familiares. Los asesinos deben saber que el Estado de Derecho acabará por situarles en el lugar que les corresponde, que no es otro que sentados ante los tribunales de Justicia.

Finalmente, Ciudadanos envía un mensaje de solidaridad y apoyo a los familiares de Conde de la Cruz y los heridos en los últimos atentados.

Por otro lado, y a título personal, quiero solidarizarme también con las declaraciones del presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, que lo ha dicho bien claro:




Revilla: «Quiero señalar muy claramente al PNV y a Ibarretxe»

Las primeras reacciones al tercer coche bomba en 24 horas que coloca ETA han venido fundamentalmente de los más cercanos a Santoña, es decir de los representantes cántabros. Mención especial hacia el presidente de la comunidad autónoma, que se ha vuelto contra su homólogo vasco, Juan José Ibarretxe.

Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria

Revilla ha querido "señalar muy claramente al PNV y al lehendakari, Juan José Ibarretxe" y ha asegurado que "no se puede jugar a esta ambigüedad", en relación a la actitud de este partido y del presidente vasco. "La ilegalización de las organizaciones políticas vinculadas a ETA está siendo cuestionada por quien debería estar ahora a la cabeza de la lucha contra el terrorismo, porque quien más lo sufre es el pueblo vasco", ha afirmado Revilla, "perplejo" tras las declaraciones de PNV e Ibarretxe estos días. "ETA tiene dos brazos, los psicópatas que han puesto" la bomba en Santoña y "el que el Estado de Derecho ha ilegalizado esta semana".

A su juicio la situación en el País Vasco se solucionaría si el PNV "se involucra como el resto de partidos democráticos en considerar como objetivo prioritario acabar con estos asesinos" y ha apostillado que finalizar con la banda terrorista es responsabilidad todos pero "más de aquel que tiene la responsabilidad en el País Vasco. Esto está dando alas a la banda terrorista. La deriva del PNV y el lehendakari es peligrosísima" y consique que la situación con la banda terrorista "dure mucho mas tiempo de lo que tendría que durar".

Puente Gallego, alcaldesa de Santoña

"Seguir luchando" para acabar con ETA, pide la máxima representante de su consistorio afectado por la tragedia. Gallego, que ha asegurado que se conseguirá terminar con la banda terrorista, ha recordado también al otro militar herido y a su familia, así como a los ciudadanos de Santoña. Ha calificado también de "sorpresa e injusticia" este atentado para los ciudadanos "que están pasando unos días" en esta localidad costera.

Dolores Gorostiaga, vicepresidenta de Cantabria

La vicepresidenta de la comunidad también ha tenido un "recuerdo especial" para la familia de Luis Conde y el resto de familias de los heridos. Además, ha condenado "sin paliativos" todo este tipo de acciones que "intentan mediatizar la vida de los ciudadanos de este país. Estos asesinos que sepan, como están viendo en los últimos tiempos, que la Justicia va a caer plenamente sobre ellos", ha añadido.

En LA VANGUARDIA, se recogen también las declaraciones de Ibarretxe.

Revilla acusa al PNV de ambigüedad e Ibarretxe subraya que no renunciará a la política para lograr la paz

El presidente de Cantabria explota y critica la ambigüedad en relación a la actitud de este partido y del presidente vasco.

Ibarretxe: "Nunca renunciaré a mis ideas"

El lehendakari ha condenado con firmeza los tres atentados cometidos este pasado fin de semana por ETA y ha asegurado que nunca renunciará a sus ideas "porque sería hacer un gran regalo" a la organización terrorista. Ibarretxe ha respondido así a las críticas de Revilla, hacia la posición del tripartito en relación con la ilegalización de ANV y EHAK.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Algún día, todos los vascos serán así....

Podría suceder que algún día, todos los vascos fueran así. Y los catalanes, y los gallegos, y los valencianos, y... todos aquellos que querían independizarse de España.

Y en la ETB, en el programa 'Vaya Semanita', lo pronostican así:



jueves, 18 de septiembre de 2008

J. Larrinaga: 'La pasión y el Foro Ermua'

Jaime Larrinaga, presidente de Foro El Salvador, explica en este artículo su personal visión de lo que está sucediendo en Foro Ermua, y el porqué de su apoyo a Iñaki Ezkerra.



En su libro "ETA pro nobis", Iñaki Ezkerra tiene un impresionante capítulo sobre el sentimiento de la piedad; indaga las razones de su ausencia en la sociedad vasca y explica que la piedad no se debe ceñir solamente al ámbito cristiano. Como agnóstico que es, rescata dicho sentimiento para el laicismo; Ezkerra también analiza el sentimiento del odio nacionalista como una imposibilidad de quien lo experimenta para ponerse en el lugar del otro.

No he dejado de pensar en ese odio, en esa terrible enfermedad que el libro de Iñaki describe con tanta precisión, y en su posible capacidad contagiosa en estos días pasados en los que varios de sus compañeros del Foro Ermua le han atacado con tanta o más furia que los nacionalistas. El golpe de mano que han dado en esa encomiable asociación varios miembros de su junta directiva durante este pasado mes de julio, cuando ya todos nos habíamos ido de vacaciones o planeábamos hacerlo pronto, ha sido, un espectáculo, aparte de triste y bochornoso, inexplicable por ese componente de odio que ha dejado entrever. Se puede entender que existan diferencias en un colectivo y hasta ciertas ambiciones personales que por desgracia nunca son presentables pero que forman parte de la condición humana. Lo que no se puede entender es el linchamiento al que han sometido a alguien cuya trayectoria en la defensa de las víctimas del terrorismo y los derechos humanos es impecable. Si alguien ha dado la cara por la libertad en el País Vasco durante lustros, ese alguien ha sido Iñaki Ezkerra. Si alguien ha entregado su vida a la causa de la democracia en ese rincón de España es ese hombre que, además de un valeroso escritor, es también mi amigo.

Al comprobar durante este mes de julio cómo se pretendía justificar ese golpe de mano injustificable, yo me he acordado de mi salida atropellada de Maruri hace cinco años, del linchamiento que viví por parte del mundo nacionalista sólo por haber aceptado ser presidente del Foro de El Salvador y ponerme al lado de los amenazados y las víctimas. Fue un trance muy duro. Personas que me conocían de toda la vida me retiraron el saludo y hubo hasta algún vecino tan fanatizado que impidió que yo diera la comunión a su madre agonizante. Tengo que decir que, durante aquellos días en los que me sentí tan atacado y agredido, Iñaki Ezkerra fue uno de los amigos que no me dejaron solo y que se armó de ánimo para organizar la respuesta cívica a aquellos convecinos que se ponían con una pancarta insultante delante de la iglesia rural de la que yo era párroco.

Iñaki es agnóstico, cosa que yo siempre he respetado de la misma manera que él ha respetado mi fe, pero asistió uno y otro domingo a las misas de Maruri para mostrarme su apoyo y su solidaridad. No he conocido a una persona más tolerante, más abierta, más sensible, más respetuosa con las creencias religiosas de los otros que Iñaki Ezkerra y ojalá todos los agnósticos fueran como él. Ojalá fueran como él muchos católicos de misa diaria, lo digo bien alto.

Y ahora, de buenas a primeras, en este verano complicado por tantos factores políticos, me encuentro con que Iñaki Ezkerra, mi amigo, está viviendo una situación de acoso y de linchamiento semejante a la que yo viví, pero con la diferencia de que los ataques no son de los proetarras ni los nacionalistas sino de sus compañeros del Foro Ermua que él mismo contribuyó decisivamente a fundar. ¿Qué ha pasado en el Foro Ermua para que personas que considerábamos cabales hayan organizado semejante gresca con el único objetivo de quitar de manera tan agresiva y tan insólita a un presidente que había sido elegido para cuatro años y que es sencillamente un hombre ejemplar? ¿Qué intereses políticos o personales puede haber detrás de esta operación tan incomprensible?. Iñaki Ezkerra no es perfecto, como tampoco lo somos ni lo han sido las personas que estamos o han estado al frente de otros colectivos cívicos, pero ninguno de nosotros ha recibido nunca un ataque tan encarnizado como el que está sufriendo Iñaki de mano de sus compañeros, que airean con cainismo en los medios mentiras y calumnias solamente para hacerle daño y desprestigiarle. No es perfecto, pero es una persona culta y comprometida a la que hemos leído desde hace muchos años en la prensa, en sus ensayos sobre el tema vasco, en sus libros de poesía, y es la total encarnación de la valentía, la entrega y la generosidad. Un icono de la libertad.

Pienso que la virulencia con la que se han expresado algunas personas muy concretas contra Iñaki Ezkerra tiene que ver precisamente con el carácter inexplicable de esa sublevación. Cuando alguien comete un acto injustificado necesita inventarse excusas para justificarlo. Es eso exactamente lo que hacen los nacionalistas del País Vasco. No quiero herir a nadie, pero no me perdonaría a mí mismo callar ante esta grave injusticia. A mí nadie tiene que decirme ni quién es Iñaki Ezkerra ni quién es Antonio Basagoiti ni quién es María San Gil , ni quiénes son todos los valientes del Partido Popular del País Vasco que llevan años y años dando el tipo en las pancartas, en las calles, en las instituciones; luchando por hacer un País Vasco mejor. A mí nadie recién llegado a esta vieja batalla cívica tiene que venirme con cuentos ni con chismes malévolos para intentar desprestigiar a unas personas que simplemente no encajan con sus intereses políticos o personales ni con su visión sectaria de la vida.

