Díez se ha mostrado partidaria del bilingüismo y ha argumentado que el castellano o español “no está siendo perseguido, pero sí discriminado”. Mientras que Robles ha defendido la necesidad de legislar frente a la “inmersión lingüística” que defienden los partidos nacionalistas, máxime cuando CiU y ERC “hablan de la necesidad de hacer una nueva ley contraria a una intervención del Estado en Cataluña que garantice las tres horas de castellano”.
Durante la presentación del libro, reeditado 16 años después de que fuera publicado por el ahora diputado autonómico, bajo el pseudónimo de Azahara Larra Servet, ambos políticos han coincidido en criticar a los sucesivos gobiernos centrales, especialmente al presidido por Zapatero, por “acomplejarse” y “asimilar” el discurso nacionalista.
“El problema no son los nacionalistas”, ha explicado Díez, “sino que no hay partidos nacionales de Estado que defiendan a las miles de familias discriminadas que no pueden educar a sus hijos en la lengua vehicular del Estado”, y ha defendido una reforma de la Constitución, concretamente en lo referente a la protección de las lenguas cooficiales: “Las lenguas no necesitan protección porque no tienen derechos ni son perseguidas”.
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