Frases para ciudadanos:

"Todos hemos nacido iguales, y los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenazados". (J.F. Kennedy).

"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

jueves, 30 de octubre de 2008

'El juez de la izquierda friki', por Iñaki Ezkerra

Nuestro amigo Iñaki Ezkerra sigue haciendo gala de su afilada pluma, que en esta ocasión se centra en la figura del juez Garzón, musa de los frikis del revisionismo histórico. Como buen friki (me refiero al susodicho juez), gusta de vestirse con atuendos estrafalarios, de inspiración clásica, como podéis ver en las siguientes fotos.



Publicado en LA RAZÓN 28/10/08

'El juez de la izquierda friki'

Hay quienes creen que los frikis son sólo de derechas, que cuando esa tribu urbana se politiza sólo le da por ir a las manifas para envolverse en la bandera española como si fuera una toalla de baño o para llevar en la nariz un piercing con el Águila de San Juan, pero no. También hay un frikismo de izquierdas, una izquierda friki que quedó perfectamente retratada con Zerolo en la pasada Legislatura y que ahora tiene su encarnación máxima en el juez Garzón. Sin la clave friki no se puede entender su comportamiento, su salida de tono, la extemporaneidad de su propuesta tanatofágica, su radicalidad descontextualizada, ese necroprogresismo estridente hasta la caricatura y -sobre todo- su falta de sentido del ridículo. Este último aspecto es fundamental para el diagnóstico. Lo que caracteriza esencialmente al friki es que no se avergüenza de dar el cante sino que lo desea ardientemente hasta el punto de que ese objetivo es parte constitutiva de su propia esencia. Por esa razón hablar del “orgullo friki” es una redundancia, porque el frikismo es orgulloso hasta el exhibicionismo por propia definición.

Vayamos a la raíz terminológica. El vocablo friki ha resultado un indudable hallazgo expresivo que delata un espécimen de la fauna metropolitana que no estaba hasta hace muy poco tiempo catalogado y para el que se quedaban cortos adjetivos como hortera, cutre, heavy o kitsch… El friki es todo eso pero es algo, mucho más que eso. Es alguien que alcanza una redondez, una inquietante perfección en lo genuino-monstruoso. El Friki presenta una voluntad de estridencia que renuncia incluso a los aliados, a la secta. Cada friki es un mundo aparte porque su estética es la más libre de cuantas existen o aspira al menos a una radical libertad. Ésta es la gran contradicción del friki político (y la de Garzón por lo tanto), que supone ya una concesión a lo colectivo, a la uniformidad. Estaríamos ante una mutación genética del frikismo originario. El friki es por esencia creativo e independiente. Incluso cuando estamos ante un friki vulgar hay algo que le salva de lo gregario en esa vulgaridad misma. Ese algo es su tara original en la propia grisura, su enfermedad. El friki es un enfermo de un desconocido virus. Yo creo que es un enfermo de sí mismo. Posee una sobredosis de intimidad que se traduce en hecho externo, en fachada, en reafirmación vitalista y casi espinoziana del mal gusto impenitente. El friki es un bastardo del individualismo occidental, un postrero fruto de él, una prueba de su florecimiento entre patético y estético. Esta sería la segunda contradicción del caso que nos ocupa. El frikismo de Garzón no sólo sería estético sino ético, o –dicho exactamente- se produce más en el terreno de la ética que en el de la estética. De este modo y por las razones expuestas, todo lo que sea escandalizarse no es algo que intimide al friki -de la judicatura en este caso- sino que le anima, le potencia, le reafirma en su excentricidad. De la terminología habríamos pasado a la axiología. El escándalo es a fin de cuentas una apelación formal o moral que no le afecta sino que le nutre en su injustificado narcisismo.

Como el escándalo no sirve contra este mal, ha de buscarse el antídoto en la propia legalidad y basar cualquier medida que venga de ésta en las víctimas que el frikismo garzoniano-judicial está produciendo: una de ellas, la propia Justicia española a la que ya sólo le faltaba esto para desprestigiarse; las otras, los supervivientes sensatos de ambos bandos de la Guerra Civil que perdieron a los suyos trágicamente y que no deseaban que se les hiciera revivir aquel indecible dolor. Porque el crimen que está cometiendo impunemente Garzón no es el de remover la tierra en las fosas sino en los corazones.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Un parlamentario popular del Parlamento gallego, expulsado por negarse a utilizar el término "Galiza"

Continuando con el texto de la conferencia de nuestro paisano Jesús Laínz sobre la aniquilación de la toponimia española, publicada ayer en este blog, la tozuda realidad vuelve a darle la razón a su certero análisis.

Hoy tenemos constancia de que la situación que tan claramente nos exponía Jesús, sigue produciéndose, y reproduciéndose, por toda España. En este caso, la noticia nos viene de Galicia, que no de "Galiza".

Noticia publicada hoy en ABC:

Expulsado del Parlamento un diputado del PP por su negativa a usar el término «Galiza»

La misma confrontación lingüística que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, negaba en una de sus intervenciones en Vigo, se convertía en la protagonista indiscutible de la jornada parlamentaria de ayer. Y es que por mucho que se empeñen en convencer a la sociedad de que la intención es la de poder elegir libremente entre las lenguas coexistentes, lo cierto es que la imposición gana cada vez más terreno.

El enfrentamiento entre el diputado del BNG y presidente de la comisión de Educación y Cultura del Parlamento gallego, Bieito Lobeira, y el popular Ignacio López-Chaves en cuanto a «terminología» no es ninguna novedad. Ya el pasado 11 de octubre se enzarzaban en una disputa lingüística sin llegar a ninguna conclusión. Mientras que el primero defendió su derecho a emplear el topónimo «Galiza», argumentando que es la «forma genuina del nombre del país», el segundo sostuvo que el «nombre oficial» es Galicia, apoyándose en una resolución de la Real Academia Gallega.

En aquel momento, Lobeira argumentaba con todas las de la ley que el uso de una u otra forma es una cuestión de «libertad de expresión» y que «Galiza» aparece en algunos documentos de la Cámara, por lo que pidió respeto. No obstante, el representante frentista volvió a ser ayer víctima de sus propias palabras. A su veto a ABC por defender el uso del topónimo «La Coruña», no respetando entonces la citada «libertad», se une la expulsión del secretario de la comisión de Educación y Cultura del Parlamento Gallego, Ignacio López-Chaves (PP), ante su negativa de certificar la existencia de quórum en dicha comisión por la pretensión del diputado del BNG de denominarla «de Galiza».

Así, como estaba previsto, el representante popular tomó nota del quórum en la «Comisión de Educación y Cultura del Parlamento de Galicia» y fue cuando Lobeira iba a dar por constituida la «Comisión 4 do Parlamento de Galiza» cuando surgió de nuevo la alusión de este primero a la imposibilidad de que se constituya una comisión que no existe.