Por último, me parece esta ocasión muy oportuna para decir que Iñaki Ezkerra tiene un corazón tan noble y desinteresado que su ayuda fue decisiva para el nacimiento del Foro El Salvador, el colectivo católico que yo presido. Tengo que contarles –aunque les asombre- que no sólo fue él quien organizó la rueda de prensa en la que nos dimos a conocer sino que nos ayudó en cantidad de aspectos internos y que él mismo fue el autor del manifiesto fundacional, que apenas necesitó de algunos retoques del sabio jesuita Antonio Beristain.

Ése es Iñaki Ezkerra, alguien que ha estado arrimando el hombro siempre que ha hecho falta, incluso a un foro de sacerdotes y cristianos de base sin que lo supiera nadie. De aquella experiencia tan ardua pero tan bonita nació el libro al que he aludido al comienzo de este artículo -"ETA pro nobis"- que él me dedicó a mí con unas sentidas palabras: "A Jaime Larrínaga y a los demás vascos que sienten piedad". Yo sé que Iñaki es un hombre piadoso aunque no comparta mi fe. Sé que Iñaki Ezkerra es uno de esos demócratas profundos que usan su sentido de la moral laica para entenderse con los creyentes en las coincidencias y no para sembrar distancias sectarias. Yo sé cómo se ha tenido que sentir Iñaki estos días porque, cuando se dan este tipo de trances, muchas personas que deberían dar un paso al frente en defensa de la verdad se resisten a darlo por miedo a comprometerse, por no enfrentarse, por no adoptar posiciones incómodas, por no buscarse problemas, porque creen merecer un descanso. Y por esa razón, por todo lo que sé de Iñaki Ezkerra y de sus desvelos por la causa de las libertades democráticas en el País Vasco y en el resto de España, he querido con este artículo hacer algo semejante a lo que, en unas circunstancias tristemente parecidas, él hizo, sin dudarlo, por mí.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

C's exige al Gobierno que disuelva los ayuntamientos gobernados por ANV

Recogido en EUROPA PRESS
El portavoz de C's en el Parlamento catalán y presidente del partido, Albert Rivera, exigió hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que disuelva los ayuntamientos gobernados por ANV, después de que el Tribunal Supremo (TS) decidiera ilegalizar la formación abertzale.

En rueda de prensa en el Parlamento, se felicitó de nuevo por la ilegalización de ANV, cosa que demuestra que "la justicia sigue actuando sin tregua contra el entramado de ETA".

"No puede suceder que gobiernen ayuntamientos personas que están apoyando el entramado de ETA", aseveró Rivera, que opinó que "lo que toca" después de la decisión del Supremo es disolver los consistorios gobernados por ANV, y erigió en ejemplo lo sucedido en Marbella.

Además, Rivera reclamó la comparecencia del conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, para que explique la quema de fotos del Rey el 11 de septiembre en el Fossar de les Moreres de Barcelona. Le reclamarán por qué no actuó para evitarlo y qué piensa hacer en el futuro para que no se repita.
NOTICIA ADICIONAL: La buena noticia de la ilegalización de ANV (por razones evidentes ANV=ETA), se ha redondeado con la pena impuesta a los miembros de las Gestoras Pro Amnistía, al haberse demostrado que también forma parte del entramado de ETA. Ciudadanos (C's) celebra el cumplimiento de la ley, y desea que el Gobierno siga en esta línea, haciendo cumplir y respetar las leyes, hasta desmantelar todo el entramado de ETA.
Copio a continuación la noticia recogida en EL DIARIO MONTAÑES.

El tribunal asegura que a las órdenes de ETA controla a sus presos, ensalza a los etarras y crea un clima social favorable a los atentados

La Audiencia Nacional ordenó ayer la disolución de Gestoras Pro-amnistía, la organización de apoyo a los presos de ETA, y condenó a 21 de sus principales dirigentes a penas de 8 a 10 años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista. Los magistrados sólo absolvieron a seis de los procesados.

La Sección Cuarta de lo Penal, tras tres meses de deliberaciones, declaró asociaciones ilícitas tanto a Gestoras como a su sustituta desde 2001, Askatasuna, por considerar que son «organizaciones terroristas» que actúan «bajo la dependencia y las órdenes» de ETA y que contribuyen de forma coordinada al fin último de la banda, «subvertir el orden constitucional y derrocar a España en el territorio del País Vasco».

Gestoras es la cuarta organización satélite de la banda descabezada e ilegalizada por la Audiencia Nacional, después de que hayan sido disueltas Jarrai, dirección juvenil de la 'kale borroka'; KAS/EKIN, el 'frente político y social' de ETA, y Xaki, su 'aparato internacional'.

Las siguientes organizaciones en el punto de mira del tribunal antiterrorista son 'Udalbiltza-Kursaal', la asamblea de responsables municipales de la izquierda 'abertzale', y los presuntos integrantes del 'frente institucional' de la banda: Batasuna, ANV y PCTV.

La sentencia señala que Gestoras y Askatasuna tenían como principales encargos controlar y garantizar la obediencia a ETA de todos los presos y huidos de la organización y crear en el País Vasco el clima social necesario para mantener el apoyo a la banda terrorista, justificar la persistencia de sus atentados y asesinatos y facilitar la regeneración de los comandos con nuevos adeptos con la conversión de los terroristas detenidos o muertos en «héroes».

Señalar enemigos

Dentro de esta estrategia terrorista, Gestoras era desde 2005 la punta de la lanza de la campaña 'Alde Hemendik' (Fuera de aquí), destinada a lograr el acoso y el aislamiento social de las fuerzas de Seguridad del Estado y de los militares, y la organizadora de las ruedas de prensa, comunicaciones internacionales, manifestaciones o jornadas de lucha que denunciaban la tortura a los etarras detenidos, las supuestas vejaciones en las cárceles y el establecimiento de un estado de excepción por parte del Gobierno en el País Vasco.

El tribunal considera que a las organizaciones disueltas también les correspondía «señalar públicamente» a «toda persona, grupo, organización y partido político» que se opusiese a los objetivos de ETA; policías, políticos, jueces, funcionarios de prisiones, y periodistas, en su mayoría.

Los magistrados no creen que marcaran los objetivos para los atentados, que es una tarea específica de los 'comandos' de ETA, pero sí que facilitaban la justificación social ante un eventual atentado. Tampoco encontraron pruebas de que Gestoras coordinara las actuaciones de la 'kale borroka' ni de que contribuyera de manera directa a la captación de nuevos miembros de ETA.

La sentencia reserva las tres mayores condenas, diez años de cárcel, para los dos principales portavoces de Gestoras, Juan María Olano y Julen Zelarain, y para el miembro de su dirección nacional Aitor Ángel Jugo.

El tribunal considera que no son dirigentes de ETA y se limitaban, como los demás, a ejecutar órdenes de la banda, pero eran los que «marcaban las pautas», los que tenían «mayor predicamento», los «referentes». Al resto de los 18 condenados les impone ocho años de cárcel.

Tras la lectura pública de la sentencia, la sala ordenó el encarcelamiento inmediato de Olano, Zelarain, Jugo y de otros diez condenados para evitar que huyan mientras que el Tribunal Supremo resuelve los recursos. Uno de los penados, Joseba Iñaki Reta, quedó en busca y captura porque no acudió a la sala de vistas de la madrileña Casa de Campo, en la que se leyó la sentencia.

Los ocho condenados a los que el tribunal dejó en libertad provisional ya habían cumplido casi cuatro años en prisión preventiva, por lo que no pueden seguir en la cárcel mientras la condena no sea firme. No obstante, la sala, a petición del fiscal Javier Zaragoza, les obligó a comparecer en la comisaría más próxima todos los lunes y viernes, les retiró el pasaporte, y les prohibió salir de España.

martes, 16 de septiembre de 2008

Iñaki Ezkerra: La españolada nacionalista


Publicado en La Razón Digital

El PNV anda más ultramontano que nunca con su referéndum frustrado, las ridículas llamadas de Ibarretxe a los vascos a viajar para hacer no sé qué en Estrasburgo y las de Azkuna para que hablemos en familia el euskera que no sabemos. Pero en los disturbios de ayer en San Sebastián la peña de ETA gritó lo de «PNV español» con una convicción cinematográfica admirable.

A su vez, el mundo de ETA hace como que no tiene nada que ver con Otegi, y la misma actuación ayer de la Ertzaintza respondía a una simétrica operación de desmarcamiento de ETA por parte de Ibarretxe y del PNV. O sea que el nacionalismo vasco se ha propuesto hacerse el sueco consigo mismo como si ahí nadie tuviera que ver con nadie cuando todos sabemos que ahí precisamente todos tienen que ver con todos.

