Los señores diputados siempre viven bien, suban los carburantes, la luz o las hipotecas. El paro y la inflación siempre son otros quienes lo sufren. Un diputado culiparlante, de esos que sólo va a votar, gana 3.126,52 € al, mes, cantidad a la que hay que añadir el complemento de 1.823,86 € de gastos de desplazamiento y manutención si residen fuera de Madrid, 870,56 € para los electos por Madrid. Es decir se meten a la andorga 5.000 euros todos los meses, pero es que además por razón del cargo o pertenencia a comisiones, pueden obtener otro complemento de hasta 3.000 euros más. Los padres de la patria lo ganan bien, aunque no crean en la patria.
Porque nacionalistas y socialistas quieren rebajar la jornada laboral de los señores diputados. En vez de tres días a la semana, sólo dos, los martes y los miércoles. Se elimina así la jornada del pleno de los jueves. Así los señores diputados empezarían su fin de semana el miércoles al salir del Congreso y se prolongaría hasta su regreso los martes. ¿No esta mal eh? Esa es la propuesta de Bono, que PNV, CiU, ERC y BNG se han apresurado a respaldar. Como en los buenos tiempos de Anguita, sólo el PP e IU se han opuesto a tan escandalosa propuesta de los que dicen representar al pueblo, cuando corren tiempos de crisis para el resto de los mortales.
En el PSOE están defendiendo lo de trabajar menos y cobrar igual como una forma de conciliar la vida laboral con la familiar de los señores diputados. Hay que ver la cara tan dura que tienen los señoritos progres. Y es que hay que tenerla de cemento armado para defender semejantes privilegios, cuando el resto de españolitos tiene que trabajar una jornada de 6 días a la semana, o a lo sumo 5, y si quieren conciliar su vida familiar reduciendo jornada laboral, sufren el correspondiente descuento en el sueldo de las horas que no trabajan.
Pero es que además los señores diputados no es que suden su sueldo. Lo habitual es que, salvo que se trate de un pleno con repercusión mediática, estén en su escaño unos minutos, salgan, y ya no vuelvan hasta el momento de la votación. Ellos se disculpan diciendo que se van a los despachos a trabajar.
Todo un ejemplo de productividad estos diputados socialistas. Y es que en plena crisis económica tengan estas ocurrencias lo que rebela es un total desprecio por el pueblo llano y que se consideran una casta aparte con derecho a hacer lo que les de la gana, ¿será por eso por lo que les gusta tanto el relativismo? Después van presumiendo de sensibilidad social, y lo gordo es que aún hay tontainas que se creen ese cliché de políticos de derechas capitalistas y defensores de los intereses de los privilegiados y políticos izquierdistas defensores de los débiles y desfavorecidos. Van listos, no tienen más que repasar la cuenta de resultados de sus iconos “progres”, desde políticos a artistas o periodistas, Felipe González, Boyer, Solchaga, Cebrian, Ana Belen, Buenafuente, Sarda, Sopena etc. etc. y buscar en qué han favorecido alguna vez a esos trabajadores que dicen defender.
Además la propuesta del PSOE perjudica el pluralismo al reducir las sesiones plenarias a sólo dos días, y no a tres y por tanto privar a grupos minoritarios como UPyD e IU, la posibilidad de intervenir en los debates.
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