Como ya ocurriera en otras ocasiones, ambos discreparon durante varios minutos, y tras dos llamadas de atención del nacionalista llegó la amenaza de expulsión. Y dicho y hecho. Ante una irónica pregunta, «¿de qué comisión me va a expulsar?» -por parte de López-Chaves-, la respuesta estaba clara: «por favor abandone la sala».

Después de anunciar la correspondiente sanción al diputado popular, en base al reglamento vigente, Manuela López Besteiro sacó la cara por su compañero de partido, para el que pidió respeto. Asimismo, reprochó que fuera de micro un miembro del BNG le llamase «cerebro de mosquito».

La también diputada del PP comunicó que, en solidaridad, su grupo abandonaba la sesión, aunque tenían que defender cuatro preguntas en el orden del día. Así, todos los representantes populares abandonaron la sesión, que continuó con un único punto, la comparecencia del director general de Creación y Difusión Cultural, Luis Bará.

Antes de dar la palabra al compareciente, Lobeira justificó que sus decisiones se ampararon en el reglamento de la Cámara, concretamente, en los artículos 105 y 106, y que el motivo de la expulsión se debió a la «imposibilidad de poder desarrollar con normalidad la sesión».
A continuación, reproduzco el comentario de Cristina Losada, en Libertad Digital, sobre este tema.


El diputado Ignacio López-Chaves es, a todas luces, un bicho raro. Se empeña en hablar en español en el parlamento gallego, como antes lo hacía en el ayuntamiento de Vigo. Cuando la mayoría de sus compañeros de filas, del Partido Popular, optaron por inclinarse cual flexibles juncos orientales ante la proscripción de la lengua común, él se mantuvo en sus trece. Pero no sólo desafió de ese modo la ley no escrita que impide expresarse, en el ámbito político, en el idioma oficial de España y cooficial en Galicia. Resulta que persistió en invocar la ley escrita. Y eso es demasiado.

Puntualmente, cada vez que se reunía la comisión de Cultura del parlamento, de la que el diputado es secretario, se resistía a que su presidente transformara a Galicia en Galiza. Al nacionalismo galaico se le indigesta que el nombre de esta región sea idéntico en gallego y en español. El narcisismo de las pequeñas diferencias no tolera tales igualdades. De manera que los bloqueiros gobiernan en Galiza, aunque no dejen de beneficiarse de los tributos que se abonan en Galicia.

La oposición de López-Chaves a legitimar la existencia de ese territorio ficticio, privativo y privado del nacionalismo, le ha valido finalmente su expulsión de la comisión. Un castigo que ha merecido el aplauso de los socialistas, que compran su permanencia en el poder rindiendo vasallaje a los fanáticos de la nazón. Además, como acaba de decir Touriño, tras apearse de su nuevo super-Audi, no hay conflicto lingüístico alguno; sólo polémicas artificiales. No existen, por tanto, imposiciones y los gallegos pueden elegir libremente cualquiera de los dos idiomas. Los nacionalistas habitan en Galiza y los socialistas en la negación de la realidad, que es un país muy suyo.

En fiel reflejo de la sumisión del establishment al nacionalismo ambiental, las crónicas de la prensa galaica recogían con fastidio la contumacia del diputado. Es intolerable que alguien perturbe la calma cuestionando los tabúes y fetiches de la tribu. Pendiente de decidir está si López-Chaves es un marciano, como apuntan los libros de texto catalanes, o un Michael Jackson, opción elegida en Galicia por esos manuales. Cuando los alumnos debidamente adoctrinados lleguen a plumillas, el título que lleva este artículo aparecerá en los papeles. Eso, claro está, en el improbable caso de que todavía quede un diputado que hable español en las taifas.

martes, 28 de octubre de 2008

Jesús Laínz: 'La liquidación de la toponimia Española'

Se dedican a destruir los topónimos más arraigados en la historia

¿Se creía usted que cuando los separatistas cambian los nombres que toda la vida han tenido sus localidades están defendiendo los arraigadísimos topónimos que "la opresión española" les había arrebatado? Pues está usted en un error: ocurre todo lo contrario.
Lo explica Jesús Laínz, en una conferencia que pronunció el 25 de octubre en la Fundación para la defensa de la nación española (DENAES) y que reproducimos seguidamente.

Como señala dando abundantes ejemplos: "Para conseguir la unidad de destino en lo euskaldún se ha hecho de todo. Por ejemplo eliminar de un plumazo el nombre de Fuenterrabía, topónimo impuesto por el franquismo allá por el año 1203, momento en el que la fundó Alfonso VIII de Castilla con ese nombre." En suma: "En la liberada Euskadi sabiniana, no sólo se persigue a las personas. También a las palabras."

JESÚS LAÍNZ

Ninguno de los problemas que estamos tratando aquí hoy ha surgido del suelo, como la hierba- Todos tienen causas muy concretas. O, para ser más exactos, son los síntomas de una patología política muy concreta: la llamada construcción nacional, que consiste en una enorme campaña de ingeniería social dirigida a dos objetivos. El primero, desconectar a gallegos, vascos y catalanes de los demás españoles. Y el segundo, desconectar a los mismos gallegos, vascos y catalanes de hoy de todas las anteriores generaciones.

Y para ello, siguiendo las enseñanzas de Orwell cuando advirtió de que “quien controla el pasado controla el futuro”, las dos herramientas fundamentales son la sustitución de la historia de verdad por una historia de ciencia ficción, junto con la conversión de la lengua en un medio de incomunicación.

Y hay un campo en el que estos dos caminos, el de la historia y el de la lengua, se cruzan de modo especial: la toponimia. Porque también con ella se lleva treinta años marcando las diferencias y los límites.

Con el rebautizo de los nombres de lugar nuestros separatistas patrios creen que se puede cambiar la esencia nacional de las personas.

Mediante la eliminación del topónimo en lengua española, la alteración del existente según reglas creadas para cada caso o la simple invención de nuevos términos nunca hasta entonces imaginados, nuestros voluntariosos separatistas, empeñados en la acción nacionalizadora sobre territorios y habitantes mediante las mágicas potencias del nombre, avanzan todos los días, sin obstáculo digno de mención ni a izquierda ni a derecha, en su delirante plan.