La clave del nacionalismo vasco no está ni en el bucle melancólico ni en el rollo macarrónico, sino en «Los tramposos», aquella película española de los años sesenta en la que Tony Leblanc se calaba una boina para practicar el timo de la estampita, y en la que los demás cacos de la banda andaban al acecho aunque haciendo como que no se conocían y pasaban por ahí. En cuanto le hagan el timo de la estampita soberanista a Zapatero vamos a verles a todos corriendo a la vez: a Otegi, Ternera, Ibarretxe? Esto es una españolada.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Ciudadanos apoya a Iñaki Ezkerra

La Federación de C's en Madrid ha hecho público en su blog el apoyo a Iñaki Ezkerra en su continua lucha por defender los valores que sustentan nuestro estado de derecho. Desde Cantabria, expresamos también nuestro apoyo y solidaridad con este gran ciudadano, defensor de las libertades, que sufre en su propia persona el acoso de quienes desean un mundo uniforme y monocolor, sojuzgado bajo la fe nacionalista.

¡Iñaki, estamos contigo!


(artículo publicado en el blog de la Federación de Madrid)

Una vez más, los agredidos son acusados por los agresores

El miércoles 10 de septiembre el Presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezquerra, el de “Dignidad y Justicia” Antonio Portero, y Antonio Aguirre deberían haber acudido como encausados a un juicio por desórdenes públicos, que ha sido aplazado indefinidamente.

Los hechos que han dado lugar a una denuncia de la Ertzaintza contra Ezquerra, Portero y Aguirre, son aquellos en los que un consejero del PNV agredió con una patada a Antonio Aguirre. Denunciamos la vergonzante paradoja de que sean los agredidos, y no los agresores, quienes deban rendir cuentas ante la justicia vasca, soslayándose la grave agresión física ocurrida aquel día. Lo esencial es, ni más ni menos, que se pretendió callar con la violencia las voces de los discrepantes; una vez más.

Iñaki Ezquerra ha sido, y sigue siéndolo, una figura imprescindible en la denuncia de quienes impiden que en el País Vasco los ciudadanos preserven su integridad física y desarrollen sus derechos políticos básicos. Por ello expresamos nuestro total apoyo a Iñaki Ezquerra en una labor pública de defensa de los valores que sustentan nuestro estado de derecho, que seguro va a seguir realizando. Otros han elegido callar, pero afortunadamente él no.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Iñaki Ezkerra: 'La Ertzaintza es una policía política'

Iñaki Ezkerra lo dice con conocimiento de causa, y este humilde bloggero ciudadano, lo respalda.

Porque Iñaki sabe bien lo que dice, es un amigo, un excelente escritor, y un hombre valiente que dice las cosas bien claritas. Suscribo plenamente el contenido de sus declaraciones a Libertad Digital.


Iñaki Ezkerra: "La Ertzaintza es una policía política"


Este miércoles iba a tener lugar el juicio en el que el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, el ex dirigente del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, y el vicepresidente de la misma asociación, Antonio Aguirre, a quien un dirigente del PNV le dio una patada en los testículos, acudirán como acusados por desórdenes públicos. Finalmente el juicio ha sido suspendido sin nueva fecha. Gracias al atestado de la Ertzaintza, las víctimas se han convertido en verdugos. Ante ello, Ezkerra ha declarado a Libertad Digital que " la Ertzaintza es una policía política". "Si son capaces de mentir en esto, de qué no serán".

LD ( A.Martialay) Los hechos sucedieron el 26 de marzo de 2007, cuando el lehendakari Juan José Ibarretxe acudió a los tribunales a declarar por las reuniones que mantuvo con Batasuna y en el exterior del Palacio de Justicia se produjo un acalorado enfrentamiento entre simpatizantes del lehendakari y los entonces dirigentes del Foro Ermua y de Dignidad y Justicia. Entonces Antonio Aguirre, vicepresidente del Foro de Ermua, recibió una patada en los testículos por parte de un consejero municipal del PNV en Bilbao, Alejandro Aramburu Corral.

Gracias al atestado de los hechos realizado por la Ertzaintza, controlada por el Gobierno vasco, Aguirre, así como el expresidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, y el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, serán ahora juzgados en la Audiencia de Bilbao por desórdenes públicos.

Ezkerra ha declarado a Libertad Digital que "más allá de los surrealista de la anécdota, donde las víctimas son los verdugos y los agredidos los agresores, el mundo al revés, lo grave del asunto es el carácter político de la Ertzaintza. Es una policía política. Si son capaces de mentir en esto, de qué no serán".

Asimismo, el expresidente del Foro de Ermua ha señalado la necesidad de transferir la competencia de Interior vasca al Estado, ya que "en el País Vasco hay un problema de seguridad con la Ertzaintza". Además, asegura Ezquerra, "lo que pretenden con este juicio es desactivar nuestra denuncia y crear confusión haciendo pensar que ni unos ni otros tiene razón".


El juicio iba a celebrarse este miércoles, pero finalmente ha sido suspendido ante la imposibilidad de citar a unos testigos pedidos por la defensa, según informó a Libertad Digital Fernando García-Capelo, vocal de la Junta directiva del Foro de Ermua y abogado de Antonio Aguirre.


Iñaki Ezkerra, ante la suspensión del juicio: "Es extraño"

Ante la suspensión del juicio que iba a tener lugar este miércoles por la agresión que sufrió el vicepresidente del Foro de Ermua, Antonio Aguirre, por parte de un dirigente del PNV quien le dio una patada en los testículos, supuestamente, el ex-presidente de esta asociación, Iñaki Ezquerra ha declarado a Libertad Digital que ve éste juicio "muy politizado y extraño". De momento, se desconoce cuándo se celebrará finalmente.

LD (A.M) El ex-presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, cree que el juicio por el que el vicepresidente de dicha asociación, Antonio Aguirre, junto con el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, iban a ser juzgados por desórdenes públicos, ha sido aplazado "debido a lo politizado que está el asunto y a la situación problemática que tiene la juez", quien según Ezquerra, adaptando el refranero, "se encuentra entre la espalda y la pared".

Según ha explicado el dirigente de Ermua, la razón oficial que el Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao ha dado respecto al aplazamiento del juicio, "es que no ha dado tiempo a tramitar la pruebas certificadas de dos policías nacionales para que fueran mis testigos que mi abogado había solicitado". Sin embargo, añade Ezquerra, "mi letrado también dijo que si el juicio se podía suspender por ese motivo, renunciaba a esas pruebas".

NOTICIAS RELACIONADAS: CIUDADANOS (C's) apoya a Iñaki Ezkerra

martes, 9 de septiembre de 2008

Jesús Laínz: España ¿nación imperfecta?

Hoy traigo a esta página nuevamente a nuestro paisano el abogado y ensayista montañés Jesús Laínz, con el texto de la ponencia que, en el seno del curso "España como concepto progresista", presentó en agosto de 2007 a quienes tuvimos la fortuna de asistir al mismo.


España, ¿nación imperfecta?

Jesús Laínz


En este recién estrenado siglo XXI la vieja Europa ha dado el primer paso hacia un viejo sueño hasta ahora frustrado: su unión política. La comunidad cultural y religiosa de este rincón fundacional de la Civilización Occidental no se había visto acompañada de una dirección política que unificase voluntades por encima de los intereses de cada nación. Varias veces en la historia se intentó por la fuerza de las armas y de la hegemonía política, pero siempre acabó desmoronándose ante las rivalidades nacionales.

La Unión Europea, hija de la Comunidad Económica creada tras la Segunda Guerra Mundial, parece que finalmente ha conseguido agrupar a veinticinco naciones bajo una Constitución que habrá de esperar aún un tiempo para ser aprobada. Y, paradójicamente, la primera nación en acudir a las urnas con este propósito ha sido la única de esas veinticinco cuya existencia futura sigue siendo seriamente cuestionada por una parte considerable de su ciudadanía. Ningún otro país de Europa –ni siquiera la dual Bélgica– se cuestiona su existencia nacional, mientras que en España el debate sobre su esencia domina el discurso político por encima de problemas más acuciantes e influyentes para la vida de los ciudadanos.

La existencia de importantes partidos nacionalistas en el País Vasco, Cataluña y, en menor grado, Galicia, condiciona grandemente la vida política tanto de sus respectivas comunidades autónomas como de la nación en su conjunto. Y la impregnación de su ideario en sectores no desdeñables de opciones políticas en principio alejadas de reivindicaciones nacionalistas parece confirmar la imperfección nacional de un Estado perpetuamente amenazado, al menos desde hace un siglo, por la fragmentación.

Los diversos movimientos nacionalistas, desde su nacimiento a finales del siglo XIX, han explicado desde enfoques históricos, lingüísticos y culturales la inexistencia de un verdadero cuerpo nacional que justificase la existencia del actual Estado español, al que consideran un ropaje artificial que engloba a varias naciones cuyo destino natural debiera ser la separación. Los padres de los nacionalismos vasco y catalán, Sabino Arana y Enric Prat de la Riba, así lo enunciaron; y sus continuadores, desde José Antonio Aguirre o Rovira i Virgili hasta los actuales representantes de los diversos partidos nacionalistas, de izquierda o derecha, han continuado sosteniéndolo sin variación.

