En una ocasión, un locutor de radio advertía a todos los que transitaban por una autopista que tuvieran cuidado porque andaba suelto un loco circulando en dirección contraria. El loco en cuestión, que esto oyó, exclamó: ¡Cómo uno, si son cientos y cientos! Yo creo que esto le pasa a Zapatero con la recuperación de la crisis económica. Es el único que la está viendo, que vislumbra cómo España empieza a salir de ella, a pesar de los más de cuatro millones de parados, a pesar del brutal endeudamiento y a pesar del galopante déficit público.
Mientras los más reputados economistas le advierten de que no tiene hechos los deberes más elementales, él sigue erre que erre diciendo que ya empezamos a salir del agujero. No sabe muy bien por qué, ni tampoco explica el cómo; pero dice que salimos, y salimos. ¿No creerá que vamos a salir fácilmente del embrollo en el que él nos metió con lo del Estatuto de Cataluña? Pues Señor, ahí lo tienen. Desde que le prometió a Maragall que aceptaría lo que viniera del Parlament de Catalunya hasta lo que chalaneó, puro va puro viene, con Artur Mas, fraguó lo que amenaza con convertirse en el problema institucional más serio desde que murió Franco, y todo porque ZP es sólo un aventurero que con tal de mantenerse en el poder ha pactado con independentistas que sólo quieren ir descuartizando España. Ahora sale Montilla y dice que si el Constitucional no les da la razón, habrá problemas de convivencia en Cataluña. Toda una amenaza. O Artur Mas, que pide lisa y llanamente que el Constitucional se olvide del pleito.
Mientras los más reputados economistas le advierten de que no tiene hechos los deberes más elementales, él sigue erre que erre diciendo que ya empezamos a salir del agujero. No sabe muy bien por qué, ni tampoco explica el cómo; pero dice que salimos, y salimos. ¿No creerá que vamos a salir fácilmente del embrollo en el que él nos metió con lo del Estatuto de Cataluña? Pues Señor, ahí lo tienen. Desde que le prometió a Maragall que aceptaría lo que viniera del Parlament de Catalunya hasta lo que chalaneó, puro va puro viene, con Artur Mas, fraguó lo que amenaza con convertirse en el problema institucional más serio desde que murió Franco, y todo porque ZP es sólo un aventurero que con tal de mantenerse en el poder ha pactado con independentistas que sólo quieren ir descuartizando España. Ahora sale Montilla y dice que si el Constitucional no les da la razón, habrá problemas de convivencia en Cataluña. Toda una amenaza. O Artur Mas, que pide lisa y llanamente que el Constitucional se olvide del pleito.
Y Zapatero a sus asuntos, que no son otros que seguir dándole a la pelotita hacia delante para ver si escampa, si Rajoy acaba por hundirse y si él organiza más puestas en escena para que le digan que no está solo. Querido ZP, ¿qué pecado habremos cometido para merecerte? ¿Vas a hacer algo por escuchar a la gente sensata? Lo veo muy mal.
Miguel Durán es abogado y ex-candidato a las elecciones europeas con Ciudadanos de España
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