Ejemplos los hay a miles, y muchos son tan conocidos como la eliminación, no sólo para las regiones afectadas, sino para toda España, de palabras como Lérida, Gerona, La Coruña, Orense o Fuenterrabía, que en todas las cadenas de televisión de ámbito nacional, en las que, evidentemente, se habla la lengua de Cervantes, son siempre mencionadas como Lleida, Girona, A Coruña, Ourense y Hondarribia. Sin embargo, este criterio no se extiende a Alemania, Francia, Londres, Burdeos, Colonia o Amberes, que, para ser coherentes, debieran ser llamadas en el telediario Deutschland, France, London, Bordeaux, Köln y Antwerpen. Evidentemente, en TV3 la capital de Aragón es Saragossa.

La hipocresía de los alquimistas del topónimo no tiene límites: el artículo 10 de la Ley Básica de normalización del uso del euskera, norma de 1982, se estableció que “la nomenclatura oficial de los territorios, municipios, entidades de población, accidentes geográficos, vías urbanas y, en general, los topónimos de la Comunidad Autónoma Vasca, será establecida respetando en todo caso la originalidad euskaldún, romance o castellana con la grafía académica propia de cada lengua”, lo que ha venido siendo incumplido sistemáticamente desde hace un cuarto de siglo sin que ningún partido político haya protestado.

Para conseguir la unidad de destino en lo euskaldún se ha hecho de todo. Por ejemplo eliminar de un plumazo la citada Fuenterrabía, topónimo impuesto por el franquismo allá por el año 1203, momento en el que la fundó Alfonso VIII de Castilla con ese nombre.

También están las traducciones para imponer un nombre eusquérico a lugares que desde siempre sólo lo tuvieron romance. Por ejemplo, la comarca vizcaína de las Encartaciones, el tercio oriental de Vizcaya, lindero con las vecinas Burgos y Cantabria, donde jamás se habló vascuence y donde, evidentemente, no hay un solo topónimo en vascuence. Pues bien, ahora le ha surgido un absurdo Enkarterri que es una pura invención, así como un Valle de Carranza al que le ha crecido una k y una tx, y una cuevas de Pozalagua rebautizadas Pozalaguako kobak.

Curiosamente, en el sentido contrario no sucede. A nadie, ni en tiempos de Recaredo ni en los de Felipe II ni en los de Franco, se le ocurrió jamás adjudicar un topónimo castellano postizo. A nadie se la ha ocurrido jamás rebautizar al Goyerri como “Tierras altas”, ni a Azcoitia “Sobrelapeña”, ni a Azpeitia “Bajolapeña”, ni a Lizarza “Fresneda”, ni a Urrechu “Avellaneda”. Pero a Salinas de Añana ahora se le llama Gesaltza, a Villanueva Uribarri, a Ribera Alta Erribera Goitia y a San Román de San Millán Durruma Donemiliaga para pasmo de sus vecinos, incapaces de encontrar sus pueblos cuando han de buscarlos en la guía telefónica.

También está el cambio de ortografía, que ha llenado el País Vasco de bes por uves, de kas por ces y de tx por ches hasta el delirio.

Ahora Santurce se llama Santurtzi, es de suponer que porque los nacionalistas creen haber recuperado con ello algún antiquísimo topónimo eusquérico. Pero el problema es que Santurce es un nombre latinísimo, derivado del santo patrón del lugar, San Jorge, como el San Jurjo orensano, el Santiurde montañés o el Santurde riojano.

“Desde Santurtzi a Bilbo vengo por toda la orilla”

Por cierto, todo esto obligará a cambiar hasta las letras de las canciones que los vascos han cantado durante siglos, porque es de suponer que ahora lo correcto será “desde Santurtzi a Bilbo vengo por toda la orilla”…

Y ya que hemos llegado a la muy abertzale capital del Nervión, rebautizada por el PNV con tan tolkieniano nombre de “Bilbo”, quizá conviniese recordar que se llama Bilbao desde su misma fundación en el año 1300 por Don Diego López de Haro, mediante, por cierto —sarcasmos de la historia…— acta fundacional emitida en Valladolid otorgando a los bilbaínos el Fuero de Logroño.
Uno de los casos más interesantes es el de Pedernales, localidad vizcaína en la que reposa el cuerpo incorrupto de Sabino Arana. Pues bien, tan castellano nombre no podía ser aceptado, sobre todo para tan simbólico lugar, así que se dedujo que ya que un pedernal es una piedra (harri) con la que se hace fuego (su), el nombre vascamente puro de la localidad habría de incorporar esos dos elementos. Y de este modo Pedernales fue eliminado y quedó en Sukarrieta, lo que provocaría el asombro hasta del propio Sabino si levantara la cabeza.

Curiosamente, este afán por recuperar hasta cosas que nunca existieron no se da para el nombre más importante, el de toda la región, perdón, nación: Euskadi, disparate lingüístico de primer orden que ha sustituido a los viejos nombres con los que castellanohablantes y vascohablantes han llamado a su tierra desde hace muchos siglos: Euskalerría, Vasconia y Provincias Vascongadas.

Es muy significativo que este fenómeno no se da en otras partes, sobre todo en la imperialista y opresora Castilla, donde a nadie jamás se le ha ocurrido eliminar la Urria o la Artieta burgalesas, el Valdezcaray riojano, el Bascuñana conquense, o el Garray soriano en nombre de una identidad castellana a recuperar. Pero en la liberada Euskadi sabiniana, no sólo se persigue a las personas. También a las palabras.

Los mismos problemas de psiquiátrico se dan en Galicia, donde el peso de la responsabilidad por la eliminación de los topónimos castellanos, que han convivido con los gallegos desde siempre (Fisterra-Finisterre, Puentedeume-Pontedeume, Orense-Ourense, La Coruña-Coruña —sin la A—), recae no sobre los separatistas, sino sobre los gobiernos del PP antes y del PSOE ahora.

Pero no me extenderé en ello, pues, para continuar con la canción, termino “deprisa y corriendo porque me aprieta el corsé”.

Pero no quiero terminar sin señalar un detalle: los vascos, catalanes y gallegos tienen que darse cuenta de que mediante estas absurdas políticas no se está haciendo ningún favor ni a sus lenguas, ni a sus culturas, ni a sus identidades históricas. Todo lo contrario. En primer lugar, porque la imposición lingüística y las obsesiones palabreras sólo puede conducir, y lo estamos viendo ya, a la fobia hacia esas lenguas por parte de muchos ciudadanos. En segundo lugar, porque muy difícilmente se puede defender y potenciar lenguas, historias y personalidades colectivas falsificándolas, adulterándolas y eliminándolas sistemáticamente.

Nunca, en toda la historia, se ha perpetrado un ataque más devastador contra la lengua, la historia y la cultura de esas regiones. Los supuestos defensores de las esencias vascas, catalanas y gallegas han demostrado ser sus principales enemigos, pues lo único que han conseguido son ridículas parodias de aquello que pretenden defender.