La fragmentación regnícola de la España medieval es uno de los argumentos centrales del discurso nacionalista. Como no existió un único reino de España en la Edad Media –lo cual tampoco es exacto pues ello implicaría olvidar tres siglos de reino visigodo–, no tiene justificación la existencia actual de un Estado que englobe a aquellos reinos. Sin embargo, esta creencia parte de la falsa premisa de que la existencia de un reino, principado, señorío, ducado o república en el pasado es el justo título para futuras autodeterminaciones, argumento que en cualquier otro país de Europa sería tomado a broma. Además, esa fragmentación medieval no representa especialidad alguna. Lejos de ser la excepción, es la norma que se cumplió en toda la Europa de aquellos siglos. Francia, por ejemplo, desde la partición entre los hijos de Clodoveo en el siglo VI, pasando por la división del Imperio carolingio entre los herederos de Carlomagno en el IX hasta la unificación en tiempos de Juana de Arco, contempló en su suelo durante mil años una fragmentación en reinos sin paralelo en número y variabilidad en la historia medieval de España. A comienzos del siglo VIII, mientras en España había un solo reino visigodo, Inglaterra estaba dividida en siete: East Anglia, Essex, Kent, Sussex, Northumbria, Mercia y Wessex. No en vano se conoce aquella época como la Heptarquía. Esto es lo que sucedía sólo en Inglaterra propiamente dicha, pues escotos y galeses (restos de los britanos previos a las invasiones germánicas) seguían su propio camino. Y en el siglo IX la invasión danesa puso fin a la Heptarquía y provocó la división de Inglaterra en una mitad danesa y otra sajona. En Alemania, la desmembración del Imperio con la Paz de Westfalia (1648) conllevó la creación de 309 Estados. En tiempos más recientes, como los de la Confederación Germánica de 1815, ya se contaban solamente 39 Estados. Cuando Mazzini levantó la bandera del nacionalismo italiano, Italia estaba dividida en ocho Estados. Piamonte, Lombardía y Roma dependieron de entidades estatales distintas y enemigas hasta hace algo menos de un siglo y medio. De igual modo, Génova, Pisa y Venecia fueron repúblicas independientes y enemigas hasta tiempos bastante más recientes que los de la unificación de Isabel y Fernando. No parece, pues, que la existencia de varios reinos en la España medieval sirva como argumento para la negación actual de la realidad nacional de España.

La unificación de los reinos de Castilla y Aragón en 1492 y la conquista de Navarra en 1512 son argumentos asimismo utilizados por los ideólogos nacionalistas para probar lo reciente y artifical de lo español, casi como una exigencia de mayor antigüedad para que pueda considerarse consolidado el hecho nacional. Sin embargo, aparte de que precisamente hasta los siglos XV-XVI no empezaron a surgir los Estados nacionales como hoy los conocemos, naciones tan aparentemente consolidadas como Francia concluyeron su construcción muchos siglos después que España. Varias de sus actuales provincias no se incorporaron a lo que hoy conocemos como Francia hasta fechas muy recientes. El Franco Condado no se incorporó al reino francés hasta el reinado de Luis XIV, en 1678. En tiempos bastante más cercanos, Avignon se incorporó al reino de Francia en 1791. Y todavía hubo que esperar hasta 1860, durante el reinado de Napoleón III, para que Saboya y el condado de Niza pasasen a formar parte de Francia. En cuanto a Italia y Alemania, su unificación no ha cumplido aún ni siglo y medio frente a los más de cinco de España.
Las rivalidades y enfrentamientos bélicos entre los reinos hispánicos medievales también suelen ser utilizados por los nacionalistas para probar la inexistencia de una conciencia común de hispanidad en nuestros antepasados. Efectivamente, los distintos reinos de España, que nacieron como centros de resistencia al poder musulmán, se desarrollaron separadamente y crearon instituciones jurídicas y estatales diferentes. Pero España, lejos de ser una excepción por su fragmentación, experimentó una unidad metapolítica difícil de comprender para aquellos países que no tuvieron que luchar en su suelo durante siglos contra un enemigo común definido por un antagonismo invencible como lo era el religioso. Evidentemente los reinos cristianos no siempre disfrutaron de paz entre sí, luchando muchas veces entre ellos por ambiciones de los reyes, por conflictos territoriales y por la hegemonía política, pero siempre pervivió, por encima de estas pugnas, la idea de ser todos herederos de una España perdida en Guadalete y que todos estaban obligados a recuperar, como puede encontrarse en las obras de numerosos autores de aquellos siglos como Muntaner, Desclot, Tomich, Jaime I, Jiménez de Rada o Alfonso X. Los monarcas cristianos celebraron numerosos tratados para repartirse las tierras ganadas a los musulmanes, y, lo que es más significativo, las que estaban aún por ganar, lo que demuestra su conciencia de estar embarcados en una tarea común. En ninguna otra parte de Europa se tuvo esta común conciencia de un derecho y una obligación de conquistar unas tierras que se consideraban propias e irredentas. No hay otro caso en la historia de Europa en el que unos reinos medievales surgidos de la fragmentación señorial y territorial causada por el desmoronamiento de un reino, encaucen su devenir histórico, a pesar de las rivalidades propias del medievo europeo, hacia una tarea común y hacia una progresiva reunificación, concebida desde siglos antes de Isabel y Fernando como el remedio al mal que significaba la partición de los reinos. Por otro lado, enfrentamientos bélicos pueden encontrarse a lo largo y ancho de la historia en cualquier país europeo, y hasta tiempos muy recientes. Los enfrentamientos, por tierra y mar, entre las repúblicas, reinos y ciudades italianas llenaron toda la Edad Moderna. Prusianos y bávaros se enfrentaron bélicamente en 1866, cuatro años antes de la guerra francoprusiana. Por el contrario, una guerra entre regiones españolas en la segunda mitad del siglo XIX es inimaginable.

Lo mismo puede afirmarse de la estabilidad de las fronteras españolas, sobre todo si la comparamos con la de otros países europeos aparentemente más estables que el nuestro. Desde hace medio milenio la única modificación en el mapa español fue la pérdida del Rosellón en el siglo XVII, comarca catalana que, por cierto, protestó duramente contra dicha anexión y reclamó su vuelta a España durante al menos dos siglos. Por el contrario, Alsacia y Lorena han estado largo tiempo dando tumbos entre Francia y Alemania; Polonia es un país flotante que ha cambiado de forma, tamaño y ubicación numerosas veces a lo largo de la historia; y en cuanto a la Alemania actual, se trata de un país irreconocible si lo comparamos simplemente con el de principios del siglo XX, el doble de grande y extendido sobre inmensas extesiones de terreno hoy pertenecientes a Polonia, Chequia y Rusia, lo que ha causado, por ejemplo, que Kant, nacido alemán de Königsberg, quizá pudiese ser considerado hoy ruso de Kaliningrado.

En cuanto a las poblaciones, no hay duda alguna sobre los límites de lo español, lo cual no es tan fácil de afirmar en el caso de los alemanes, con millones de ellos fuera de sus fronteras desde hace siglos, como los alemanes del Bánato, de Transilvania y del Volga –deportados masivamente durante la Segunda Guerra Mundial al Asia Central–. Por lo que se refiere a Austria y a su hoy indiscutida personalidad nacional, quizá pudiera recordarse su entusiasta recepción de los tanques que les incorporaron a la Alemania hitleriana y su posterior aprobación en referéndum por mayoría aplastante, así como su negativa a formar nación aparte de Alemania en 1918, deseo de inexistencia nacional que no fue permitido por las potencias vencedoras que, en cambio, aplicaron el principio de las nacionalidades con frívola generosidad para desmembrar el Imperio Habsburgo. Así lo explicó el austríaco Stefan Zweig:

“Según toda previsión humana, aquel país artificialmente creado por las naciones victoriosas no podía existir en forma independiente y –todos los partidos, los socialistas, los clericales, los nacionalistas, lo clamaban al unísono– tampoco lo quería. Por primera vez en la historia, que yo sepa, se produjo el caso paradójico de que se obligara a un país a aceptar una independencia que rechazaba. Austria quería unirse de nuevo con los antiguos Estados vecinos o con la Alemania étnicamente afín, pero de ningún modo deseaba llevar, en aquella forma mutilada, una humilde existencia de mendigo. Los Estados vecinos, en cambio, se negaban a aceptar la unión económica con Austria, en parte porque la consideraban pobre, y en parte porque temían un retorno de los Habsburgo. La unión con Alemania, en cambio, fue prohibida por los aliados, para no fortalecer a la Alemania vencida. De suerte, pues, que se decretó que la República Austríaca debía subsistir. A un país que se negaba a hacerlo –caso único en la historia– se le ordenó: Tienes que existir”[1].

Conflictos civiles como la revuelta de 1640, la Guerra de Sucesión y las Guerras Carlistas también son aportados por los nacionalistas como pruebas de la sangrienta marcha hacia una forzada y antinatural integración de España. Pero ninguno de esos eventos tuvieron tinte nacional alguno, sino que respondieron a conflictos sociales, dinásticos, ideológicos y religiosos ajenos a toda motivación de tipo nacionalista. En otras naciones sufrieron parecidos estallidos violentos en épocas similares –guerras civiles y dinásticas en Inglaterra; guerras de religión en la Francia del siglo XVI, la Fronda en la del XVII y alzamientos realistas en la revolucionaria, etc.–.

Incluso la guerra civil es presentada como un conflicto más, el último, entre naciones. A pesar de la evidencia de que la de 1936-39 fue una guerra que enfrentó a media España contra la otra media por motivos ideológicos, dividiéndose vascos y catalanes entre ambos bandos al igual que los demás españoles, los nacionalistas continúan agitando esta enorme impostura con objetivos políticos concretos como la rehabilitación de la memoria de Companys o la segregación del Archivo de Salamanca.

Junto a la historia, la existencia de varias lenguas en territorio español es también utilizada para probar la inarticulación nacional de España. Partiendo de la superstición de que lengua es igual a nación, se argumenta que España no es una nación debido a la coexistencia de varias lenguas en su territorio, lenguas correspondientes, cada una de ellas, a una nación diferente. Pero la existencia de una lengua no prueba la existencia de una nación; lo único que prueba la existencia de una lengua es la existencia de una lengua. Además, según esa regla, Cataluña, una de las naciones reivindicadas, tampoco lo sería puesto que, aparte de su secular bilingüismo, en el Valle de Arán no hablan catalán, sino aranés. En Francia, modelo de Estado unitario y centralista, conviven hoy muchas lenguas, habladas por el 16 por ciento de la población: flamenco, bretón, alsaciano y lorenés en el Rhin, italiano en Córcega y Niza, provenzal en el Sudeste, vasco y catalán en los Pirineos, y numerosas variedades dialectales del francés (normando, poitevino, picardo, valón, auvernés, saboyano, vivaro-alpino, gascón...). En total, en territorio galo se hablan, además del francés, veinticuatro lenguas regionales. En Italia sucede algo semejante, con lenguas tan dispares como la galoitálica hablada en algunas provincias sicilianas, el sardo, el friulano, el ladino, el francés del valle de Aosta, diversas modalidades germánicas en varias provincias del Norte, el catalán en su rincón sardo y los numerosísimos dialectos del italiano, tan dispares entre sí que hacen de la lengua italiana una de las más variables de Europa, a enorme distancia de la muy consolidada y uniforme lengua española.

Si ni la historia ni la lengua pueden explicar, entonces, las tensiones separatistas de la España actual, ¿cómo explicar la potencia de los movimientos nacionalistas, sin paralelo en toda la Europa occidental?

Para encontrar la respuesta hay que retroceder hasta el siglo XIX. Esta centuria fue testigo, en sus primeras décadas, del nacimiento de los nacionalismos como consecuencia directa de las revoluciones liberales y el fin del Ancien Régime. Y, fruto a la vez de dicha evolución política y de la sensibilidad romántica, surgió el interés por recuperar y conocer los hechos históricos y culturales que habían dado nacimiento, en los lejanos siglos medievales, a los pueblos que, en muchos casos, se encontraban englobados en estructuras estatales pluriculturales y plurilingüísticas, siendo el caso quizá más ejemplar el del Imperio Austrohúngaro.

Este renacimiento histórico-cultural de los pueblos europeos se manifestó en todas las ramas del arte y el conocimiento, desde la arqueología y la arquitectura hasta la poesía, la pintura y la música. El auge de la arquitectura neogótica en toda Europa, por ejemplo, estuvo directamente relacionado con el renovado interés por aquellos siglos medievales en los que, tras la caída del Imperio Romano, empezaron a forjarse las distintas personalidades culturales europeas. La recuperación del gótico por Violet-le-Duc, las novelas medievales de Walter Scott o Victor Hugo, la pintura histórica, el Art Nouveau, el modernismo catalán –descendiente directo del neogótico– o el prerrafaelismo inglés arrancan del mismo tronco. En el ámbito de la música uno de los casos más conocidos es el nacionalismo musical checo, con las figuras de Antonin Dvorak y, sobre todo, Bedrich Smetana, quien dedicara la obra por la que ha pasado a la posteridad, el ciclo de poemas sinfónicos Má Vlast (Mi Patria), a la historia, paisajes, danzas y leyendas de su tierra.
También se experimentó renovado interés por viejas lenguas regionales que habían quedado arrinconadas, sobre todo en lo relativo a su uso literario, por el empuje de las grandes lenguas nacionales. Caso paradigmático en Francia fue la resurrección del provenzal, que alcanzaría la cima del Premio Nobel de mano de Federico Mistral. También fue Francia testigo del renacimiento de la lengua y la cultura bretona, el denominado renouveau celtique que produciría la obra poética, folklorista y lingüística de Hersart de la Villemarqué, Le Gonidec, Auguste Brizeux y otros, así como las composiciones de músicos como Ernest Chausson –quien se inspirara en leyendas bretonas sobre el rey Arturo, Merlín y el bosque de Brocelandia para su ópera Le Roi Arthus y su poema sinfónico Viviane– o Guy Ropartz –con sus poemas sinfónicos La cloche des morts y La Chasse du prince Arthur–. Directamente emparentado con el renacimiento céltico en Francia, y en muy eminente posición, se encuentra el irlandesismo cultural –coetáneo pero no siempre coincidente con el nacionalismo político– tanto de irlandeses –Lady Gregory, W. B. Yeats, Charles V. Stanford– como de ingleses –Arnold Bax, compositor de numerosas obras sinfónicas inspiradas en el paisaje, historia y leyendas de Irlanda– o franceses –Augusta Holmès, compositora hoy olvidada de la escuela franckiana, autora de un poema sinfónico titulado Irlande–. Dicho fenómeno se extendió a otras regiones francesas, como la Auvernia cuyo dialecto fuera utilizado por Joseph Canteloube para componer sus celebrados Chants d'Auvergne.
Evidentemente, este regionalismo cultural nada tuvo que ver con nacionalismo político alguno, como lo prueba el hecho de que el mismo Canteloube escribiera también óperas de tema "nacionalista" francés, como la dedicada a la figura del caudillo galo Vercingetorix, o militara en las filas petainistas siendo activo y entusiasta colaborador del gobierno de Vichy. Paradógicamente, este regionalismo musical francés no tuvo paralelo al Sur de los Pirineos, donde por aquellas fechas florecía el nacionalismo musical español de manos, sobre todo, de los catalanes Pedrell, Albéniz y Granados.
En Cataluña ocurrió el mismo fenómeno que en Francia y en otros países europeos. La Renaixença, recuperación de la historia medieval catalana y, sobre todo, del catalán como lengua literaria tras cuatro siglos de abandono –Aribau, Rubió i Ors, Maragall, Verdaguer– respondió a la misma sensibilidad romántica que caracterizó a la Europa decimonónica. En el País Vasco, por el contrario, la recuperación del vascuence no tuvo tan grande importancia debido a la prácticamente inexistente producción literaria en dicha lengua en los siglos anteriores. Fue, en cambio, la nostalgia fuerista la que hizo nacer una literatura medievalizante –en castellano– (Araquistáin, Landa, Arriaga, Navarro Villoslada) recreadora de un pasado idealizado que se quería recuperar mediante el aislamiento de la patriarcal sociedad rural vasca respecto de la industrialización y las nuevas realidades político-sociales.

Ni la Renaixença catalana ni el fuerismo romántico vascongado tuvieron en un principio la menor vertiente de reivindicación nacionalista. ¿Qué sucedió en España, a diferencia de otros países europeos con idénticos fenómenos de recuperación cultural y lingüística, para que ello diese un paso más y se convirtiese en reivindicación política?: el desastre del 98. Éste es el verdadero hecho diferencial español que marcará indeleblemente la historia española del siglo XX.

El nacionalismo español había arrancado de la Constitución de Cádiz y, sobre todo, de la sangrienta Guerra de la Independencia. En ella todos los españoles participaron sin diferencia regional alguna. Los catalanes y vasco-navarros, por su posición limítrofe con el enemigo, incluso tuvieron una participación especialmente intensa en el conflicto bélico.

El catalán Balmes, pocas décadas después de la guerra, resumió así la reacción del pueblo español en 1808:

"(...) sin ponerse de acuerdo las diferentes provincias, ni siquiera haber tenido el tiempo de comunicarse, y separadas unas de otras por los ejércitos del usurpador, se levantó en todas una misma bandera. Ni en Cataluña, ni en Aragón, ni en Valencia, ni en Navarra, ni en las provincias Vascongadas se alzó el grito en favor de los antiguos fueros. Independencia, Patria, Religión, Rey, hé aquí los nombres que se vieron escritos en todos los manifiestos, en todas las proclamas, en todo linage de alocuciones; hé aquí los nombres que se invocaron en todas partes con admirable uniformidad"[2].

En cuanto a los vascos, los bilbaínos, alzados en armas contra los franceses, emitieron el siguiente manifiesto (utilizando, según errónea tradición que arrancaba de varios siglos atrás, el nombre de cántabros como sinónimo de vascongados e inmejorable garantía de heroísmo, fidelidad y españolía):

"Los Vascongados a los demás españoles:
Españoles, somos hermanos, un mismo espíritu nos anima a todos, arden nuestros corazones como los vuestros en deseo de venganza, y con dificultad contienen nuestra prudencia y patriotismo hasta mejor ocasión nuestros indómitos brazos (...) Esto no obstante hemos sabido con dolor que el astuto y pérfido enemigo ha pretendido sembrar entre vosotros la desconfianza: él es quien disfamando la lealtad cántabra ha propalado enfáticamente que las tres provincias vascongadas y reyno de Navarra son partidarios de los franceses. En verdad, los Cántabros se compadecen de la ceguera de los franceses (...) Tiemble Bonaparte después de descubierto su maquiavelismo en Aranjuez: no espere encontrar un solo partidario entre los Cántabros (...) Aragoneses, Valencianos, Andaluces, Gallegos, Leoneses, Castellanos, todos nombres preciosos y de dulce recuerdo para España, olvidad por un momento estos mismos nombres de eterna memoria, y no os llaméis sino españoles (...) Un esfuerzo más de vuestra parte, valerosos Españoles, y volaremos juntos al campo del honor, donde quieren vernos reunidos y exigen todo nuestro conato, la patria oprimida, la religión ultrajada, nuestras costumbres ridiculizadas, la libertad de nuestro amado Soberano, el castigo del atentado mayor que se ha hecho a nación alguna, y todas nuestras halagüeñas esperanzas".