Pero ha de tenerse en cuenta que todo esto no tiene nada que ver con la lengua, sino con la política. La persecución a la lengua no es más que un instrumento. Todo esto no surge del odio a la lengua española, sino del odio a España.

domingo, 26 de octubre de 2008

Ingrid Betancourt y los premios


Ingrid Betancourt ya tiene en sus manos el Premio Príncipe de Asturias a la Solidaridad 2008, y nadie se lo va a quitar.

En estos últimos días, y a raíz de sus declaraciones sobre el terrorismo se han publicado opiniones diversas al respecto.

Desde este modesto blog, quiero haceros llegar las opiniones que considero que mejor han tratado este tema, y con las que estoy plenamente de acuerdo. Se trata de dos luchadores contra el terrorismo, y contra la podredumbre ideológica que lo respalda, amparada en el caso de España por las ideologías nacionalistas: Iñaki Ezkerra y Jon Juaristi.


ENHORABUENA, INGRID
Iñaki Ezkerra, El Correo Digital (21-10-08)

Mi admirada Ingrid:

Te escribo esta carta antes que nada para darte la enhorabuena por tu liberación hace tres meses y también por el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia que te han concedido y que te mereces sobradamente. Creo que ese premio es un reconocimiento a la incuestionable e inmensa dignidad con la que has sabido sobrellevar tus terribles años de cautiverio. Creo que esos años de sufrimiento pero también de entereza están ahí, a la vista, y no te los puede negar ni quitar nadie, ni siquiera las voces que se pretenden moralmente autorizadas para esa triste labor. ¿Autorizadas para qué y por quién? ¿Quién da aquí esa clase de certificados morales y quién se cree con derecho a quitarlos? ¿Es que no se está descalificando ya por el mero hecho de creerse acreedor a esos derechos?

Quiero que sepas que no suscribo en absoluto la petición de mis antiguos compañeros del Foro Ermua, aunque soy uno de sus fundadores, de que devuelvas el Premio Príncipe de Asturias por haber hecho esas declaraciones polémicas. No es éste el único punto en el que discrepo con esas personas. Discrepo en el fondo y en la forma. ¿Quién y con qué autoridad ética te puede exigir que devuelvas ese reconocimiento? ¿Quién puede atreverse a tratarte con esa dureza y esa indignación después de lo que has pasado y has representado? ¿Quién se ha tirado la torta de años en el monte comiendo ranas y perdiéndose la infancia de sus hijos para dar ahora lecciones de nada? ¿Quién te va a devolver a ti cada una de las horas de los seis años que has vivido en la selva y en manos de las FARC?

Yo es que creo que el testimonio personal y existencial es muy importante, que las palabras de quien pone la vida en una causa tienen un valor añadido sobre las de quienes hablan desde un despacho calentito y bien enmoquetado. Yo es que creo que el Movimiento Cívico nació en el País Vasco para ir contra ETA, contra todos los terrorismos, no para ir contra Ingrid Betancourt ni contra ninguna víctima. Creo que los principios están para proteger a las víctimas y que si maltratamos a una víctima para defender esos principios hemos fracasado en nuestro objetivo o -aún peor- lo hemos traicionado. Creo, en fin, que entre tú y Chavez hay mucha distancia aunque sólo sea por la trayectoria personal, que lo es casi todo, y que no se puede dirigir nadie a ti como se dirigiría a él. El que no ha entendido esto no ha entendido nada. A mí es que me parecen fundamentales los matices, el estilo, el tono. Decía Cesare Pavese que “odiamos a alguien cuando se equivoca en el tono” y yo creo que algunos al hablar de ti y de tu premio se han empezado equivocando en eso, en el tono, para seguir equivocándose en los contenidos. No estamos aquí para juzgar inquisitorialmente a nadie y menos a una víctima sino para ayudarnos a luchar contra la violencia totalitaria. Creo que hay quienes no tienen claro esto y confunden el discurso democrático con dar capones a todo referente moral que pillan por delante. Necesito confesarte en voz alta que digas lo que digas y te posiciones como te posiciones para mí tú eres obviamente y vas a seguir siendo un referente moral.

También me gustaría decirte que ese reconocimiento a ti al que me sumo sin reservas no me impide discrepar de tus ideas sobre el diálogo y la negociación con terroristas. Estoy de acuerdo en tu fe en la fuerza de las palabras. No podría ser de otra forma en mi caso que no tengo más fuerza que ésa. Pero creo que es preciso distinguir entre el diálogo y la negociación (confusión semántica a la que ya estamos demasiado habituados en España), o sea entre la tarea de disuadir al terrorista de que siga siéndolo y la de darle la razón para ratificar su sinrazón, entre las conversaciones y las cesiones, entre las palabras, en fin, y los hechos que las desmienten. Y creo que es preciso distinguir también entre lo comprensible y lo justificable. Yo comprendo las palabras de alguien que, como tú, se ha pasado seis años cautiva, como comprendo a la familia de un secuestrado que paga o a un señor que roba en un supermercado por dar de comer a sus hijos. Otra cosa es que pìenso que eso, que es pefectamente comprensible, no es legalmente defendible.

Y creo que hay que partir de que la comparación de la situación española y de ETA con la de la Colombia en la que nacen las FARC es inadecuada. Esa comparación ya se dio antes con Clara Rojas durante el transcurso del último Congreso de Víctimas del Terrorismo organizado por el CEU y se saldó con la ausencia de la “oponente” anunciada. Fue una torpeza por parte de esa universidad mezclar la situación colombiana con la española, el terrorismo que surgió en un país en vías de desarrollo con el que sobrevive en otro de la Unión Europea. Sé que éste es un tema incómodo pero resulta evidente que se trata de dos contextos diferentes, que ahora con tu caso se vuelven a mezclar. Un país no desarrollado donde no existían clases medias sino marginación y oligarquía, donde el nivel de inseguridad en la calle es aún de los más altos del mundo y donde la selva con su propia ley, que no es la del Estado Derecho precisamente, ocupa más de la tercera parte del territorio nacional; donde la democracia ha constituido hasta hace no muchos años una débil entelequia; un país insondable cuya economía más boyante ha sido la sumergida y se ha sostenido sobre la producción de droga, donde la situación geopolítica permite aún mantener en amplios sectores de la población la fantasía de la Revolución y donde uno y otro fenómenos, narcótráfico y guerrilla, se mezclan y se necesitan, no es una referencia para un terrorismo de un país europeo y desarrollado. ¿Qué tiene que ver todo eso con la sociedad española actual y con el problema de ETA? El nacionalismo totalitario del País Vasco ha buscado siempre referencias inadecuadas para compararse, cuando no era la situación palestina era la irlandesa en cuyos casos sí ha habido invasión armada y confiscaciones de derechos básicos a los vencidos. Ahora, paradójicamente, desde algunos sectores de la derecha española se están también buscando comparaciones inapropiadas y la del contexto español con el colombiano es una de ellas, como también lo fue la de la lucha contra ETA con la guerra de Irak.