Las Guerras Carlistas vieron de nuevo la participación de vascos y catalanes en ambos bandos, al igual que los demás españoles, en defensa de sus respectivas concepciones ideológicas.
Con motivo de las campañas de Marruecos –para las que se alistaron tantos voluntarios catalanes al mando del catalán Prim y que inmortalizaran en lienzo Fortuny y Sans i Cabot–, Cuba o Filipinas, de nuevo los vascos y los catalanes participaron al igual que el resto de los españoles en defensa de los intereses de su nación.

El gran novelista portugués José María Eça de Queiroz escribió en 1894 un interesante artículo a propósito del reciente conflicto armado en Melilla. En él describía el estallido de furor patriótico que había recorrido España de punta a punta, igual que había sucedido nueve años antes con motivo del incidente de las Islas Carolinas con la Alemania bismarckiana:

"Donde el español se muestra único es en el desprendimiento con el que sacrifica todos los intereses cuando se trata de la honra de España. Entonces, invariablemente, reaparece el sublime Don Quijote. Y resulta tanto más heroico si consideramos que al español no le faltan ni el raciocinio, ni la prudencia, ni el claro sentimiento de la realidad, ni el amor por los bienes acumulados, ni siquiera ese egoísmo cachazudo que tan magistralmente muestra Sancho Panza.
Pero aunque sepa y se dé cuenta de lo que va a perder, marcha jovialmente y lo pierde todo con entusiasmo, porque se trata de su patria. No hay en el alma española sentimiento más poderoso que éste de la patria. Los cafés de Madrid, o de Sevilla, están atestados todas las noches de descontentos que maldicen del gobierno, y gritan, trasegando grandes vasos de agua y anís, que en España todo va mal y que España está perdida. Pero que pase alguien de fuera y tire una piedra a la tierra de España, o finja simplemente que la tira; entonces, todo ese populacho se yergue, y ruge, y quiere matar, y quiere morir, para vengar no sólo la pedrada sino también el gesto"[3].

Como contraste con lo escrito por Eça, en las primeras y pesimistas décadas del siglo XX un número creciente de españoles, concentrados sobre todo en tierras vascas y catalanas, renegaban de su condición de tales y apoyaban a movimientos políticos que propugnaban la secesión de una nación a la que ya no era deseable pertenecer.

¿Qué había sucedido entre 1894 y los primeros años del siglo XX?

Francesc Cambó, personalidad eminente del catalanismo del primer tercio de siglo, lo explicó así:

"Diversos hechos ayudaron a la rápida difusión del catalanismo y a la aún más rápida ascensión de sus dirigentes. La pérdida de las colonias, después de una sucesión de desastres, provocó un inmenso desprestigio del Estado, de sus órganos representativos y de los partidos que gobernaban España. El rápido enriquecimiento de Cataluña, fomentado por el gran número de capitales que se repatriaban de las perdidas colonias, dio a los catalanes el orgullo de las riquezas improvisadas, cosa que les hizo propicios a la acción de nuestras propagandas dirigidas a deprimir el Estado español y a exaltar las virtudes y merecimientos de la Cataluña pasada, presente y futura"[4].

Su compañero en la Lliga, Enric Prat de la Riba, escribió pocos años después del 98 una de las obras esenciales del pensamiento nacionalista catalán –La nacionalitat catalana (1906)– en la que explicaba el odio a España que les caracterizaba:

"La obra de reconstrucción tropezaba siempre con el mismo obstáculo, los males de Cataluña venían siempre del mismo sitio (...) La fuerza del amor a Cataluña, al chocar contra el obstáculo, se transformó en odio, y dejándose de odas y elegías a las cosas de la tierra, la musa catalana, con trágico vuelo, maldijo, imprecó, amenazó. La reacción fue violenta: con esa justicia sumaria de los movimientos colectivos, el espíritu catalán quiso resarcirse de la esclavitud pasada, y no nos contentamos con reprobar y condenar la dominación y los dominadores, sino que, tanto como exageramos la apología de lo nuestro, rebajamos y menospreciamos todo lo castellano, a tuertas y a derechas, sin medida"[5].

Manuel Azaña, por su parte, escribió lo siguiente:

"El nacionalismo catalán (...) provenía de la expansión creciente del sentimiento particularista de los catalanes. Renacimiento literario de su lengua, restauración erudita de los valores históricos de la antigua Cataluña, apego sentimental a los usos y leyes propios del país, prosperidad de la industria, y cierta altanería resultante de la riqueza, al compararse con otras partes de España, mucho más pobres, oposición y protesta contra el Estado y los malos Gobiernos, sobre todo después de la guerra con los Estados Unidos en 1898 (...)"[6].

Un ejemplo de esta actitud, entresacado de muchos otros posibles, fue un artículo aparecido en la Veu de Catalunya, órgano del nacionalismo catalán, que el 8 de mayo de 1898, una semana después de la batalla de Cavite, propugnaba la ruptura con España:

“Estamos clavados a una barca que hace agua; si queremos salvarnos, hemos de aflojar los lazos”.

El guipuzcoano Pío Baroja resumió el nacimiento de los nacionalismos vasco y catalán con las siguientes palabras:

"Todos los pueblos que caen quieren regiones más o menos separatistas, porque el separatismo es el egoísmo, es el sálvese el que pueda de las ciudades, de las provincias o de las regiones"[7].

En el nacimiento del nacionalismo catalán tuvo mucho que ver, más que en el vasco, el despegue industrial y económico extraordinario de la Cataluña de la segunda mitad del siglo XIX. Este fenómeno, unido al desastre del 98, fue la chispa que encendió tanto al nacionalismo catalán como al vasco. Cuando una región puntera en lo económico no percibe ejercer una influencia equivalente en el poder político, suele acabar sintiendo insatisfacción. Las burguesías catalana y vasca percibieron el hecho de que la capitalidad y la influencia política estuviese en la castellana Madrid como un agravio. No a motivos distintos responde el similar fenómeno de la Italia septentrional. Si el Norte de Italia no fuese notablemente más próspero que el Sur, la Liga Norte de Umberto Bossi jamás habría nacido.

La prosperidad económica de una causa es factor esencial para atraer a los hombres a ella. Si en torno a 1898 España no hubiese sido una potencia en intensa decadencia y el País Vasco y Cataluña no hubiesen sido las zonas de España industrial y económicamente más prósperas, no habría visto la luz fenómeno nacionalista alguno. Y si un 98 hubiese sucedido en Francia –por ejemplo, una estrepitosa derrota francesa en la Primera Guerra Mundial–, hoy los problemas nacionalistas se ubicarían al Norte de los Pirineos. La hipótesis no es aventurada; la historia nos demuestra que hechos similares ya habían sucedido. Por ejemplo, en 1870 se alzaron voces en varias regiones reclamando el desentendimiento de una Francia vencida y humillada. El caso más notorio fue Alsacia y Lorena, provincias en las que muchos que hasta ese momento no habían cuestionado su pertenencia a la nación francesa, tras la derrota de Sedán aplaudieron la incorporación al victorioso II Reich. Pero el caso más evidente quizá fue el de la caótica Alemania de la República de Weimar. La humillación de la derrota, la pérdida de inmensos territorios, la conflictividad social, los enfrentamientos políticos, el paro y la inflación galopantes provocaron el desarrollo de masivos movimientos separatistas en regiones como Baviera y Renania. En esta última, donde los enfrentamientos provocaron numerosos muertos, incluso se llegó a proclamar la independencia en 1923. Adolf Hitler explicó en Mi Lucha que una de las tareas más ingratas a las que tuvo que dedicarse el incipiente NSDAP muniqués en los primeros años veinte fue la lucha contra el separatismo bávaro que acusaba a Prusia de la guerra y la derrota y que propugnaba cortar las amarras con la Alemania del Norte:

“Desde aquella época me empeñé personalmente en la lucha contra la descabellada agitación de los Estados alemanes entre sí. En toda mi vida no creo haber emprendido jamás obra más impopular que aquella campaña de resistencia contra la animadversión existente hacia Prusia. Durante el gobierno del Consejo de Soldados tuvieron lugar en Munich los primeros mítines donde se excitaba el odio contra el resto de Alemania, en especial contra Prusia, en una forma tal que no sólo entrañaba peligro de vida para el alemán del Norte que se arriesgaba a concurrir a un mitin de aquéllos, sino que tales demostraciones concluían casi siempre con la estúpida vocinglería de ¡Abajo Prusia!, ¡Separémonos de Prusia!, ¡Guerra a Prusia!, etcétera.”[8].

En la España finisecular, por lo tanto, coincidieron una serie de circunstancias que posibilitaron el nacimiento y desarrollo de un notable sentimiento de rechazo a la nación española y del correspondiente deseo de separarse de ella.