En fin, que yo también estoy por la palabra en la prensa, en las instituciones, en las calles y en las cárceles, pero en contra de la negociación, aunque no por ello haría nunca sangre contigo. Bastante sangre han hecho contigo las FARC. Sigues teniendo mi admiración y respeto desde mi significancia o insignificancia en la lucha contra el terror. Enhorabuena, Ingrid, Quiero que sepas que cuando recojas ese merecido premio, muchos españoles te aplaudiremos desde la solidaridad, la emoción y la discrepancia.

Iñaki Ezkerra es escritor y fundador del Foro Ermua

Jon Juaristi critica duramente a la junta directiva del Foro Ermua
Minuto Digital Publicado el 26 Octubre, 2008

Poco a poco las cosas se van clarificando en relación a la actual situación del Foro Ermua. El último en lanzar sus críticas contra la actual junta directiva ha sido Jon Juaristi, miembro del Foro Ermua y presidente de Papeles de Ermua.

El historiador ha criticado duramente a la junta directiva del Foro en un artículo publicado ayer domingo en ABC. Bajo el título de ‘Premios’, afirmaba que la última iniciativa de la organización “ilustra perfectamente la deriva errática de un movimiento cívico que pugna por encontrar justificaciones para sobrevivir a un marasmo endógeno, como los que suelen sufrir -léase a Tocqueville- los organismos que pierden sus funciones o no son ya capaces de desempeñarlas en nuevas situaciones históricas”.

¿Abrirá también expediente Inmaculada castilla de Cortazar a Juaristi como hizo con Ezkerra? ¿Por qué Juaristi continua como presidente de Papeles de Ermua si piensa así?

Reproducimos el artículo de Jon Juaristi en ABC:

PREMIOS
de Jon Juaristi, en ABC (26-10-08)

EL Foro Ermua exige que Ingrid Betancourt devuelva el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia porque, en teoría, habría desvirtuado la esencia del mismo al pronunciarse públicamente a favor del diálogo con la guerrilla colombiana, y tal demanda, me parece, ilustra perfectamente la deriva errática de un movimiento cívico que pugna por encontrar justificaciones para sobrevivir a un marasmo endógeno, como los que suelen sufrir -léase a Tocqueville- los organismos que pierden sus funciones o no son ya capaces de desempeñarlas en nuevas situaciones históricas. Por cierto, es más que probable que lo mismo le suceda en breve a la UGT de Cándido Méndez, que, con la que está cayendo, opta por desgastarse un poco más como sindicato, constituyéndose en acusación particular contra el franquismo en la causa general abierta por Garzón.

Personalmente, no me gusta la señora Betancourt. Su discurso en el acto del Teatro Campoamor de Oviedo ha sido un muestrario completo de todos los tópicos del buenismo multicultural y ecologista, sazonado con la superstición postmoderna de la omnipotencia de la palabra, ese ingrediente fundamental en el pensamiento mágico de la progresía y tan viejo, en rigor, como el mundo (tanto, que, ya en el Cantar del Cid se vapuleaba a los que el poema llama «lengua sin manos»). No me gusta Ingrid Betancourt y, si yo fuera colombiano, no le daría mi voto, pero no soy colombiano ni miembro del jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, y creo legítimo que los colombianos y los jurados de dicho premio voten a quien les apetezca, aunque uno no comparta sus gustos ni sus convicciones. Pero es que, además, hay un elemento razonable en el discurso de Ingrid Betancourt. Precisamente, el que ha sido blanco de las invectivas del Foro Ermua: la tesis de que se debe hablar con las FARC cuando está en juego la suerte de personas secuestradas. Puro sentido común. Cuando unos delincuentes toman rehenes, el objetivo primordial de todo Estado es salvar las vidas de aquéllos por todos los medios posibles, incluyendo el diálogo y la negociación con los secuestradores. Incluso el Estado de Israel, que ha sido mucho más implacable con los terroristas que cualquier otro Estado, ha dado un ejemplo conmovedor y amargo de sentido común al cambiar terroristas vivos por cadáveres de soldados israelíes asesinados en cautividad, porque Israel subordina las conveniencias estratégicas de todo tipo al compromiso ético de que todos sus soldados volverán a casa, vivos o muertos. Y, si esto no se entiende, la batalla contra el terrorismo estará perdida de antemano, porque, en el camino, se nos habrá extraviado el sentido común.

Por supuesto, en muchos casos la negociación y el diálogo no son medios posibles ni aconsejables. Hay organizaciones terroristas que nunca han querido negociar. El caso más claro es ETA, que sólo concibe un tipo de transacción: la económica, es decir, secuestrados por dinero. Nunca, rehenes a cambio de presos. Si ETA secuestra a un empresario, es seguro que intentará venderlo, pero si el secuestrado es un concejal, la oferta de negociación siempre será un señuelo para añadir al crimen la humillación del Estado democrático. Así lo hizo con Miguel Ángel Blanco, cuyo secuestro no fue sino el preludio sádico de una venganza homicida por el rescate policial de Juan Antonio Ortega Lara. Probablemente, las movilizaciones cívicas que Ingrid Betancourt ha convocado en Colombia serán tan inútiles para conseguir la liberación de los rehenes de las FARC como las grandes manifestaciones españolas del verano de 1997 lo fueron para salvar al joven edil de Ermua. O no. Ya se verá, aunque merezca más confianza la política antiterrorista del gobierno de Álvaro Uribe, de cuyo acierto la libertad que hoy goza Ingrid Betancourt es un ejemplo incontrovertible. Pero nada de esto justifica exigir a ésta la devolución del Premio Príncipe de Asturias, cuya esencia, dicho sea de paso, no es otra que el progresismo, la bondad universal y la sacarina. Si no la eficacia ni la honradez, las buenas intenciones son siempre recompensadas en España.

sábado, 25 de octubre de 2008

Jordi Cañas, portavoz de C's, estuvo en el acto en defensa de la libertad lingüística


Según Santiago Abascal, "la marginación del español es el ariete con el que los nacionalistas dividen la nación"

Convocadas por la Fundación para la Defensa de la Nación Española, ciudadanos y agrupaciones cívicas han celebrado este sábado en Madrid un acto en defensa de la libertad lingüística. Santiago Abascal lamentó en su discurso que la "marginación" del español es ahora el "ariete con el que partidos secesionistas pretenden dividir la Nación". Por su parte, otro popular, Alfonso Alonso, fue increpado por varios asistentes. El resto de ponentes coincidideron en exigir el cese del "chantaje de los nacionalistas". El acto acabó con el himno nacional al grito de "¡Viva España!".