Si esas circunstancias no se hubieran producido, el fuerismo vascongado y la recuperación de la lengua catalana jamás habrían derivado hacia reivindicaciones políticas, del mismo modo que no lo hicieron fenómenos equivalentes en otras naciones europeas en las que no coincidió un hecho como el Desastre del 98.

Y, tres décadas después, la Guerra Civil vino a sacralizar definitivamente los planteamientos nacionalistas mediante la sangre vertida en su nombre, lo que les ha dado un prestigio y un plus de seriedad de los que en otras circunstancias probablemente nunca hubieran gozado.

[1] S. Zweig, El mundo de ayer, Ed. Juventud, Barcelona, 1965, Obras completas, vol. IV, p. 1.526.
[2] J. Balmes, Escritos políticos, Madrid, 1847, p. 167.
[3] J. M. Eça de Queiroz, Ecos de París, Ed. Acantilado, Barcelona, 2004, pp. 114 y ss.
[4] F. Cambó, Memorias (1876-1936), Alianza Editorial, Madrid, 1987, p. 41.
[5] E. Prat de la Riba, La nacionalitat catalana, cap. III.
[6] M. Azaña, "Cataluña en la guerra", Obras Completas, vol. III, Ed. Giner, Madrid, 1990, p. 506.
[7] P. Baroja, Divagaciones apasionadas, Ed. Caro Raggio, Madrid, 1985, p. 101.
[8] A. Hitler, Mi Lucha, Parte 2ª, Cap. X.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Injusto tratamiento informativo a Ciudadanos


Albert Rivera no sale en ningún sitio

'La Vanguardia, El Periódico y El País 'pasan' de Ciudadanos'.
Hecho que queda constatado, a raíz de la carta enviada por C's a estos medios.



Ciudadanos ha enviado una carta a La Vanguardia, El Periódico y El País, quejándose "por el nulo trato informativo recibido en estos tres diarios". Pese a todo, la carta no ha sido publicada en ninguno de los medios. "Leyendo el diario que dirige con suma dedicación y profesionalidad constato que en su edición del pasado viernes (5 de septiembre de 2008) no aparece, ni tan solo en un breve, la solicitud que Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía hizo, en un acto anunciado a los medios de comunicación, a la Delegación del Gobierno en Cataluña para que se cumpla la Ley de Banderas en diversos ayuntamientos catalanes que incumplen flagrantemente la citada ley", se explica en la carta.

"Como sus lectores se merecen una información lo más completa y amplia posible, tarea de la cual no dudo que usted empeña todo el día, le ruego enmiende el lapsus informativo publicando esta carta en la que le expongo brevemente lo que el presidente del partido y diputado en el Parlamento autonómico, Albert Rivera, presentó ante las instancias institucionales citadas anteriormente", se añade.

Aquí puedes leer la CARTA COMPLETA.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Savater: Balance del Manifiesto por la Lengua Común

Publicado en EL PAIS

Recuerdan la anécdota del orador que se levanta para pronunciar su alocución tras el banquete y pregunta a un comensal remoto: "Usted, allí al fondo, ¿me escucha bien?". Y el otro responde: "Perfectamente, pero voy a cambiarme con aquel señor, porque parece que allí ya no se oye". También yo he estado esperando hasta que han respondido al Manifiesto por la Lengua Común incluso los que se sentaban voluntariamente allí donde es imposible escuchar lo que dice. Pensando a veces, con cierto desaliento, que es una seria objeción contra la existencia de la lengua común el que muchos que parecen comprenderla malinterpreten tan patentemente un texto sencillo como ése. Pero en todo caso me parece una obligación de cortesía intentar finalmente hacer balance y responder a quienes se han molestado en hacer objeciones inteligibles a esa propuesta. Desde luego, sólo voy a tomar en cuenta las de cierto calado, que no han sido las más numerosas. En cuanto a las demás... bueno, a pesar de la artritis estoy dispuesto a agacharme ocasionalmente un poco para quedar a la altura de ciertos argumentos y seguir la discusión, pero no pienso ponerme a cuatro patas, como se requeriría para responder a otros. Asumo mis limitaciones por arriba... y por abajo.

Tampoco me detendré en algunos reproches que considero desenfocados. Por ejemplo, los de quienes han insistido en recordar que la lengua castellana -pujante y cada vez más extendida por el planeta- no necesita defensa ninguna. El Manifiesto confirma ese punto desde su primer párrafo y evidentemente trata de otra cosa, por lo que sólo puedo rogar a los obstinados que se molesten en leer al menos sus cinco primeras líneas. Por cierto, es curioso que en el pasado mes de julio -cuando día sí y día no se nos recordaba en todos los medios de comunicación la invulnerabilidad del castellano- la Junta de Castilla-La Mancha y la Fundación Santillana otorgasen un merecido premio a Carlos Fuentes y a Lula de Silva, "por su defensa del idioma español", según dijo la prensa. Esperé sobrecogido una lluvia de protestas o la universal rechifla ante tarea tan superflua, pero nadie dijo ni pío: por lo visto, entonces no tocaba. Otros han expresado su recelo ante el apoyo que mostraron al manifiesto ciertos medios de comunicación y personas conocidas que no les parecen con suficiente garantía de salubridad progresista: por lo visto, para ellos todo lo que no se promueve desde la izquierda oficial está políticamente "manipulado", pecado grande. Reconozco ser poco sensible ante esta grave imputación. Es la costumbre: si los movimientos cívicos más activos del País Vasco, en los que he militado, hubiésemos esperado el apoyo o tan siquiera el permiso de los medios de comunicación y los intelectuales llamados "progresistas" para ponernos en marcha, todavía estaríamos en vísperas de salir por primera vez a la calle... Aún peor: si hubiéramos escuchado luego a bastantes de ellos, aún estaríamos dándonos golpes de pecho por haber salido. De modo que miren: no.

Pero pasemos a las objeciones que merecen mayor atención. Una de las más frecuentes asegura que en cualquiera de las autonomías bilingües sigue siendo el castellano la lengua mayoritariamente utilizada por los hablantes. Personalmente no lo dudo, pero... ¿es esto un pecado? ¿Es una injusticia que debe ser corregida o una enfermedad que ha de ser curada? Por razones históricas y culturales, el castellano no sólo es la lengua común de España, así establecida constitucionalmente, sino también uno de los idiomas internacionales de mayor peso presente y futuro. Ofrece ventajas evidentes respecto a otras a los empresarios y comerciantes, a los viajeros y a quienes buscan bibliografía. Los medios de comunicación de masas suelen preferirla por razones de eficacia económica: hay inmersión lingüística en la escuela, pero no en la prensa, y La Vanguardia sigue publicándose en castellano. Se trata de una primacía práctica perfectamente razonable, no de un monopolio dictatorial: las otras lenguas oficiales siguen teniendo su debido reconocimiento y su viabilidad a todos los niveles en las áreas regionales que les corresponden. Lo que resultaría un poco raro es llamar "normalización" al empeño de corregir por las bravas, a base de prohibiciones e imposiciones, esta preferencia de tantos hablantes, bilingües o no... como si se tratase de un atropello. Puede que no haya un precepto constitucional que establezca que cada cual pueda ser educado en la lengua que prefiera -es lo que el Manifiesto propone corregir-, pero aún menos en ninguna parte de la Constitución se dice que en las comunidades bilingües la lengua co-oficial deba alcanzar forzosamente un uso igual o mayor que el castellano.

Otros de nuestros críticos (por ejemplo, el propio ex presidente Pujol, en una entrevista reciente) nos recuerdan que los niños en Cataluña conocen perfectamente el castellano, aunque estudien en catalán. Incluso podríamos añadir que en los exámenes para determinar los resultados del informe PISA, los estudiantes vascos -aunque estudien en euskera- hacen las pruebas en castellano para mejorar sus resultados. Pero nada de esto tiene que ver con el fondo del asunto. No se trata de que los niños (o los ciudadanos adultos, tanto da) sepan o no castellano: lo aprenderán sin duda de un modo u otro, como terminarán adquiriendo nociones de inglés a través de las letras de sus grupos preferidos de rock, porque se trata de idiomas de comunicación internacional cuya pujanza no podrá ser cortocircuitada por ninguna burocracia etnicista local. Pero no es lo mismo conocer una lengua de modo más o menos sobrevenido que estudiar en ella y aprovechar todos sus recursos expresivos o bibliográficos, así como utilizarla habitualmente para recibir información de las autoridades o comunicarse institucionalmente. Y lo más importante, está en juego el derecho a poder utilizar siempre que uno lo desee la lengua oficial del país del que somos ciudadanos, aun allí dónde coexiste con otras regionales. Invocar este derecho no es una reminiscencia franquista, salvo para quienes han olvidado lo que estipulaba la Constitución republicana de 1931 en su artículo 4 (bastante más perentoria y nítida al respecto que la actual). Por cierto, cuando uno ve los obtusos y sectarios que son respecto al presente ciertos adalides de la memoria histórica, entran dudas respecto a la exactitud de la visión del pasado que tratan de oficializar.