Libertad Digital (Agencias) Abascal lamentó en su discurso la "cerrazón" y el "aldeanismo" de los nacionalistas, que "ven todos los males en la nación española", y ha recordado que "no podemos permitir" que lo que se construyó en el pasado "se venga abajo por la acción de los nacionalismos".

El presidente de DENAES consideró que la estrategia de los partidos separatistas está penetrando en las instituciones públicas, esencialmente las autonómicas, con la "inestimable ayuda" del sistema electoral español y con unos partidos nacionales –sin citar de forma directa a PSOE y PP– "demasiadas veces maniatados por los nacionalistas".

"Esta penetración ha infectado incluso a los propios partidos nacionales, en mayor o menor grado, con mayor o menor culpabilidad", recalcó el presidente de Denaes en la presentación de la jornada El Español en España. Abascal indicó que la "amenaza nacionalista" está teniendo sus efectos y alertó sobre el incremento de su peligro y de las consecuencias de la "marginación" del español. Así, el parlamentario popular recordó que en ciertas regiones españolas con lenguas distintas al español se "conculcan derechos elementales de los ciudadanos" y la "marginación" del español es ahora el "ariete con el que partidos secesionistas pretenden dividir la Nación".

La "crueldad" de las imposiciones lingüísticas

Por su parte, el consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, tachó de "crueldad" que en ciertas regiones los inmigrantes, tanto castellanohablantes como no, "tengan que aprender otra lengua con la excusa de la integración" y recordó que el español lo hablan cerca de 500 millones de personas en todo el mundo.

El diputado popular, Alfonso Alonso, aseguró que su partido mantiene el compromiso de garantizar la igualdad de los españoles, en el sentido de que todos los ciudadanos tienen derecho a utilizar y estudiar en castellano. En su intervención, Alonso, que ha sido interrumpido por las voces de algunos de los presentes que pedían que se marchase, ha considerado que "es importante trabajar dentro del ámbito de los partidos políticos para seguir defendiendo la coherencia de la aplicación de nuestros principios e ideas".

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Jordi Cañas, ha asegurado que "el objetivo de los nacionalistas no es otro que conseguir la independencia y desmembrar España", y ha apelado también a la responsabilidad del PP y del PSOE. Jordi Cañas, portavoz de Ciudadanos, calificó de "triste y "penoso" que a muchos españoles se les obligue a hablar en catalán, gallego o vasco. A su juicio, "los partidos nacionalistas, con la colaboración del PSOE y el PP han quebrado el principio de igualdad ante las leyes" en materia lingüística en España.


Cañas acusó a los partidos nacionalistas catalanes, gallegos y vascos de instrumentalizar las lenguas a fin de lograr la independencia de esas comunidades autónomas. Recalcó que éste es "un problema político creado por políticos, amparados en mentiras, para crear fronteras lingüísticas y sacrificando derechos de los ciudadanos".

En este sentido, Cañas añadió que este problema político requiere de una solución política y anunció que su partido tomará iniciativas para defender "el derecho de los hablantes y no de las lenguas".

A renglón seguido, el portavoz de Ciudadanos destacó que "hay que romper el silencio para acabar con el monolingüismo en la administración pública y abogar por el bilingüismo". "No flaquearemos jamás en la defensa de nuestros ciudadanos", concluyó.

El director de informativos de la Cadena Cope, Ignacio Villa, que ha conducido la jornada, ha insistido una y otra vez en que el de este sábado no era "un acto contra nada ni contra nadie", ya que sólo pretenden reivindicar la "libertad, la constitución y el español". Entre los intelectuales que han intervenido, Amando de Miguel, ha reseñado que "el intento por erradicar el español en algunas regiones es baldío, y ha insistido en la idea de que "la pretensión de los nacionalistas no es sólo la de imponer sus otras lenguas, sino la de erradicar la lengua española y desmembrar a España, lo que es imposible".

AFECTADOS

Previamente, representantes de diversas plataformas en defensa de la libertad lingüística y ciudadanos afectados por la "persecución" del español y la discriminación que sufren por querer hablarlo relataron los problema al que les ha llevado la inmersión lingüística en Cataluña, Baleares, Galicia y País Vasco.

Así, denunciaron la imposibilidad de la escolarización en castellano en esas comunidades autónomas; la implantación, por obligación, de las lenguas autonómicas en la administración pública (especialmente "grave", denunciaron, en la sanidad); y las sanciones a empresarios por no rotular en catalán, por ejemplo.

Todos ellos abogaron por el bilingüismo, pero recriminaron a los gobiernos autonómicos la imposición y la obligación de saber catalán, gallego y vasco y "ser despojados" del español.

Estas plataformas hicieron una petición a la Fundación Denaes en su lucha de la defensa de la nación española y del español, para que los niños puedan estudiar en castellano si así lo quieren sus padres y para acabar con la discriminación de esta lengua en la administración pública.

Desde la Plataforma vasca por la libertad de elección lingüística, Pablo Gay Pobes, ha señalado que el presidente del Gobierno está haciendo el "ridículo al negar la evidencia" de lo que ocurre con el español, y ha asegurado que "esos 'modistillos' que son los nacionalistas están engañando a Zapatero con el dinero de todos". Francisco Caja, de la plataforma catalana Convivencia Cívica, dijo que "basta ya de ceder al chantaje de los nacionalistas", y se ha preguntado si es democrático un gobierno que excluye de las escuelas al castellano.

viernes, 24 de octubre de 2008

Mañana, en Madrid, jornada sobre "El español en España"


Organizado por la Fundación DENAES, cuenta con la participación de varias asociaciones cívicas, y de partidos políticos constitucionalistas, como Ciudadanos (C's).


(Noticia recogida en ABC el 23-oct-08)

La hasta ahora dispersa respuesta ciudadana en contra de la marginación del castellano en varias autonomías cobrará fuerza y cohesión en el acto organizado por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), que se celebrará el sábado en el recinto ferial de Ifema, en Madrid, y en el que, a lo largo de la mañana, se desgranará un diagnóstico exhaustivo y preciso de una realidad de exclusión y repudio de la lengua común de los españoles, negada demasiado a menudo desde las instituciones y desde el propio Gobierno de la Nación.