¡Ah, pero hablar de derechos lingüísticos es embrollar las cosas, según dicen algunos sabios del establishment! ¡La "demagogia de los derechos" no soluciona nada! Es mejor resolver esos temas por medio de acuerdos consuetudinarios y confiar en el sentido común. Dejemos a un lado los derechos y volvamos a los apaños: insólito consejo, por cierto, para venir de profesionales de la filosofía política... Sin embargo, perdón por la insistencia: ¿hay algún otro país en la CE -dejemos a un lado la nada envidiable Bélgica- en que los ciudadanos se vean impedidos para usar normal y culturalmente la lengua mayoritaria en determinadas regiones de su territorio? ¿no es lógico que entonces invoquen su derecho a algo tan elemental, sean cuales fueren las "costumbres" que otros tratan de imponerles?

Con todo, hay algo de verdad en la teoría de los "apaños": es cierto que en las comunidades bilingües los ciudadanos conviven y se entienden con pocos roces en las lenguas co-oficiales. Los problemas vienen cuando allí se legisla de tal modo que esa armonía se rompa para obstaculizar institucionalmente el derecho a usar una de ellas. Porque el busilis de la cuestión no es el bilingüismo, desde luego, sino el biestatismo que los nacionalistas pretenden imponer en sus autonomías. Es decir, que haya dos Estados superpuestos, el local que ellos controlan más y más, junto al general que soportan y al que sólo acuden cuando esperan beneficios. En tal empeño biestatal, la marginación de todo elemento común con el resto del país -empezando por la lengua- es una herramienta esencial. Como esencial resulta para quienes pensamos de otro modo oponernos a tal tendencia y denunciarla. Se trata, en efecto, de una cuestión política, como con rara clarividencia han señalado algunos de nuestros críticos...

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Albert Rivera: "España, nación de Ciudadanos"

Conferencia impartida por Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, el 19 de julio de 2008, dentro de la II Escuela de Verano organizada en Santander por la Fundación DENAES.

Es para mí un gran honor como santanderino, como ciudadano, como ex-candidato de C's, y como miembro activo de Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía, presentaros a Albert Rivera. Y para ello, nada mejor que el video de la conferencia que impartió en el Salón Real del Palacio de la Magdalena de Santander.

Podéis ver aquí el resumen elaborado por nuestros compañeros de la Agrupación Digital de C's:




Si deseas ver el video completo, puedes hacerlo desde la página de la Fundación DENAES.


jueves, 4 de septiembre de 2008

SANTANDER Y LA CULTURA

Editorial de EL DIARIO MONTAÑÉS:

La decisión del Ayuntamiento de Santander de presentar la candidatura de la ciudad para ser Capital Europea de la Cultura en el año 2016 es una iniciativa acertada que puede suponer un fuerte impulso para la capital de Cantabria, ya que si logra ser la elegida será necesario realizar reformas e inversiones para afrontar ese reto. Los precedentes de otras ciudades indican que un evento de esa dimensión transforma y moderniza los espacios urbanos. El hecho de que la candidatura esté respaldada de forma clara y sin fisuras por el Gobierno de Cantabria y por el Banco Santander es una garantía de que se puede presentar un proyecto atractivo, capaz de competir con otras urbes que pugnan ya por obtener la designación.

Santander cuenta con una serie de elementos que consolidan su aspiración y que, sin duda, serán tenidos en cuenta por el órgano que deba decidir: una larga y profunda tradición cultural con elementos actuales de tanta importancia como el Museo de Prehistoria -sin duda el mejor del mundo en arte paleolítico- , la Biblioteca Menéndez Pelayo, la Universidad de Cantabria con sus diferentes 'aulas' de proyección cultural y los cursos de verano, el Festival Internacional, el Concurso de Piano, la Fundación Marcelino Botín, que lleva a cabo una programación extraordinaria -la muestra de este año de Jean-Michel Basquiat es un buen ejemplo-, el Ateneo, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con una actividad de primer orden y para esa fecha se dispondrá ya de la Biblioteca, archivo que se ha construido en el antiguo edificio de Tabacalera en la calle Marqués de la Hermida.

La carrera para la nominación no es sencilla, ya que existe una fuerte competencia y nuestra ciudad parte con cierto retraso. Sin embargo la imagen cultural de Santander es muy potente y, si se trabaja duro y bien, se puede lograr la victoria. Otras urbes que ya han acogido este evento han tenido excelentes resultados porque el atractivo de ser sede europea genera un flujo de visitantes muy elevado y, en consecuencia, de ingresos y porque para hacer frente a ese reto será imprescindible poner a punto una serie de proyectos que ahora se encuentran en fase de letargo.

El trabajo en equipo del Ayuntamiento, Gobierno regional y banco Santander es imprescindible para que sobre esa base se puedan adherir otras instituciones hasta conformar un núcleo capaz de abordar un proyecto tan ambicioso.

Los primeros pasos deben darse con urgencia: formar un equipo profesional que se encargue de la gestión de la candidatura y de elaborar un proyecto sólido, inteligente, ilusionante y pragmático que coloque a Santander en la posición de cabeza para la elección de sede. Nuestra ciudad necesita retos para avanzar, esta ventana de oportunidad de ser Capital Europea de la Cultura es extraordinaria y debe ser aprovechada al máximo y recibir el apoyo de todos.



COMENTARIO DE CIUDADANOS (C's):

Desde C's, apoyamos esta excelente iniciativa, que puede situar a Santander, y a Cantabria, en el lugar que se merece, gracias a sus excelentes activos culturales.

Felicitamos al alcalde, Iñigo de la Serna, por impulsar esta candidatura, en la que todos podemos y debemos aportar nuestro granito de arena. Santander y los santanderinos se lo merecen.

Competirá con otras 16 urbes españolas por una nominación que se decidirá dentro de cuatro años

MARIANA CORES

Santander quiere ser Capital Europea de la Cultura en 2016. Para ello ha iniciado una carrera contrarreloj que concluirá en 2012. Durante los próximos cuatro años deberá desarrollar todo un proyecto cultural que eclipse a los que presentarán otras muchas ciudades españolas aspirantes (por el momento hay 16) a obtener este título, que otorga la Unión Europea. España compartirá este título con otra ciudad polaca.

El próximo día 19, según explicó el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, se presentará esta iniciativa a la sociedad cántabra en el Palacio de la Magdalena, arropada por los tres dirigentes de las instituciones que la liderarán: Íñigo de la Serna, Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, y Emilio Botín, presidente del banco Santander. Además de explicar las características del proyecto y desvelar puntos de su contenido, se firmará el manifiesto Santander 2016, al que se podrá adherir todo aquel que lo desee.

Se trata, apuntó De la Serna, de una «gran oportunidad de proyectar Santander hacia Europa y el mundo». De resultar elegida la capital cántabra como Capital de la Cultura resultaría «un honor ser la referencia cultural de millones de europeos», apostilló.

Colaboración

Pero dada la envergadura de este proyecto, el alcalde resaltó la importancia de la colaboración y consenso de las instituciones políticas y a los agentes sociales. Para ello, el equipo de gobierno municipal «hará lo posible para que no haya colores políticos ni partidismos», sino que se trate de un proyecto «para las personas».

Indicó que se trata de un momento «singular y único» para «involucrar a los ciudadanos» en esta actuación. Recordó cómo los cántabros, ante determinados eventos deportivos relacionados con la región, se sienten «orgullosos» y «manifiestan su ilusión». Algo que deseó se repitiera con este proyecto. De la Serna apuntó que la candidatura servirá como «motor de desarrollo». Será «una ocasión única para la puesta en marcha de proyectos ya redactados» y se generarán «nuevas iniciativas» que «enriquecerán» a Santander, principalmente en lo que a infraestructuras se refiere. A este respecto nombró el Museo de Cantabria, que deberá de «acelerar los trámites» para su construcción y que será una de las «bases más sólidas de la candidatura».

También apuntó que todas estas actuaciones o actividades no se diseñarán únicamente para el año 2016, sino que las infraestructuras y dotaciones «perdurarán en el ciudad», con el objetivo de que permitan a Santander dar «un salto cualitativo hacia la modernidad».

Tras la presentación en el Palacio de la Magdalena, para la preparación de la candidatura se crearán diferentes comisiones, como el Consejo de Participación o el Asesor.

«Habrá rivalidad»

De la Serna aclaró que «habrá competencia y rivalidad» con otras ciudades españolas, pero «pensamos que estamos a la altura», ya que «contamos con apoyos sólidos de instituciones públicas y privadas» y, además, «tenemos las ideas claras. De lo contrario no hubiéramos presentado el proyecto a los medios de comunicación».

Entre las principales rivales de Santander están ciudades como Córdoba, que firmó su manifiesto a finales de 2002, por lo que lleva seis años de ventaja en la preparación. Otras como Cuenca presentaron su candidatura en enero de 2007.

Pero aún así, de no conseguir la candidatura («que se conseguirá»), la «ciudad ya saldría ganando», aseguró el alcalde, en referencia a las diferentes actuaciones que se desarrollarán en la capital cántabra en los próximos años.

Según las bases del programa, la designación de la Capital Europea de la Cultura contribuye a valorar la riqueza, la diversidad y las características comunes de las culturas europeas y permite un mejor conocimiento mutuo entre los ciudadanos de la Unión Europea.

El origen de todo este proceso está en Grecia en el año 1983. La idea de designar una ciudad europea como capital de la cultura surgió con el objetivo de poner en valor el patrimonio cultural de las ciudades europeas. Desde entonces, las urbes españolas que han obtenido este reconocimiento han sido Madrid en el año 1992, Santiago de Compostela en el 2000 y Salamanca en el 2002.