Para ello, Denaes ha invitado a participar en esta convocatoria, que comenzará a las 11 de la mañana, tanto a representantes de todas las asociaciones cívicas representativas como a ciudadanos afectados por las imposiciones lingüísticas y a intelectuales que vienen alzando su voz contra esta situación. El presidente de Denaes, Santiago Abascal, que es también diputado del Partido Popular en el Parlamento vasco, explica a ABC que en terreno político contarán con el respaldo y el patrocinio de la Comunidad de Madrid y con participantes de Ciudadanos y de UPyD, pero insiste en que ello no significa que la iniciativa cierre sus puertas a otras formaciones políticas. «De hecho -comenta-, nos hemos puesto en contacto con el Partido Socialista y no hemos encontrado respuesta. Primero pedimos a José Blanco que asistiera y, cuando nos comunicaron que no lo haría, pedimos que viniese otro representante del PSOE. Pero no han recogido el guante», explica.

El propio Abascal abrirá el acto «sólo como presentación, para dejar que sea la sociedad la que hable», y, tras su intervención, tomará la palabra el consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty. Después se dará paso a los colectivos cívicos, con Francisco Caja, de la entidad Convivencia Cívica Catalana; José Antonio Amado, de la Mesa por la Libertad Lingüística de Galicia, y Pablo Gay-Pobes, portavoz de la Plataforma por la Libertad Lingüística del País Vasco. Tras cada una de estas disertaciones, ciudadanos afectados por la discriminación del español expondrán lo que están viviendo en carne propia a la hora de escolarizar a sus hijos o en sus relaciones con la Administración. Luego habrá espacio para los alegatos de miembros de sectores directamente perjudicados, caso de los funcionarios o los inmigrantes.

La vertiente política del problema lingüístico será debatida por el dirigente del PP vasco Alfonso Alonso; Elvira García, del Consejo de Dirección de UPyD, y Jordi Cañas, portavoz de Ciudadanos. Como colofón, las «palabras mayores» quedarán reservadas a los intelectuales: Gregorio Salvador, de la Real Academia Española, el filósofo Gustavo Bueno, el sociólogo Amando de Miguel y el historiador Fernando García de Cortázar.

En la organización del acto, que se cerrará con el Himno Nacional, no han faltado las habituales fricciones en el encaje de la participación de las asociaciones cívicas, pues, como recuerda Abascal, «se ha invitado a todas, pero sólo tres pueden subir a la tribuna». Así, ABC ha podido saber que entidades como Galicia Bilingüe o la catalana Asociación por la Tolerancia sintonizan con el espíritu de la convocatoria, pero no con la forma en que se ha gestionado.

NOTICIA recogida también en: Libertad Digital.
NOTICIA relacionada: EL MUNDO (24-oct.): "El PSOE y el PP también tienen su parte de culpa en la discriminación lingüística del español"

jueves, 23 de octubre de 2008

Debate sobre la persecución a la lengua española ¡en España!


Anoche pudimos ver en Popular TV un interesante debate sobre la persecución a la lengua española que se produce en algunas regiones de España.

En "La noche de Isabel San Sebastián" se analizó la situación de las lenguas en España, el problema de la inmersión lingüistica en Galicia, Cataluña y el País Vasco.

Sara Burgos, monitora catalana expulsada por hablar a los niños en catalán, y militante de CIUDADANOS (C's), e Isabel Calvo, una madre gallega afectada también por la imposición del gallego a sus hijos en la escuela nos dieron sus testimonios.

En el debate en plató participaron el escritor y paisano nuestro Jesús Lainz (ya conocido en este blog), Santiago Abascal, presidente de la Fundación Defensa de la Nación Española, Ignacio Balasch, desplazado lingüístico en Cataluña y el periodista Alfredo Semprún.

A continuación podéis ver el video del citado debate:

miércoles, 22 de octubre de 2008

Situación de la justicia española: el porqué de las movilizaciones


Desde que España goza de un sistema democrático, los distintos gobiernos que se han sucedido han intentado por todos los medios controlar la única faceta del poder que se les escapaba. Ciertamente, en un sistema arcaico en el que sólo accedían a la judicatura miembros de familias acomodadas y de un mismo extracto social e ideológico, la apertura del sistema a nuevas hornadas de opositores procedentes de todas las clases sociales, educados en la democracia y dispuestos a hacer respetar las leyes democráticamente aprobadas, lejos de satisfacer a los gobernantes les creó la inquietud de saber que, en adelante, sus habituales trapacerías no quedarían impunes.


Por lo tanto, una vez en manos de la nueva clase política los poderes legislativo y ejecutivo, tan sólo quedaba meter mano al judicial.


Los intentos de someter a la judicatura han sido constantes desde los primeros años de la transición. Para empezar, el establecimiento de un sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial por parte de las fuerzas políticas, cuando la Constitución dice claramente que se han de elegir por los propios jueces. Lamentablemente, el Tribunal Constitucional, convertido ya en órgano político y no jurisdiccional, pronunció entonces una de sus sentencias más deplorables, admitiendo que eso era contrario a la Constitución pero aceptando pulpo como animal de compañía. A eso siguió la supresión de los poderes disciplinarios de los jueces sobre los funcionarios a su cargo, que les dejaba inermes ante la eventual dejadez (o incluso corrupción) de sus subalternos. Más adelante, la ley del jurado intentó sustraer ciertos actos delictivos de la facultad decisoria de los jueces, a costa de la calidad de la justicia y con un gran dispendio por parte del erario público, con el cual podría haberse duplicado el número de plazas de juez en España.


A todo ello se añade el hecho de que la estructura de la oficina judicial siga siendo la misma que en el siglo XIX, que se siga funcionando exclusivamente con papel y que no haya habido la menor informatización del sistema, salvo dotar a cada juez de un ordenador para escribir sus sentencias y conectarse a internet.


Por otro lado, los jueces son los grandes olvidados en los avances de los derechos sociales. Al no ser considerados como funcionarios, no se les aplican las subidas salariales ni las normas de conciliación; la mayor parte de su sueldo lo constituyen complementos que no cotizan para la jubilación; perciben las retribuciones más bajas del aparato del Estado para su categoría; los que han de hacer guardias cobran por ellas una cantidad indigna por la que ningún médico ni fontanero se levantaría de la cama a las cinco de la mañana para acudir a una emergencia.


Hace unos años, el Ministerio de Justicia se sacó de la manga un polémico sistema de retribución por objetivos, que se han dado en llamar "módulos". Estos módulos establecen unos porcentajes de actividad de cada juez, según determinados baremos, y trimestralmente se computa el "rendimiento" del juez para comprobar si tiene derecho al cobro de los módulos. Al margen de que las madres en baja maternal no tienen derecho a prorrateo del período afectado (que esa es otra), para cobrar el módulo hay que producir un 120 % del mínimo asignado. Y, aunque parezca inaudito, la inmensa mayoría lo superan. El Ministerio, convencido de que los jueces son unos vagos y que casi nadie lo iba a cobrar, se llevó un serio varapalo. Por otra parte, el Tribunal Supremo ha declarado ilegales esos módulos, porque entiende que el trabajo de los jueces no puede estar sometido a objetivos: deben hacer el trabajo que hay y punto. Aun así, haciendo gala de su proverbial respeto por las resoluciones judiciales, el Ministerio sigue aplicándolos.


Esto no sería tan importante si no fuera porque gran parte de la actividad de los jueces se queda al margen de esos módulos, de manera que, desde que existen, muchos profesionales se han centrado en aquellos asuntos favorecidos por el baremo. A esto no se puede reprochar nada, pues cualquiera que sepa algo de empresa entiende que el sistema de incentivos es una forma de orientar la actividad de los empleados que se someten a él. Lamentablemente, el Ministerio eligió un sistema sin pies ni cabeza en que, aunque parezca mentira, la ejecución de las sentencias no computaba absolutamente nada. Así, un juez cumplidor con los módulos (140 %) como el juez Tirado, de Sevilla, llevaba años desatendiendo la ejecución de las sentencias que él mismo dictaba. Probablemente no se pueda justificar un grado tal de negligencia en un juzgador, ya que, además de a los módulos, también se debe a la eficacia de su trabajo. Pero no olvidemos que unos meses antes había recibido una inspección rutinaria del Consejo en que no se había detectado ninguna anomalía reseñable. Porque, una vez más, en las inspecciones se obvia totalmente la ejecución de las sentencias.


Si a esto se añade la falta de comunicación entre juzgados, de la cual sólo tiene la culpa el que ha de aportar los medios materiales y técnicos, antes o después tenía que suceder una tragedia.
Por eso es bochornoso que se quiera hacer recaer en los hombros de uno o dos profesionales de forma exclusiva los fallos de todo un sistema. Si la multa de 1.500 euros al juez Tirado era discutible (aunque nadie niega que le estaba bien empleado un rapapolvo), no tiene nombre la desproporcionada sanción de dos años y medio de suspensión de empleo y sueldo a su secretaria. Y es absolutamente despreciable la forma en que los responsables políticos (principalmente, el Presidente y la Vicepresidenta del Gobierno) se han pronunciado acerca de la labor disciplinaria del Consejo. La Vicepresidenta ha llegado a decir, en un descuido total de su ya inncecesario disimulo, que iban a nombrar a otro Consejo al que iban a exigir que fuera más duro, y que iban a dar las instrucciones al Ministerio Fiscal para que recurriese la multa de 1.500 euros. Pero, ¿no habíamos quedado en que la fiscalía era imparcial e independiente? ¿No habíamos dicho que el Consejo actuaría con libertad? No. De hecho, el Presidente ha tenido la desvergüenza de anunciar la elección del presidente del Consejo, para sonrojo de cualquier persona decente y de los vocales recién nombrados, los cuales se suponía que iban a nombrar de forma independiente a su presidente. Bochornoso, por unos y por otros.


Éste ha sido, realmente, el detonante de la movilización judicial. Además de que, por primera vez, han dejado fuera del Consejo a todos los no asociados, y que se han repartido el pastel entre el PSOE y el PP de manera tan descarada como repugnante. Tan sólo han concedido un vocal a la asociación Francisco de Vitoria (superior en asociados a Jueces para la Democracia, pero no alineada con ningún partido), y se han olvidado del Foro Judicial Independiente, la asociación más joven y crítica.


¿Corporativismo? ¿En una carrera en que la mitad de los miembros no están asociados y los que lo están, en su mayor parte, están enfrentados entre sí? El juez Tirado no ha despertado ningún espíritu de solidaridad, ni mucho menos. Ni tampoco las demás sanciones que se producen cuando algún otro hace lo que no debe. Puedo dar ejemplos, si me los pedís. Entre los jueces ha reinado siempre, por motivos históricos, el sentimiento de honor, de que los jueces no debían ser reivindicativos ni tener conciencia de grupo. Este sentimiento ha sido expresado aun recientemente por miembros de la Asociación Profesional de la Magistratura (afín al PP). De entre los descontentos ha surgido recientemente (hace unos diez años) una nueva asociación, a la que antes he aludido, que pretende defender tanto los derechos profesionales de los jueces como las reformas necesarias en el sistema. Lamentablemente, la mayoría de los no asociados son reacios a creer en mensajes mesiánicos y permanecen (o han permanecido hasta ahora) pasivos. Me atrevo a comparar a esta asociación con Ciudadanos, por sus objetivos de renovación y cambio y por el puñetero caso que les hacen los medios y el público en general. Por supuesto, de afinidad política no hablo porque, precisamente, lo que quiere esa asociación es acabar con la politización de la justicia.


Para acabar esta "breve" exposición, dos datos más:

- Si se hubiera aplicado en su día la sentencia del asesino de Mari Luz, en el momento en que cometió el asesinato ya hace años que habría salido de la cárcel.


- El Ministerio de Justicia, con el ánimo de demostrar lo sinvergüenzas que son los jueces españoles, encargó hace no mucho un estudio a una consultoría independiente de ámbito internacional. Lejos de lo que esperaba el Ministerio, la consultoría llegó a las siguientes conclusiones:


- Los módulos establecidos para la paga variable de los jueces son leoninos (aparte de que, para cobrar, hubiera que cumplirlos en un 120 %).

- La carga de trabajo de los jueces es, en general, mayor que la que pueda tener ningún trabajador normal. Los horarios de trabajo que hay que cumplir (y que la mayoría cumplen) para atender esa carga de trabajo están fuera de cualquier convenio colectivo que se aplique en el mundo civilizado. El estudio nunca ha salido a la luz y sólo furtivamente ha conseguido conocerse su contenido.



Diego Esteban, es coordinador de la Agrupación de C's en Pamplona

martes, 21 de octubre de 2008

Iñaki Ezkerra: 'La voz de Solbes'

Nuevamente nuestro amigo Iñaki Ezkerra nos hace reflexionar sobre esos pequeños detalles sintomáticos, que nos inducen a plantear las cuestiones más habituales desde un nuevo punto de vista. En este caso, se fija en "la voz de la crisis", que no es otra que la de Pedro Solbes.

La voz de Solbes

Introduce por sí sola un dramatismo en el debate económico que no sirve ni para tranquilizar ni para animar a nadie

Iñaki EZKERRA, en LA RAZON


Confieso que me desasosiega, me hunde, me sobrecoge la voz de Solbes. Uno, que no entiende nada de números y que deja su declaración de la Renta en manos de una gestoría, trata de estar sereno frente a este monotema de la crisis. Uno se agarra a cada valoración positiva que hacen los analistas; a los ponderados editoriales de este mismo periódico que no está cayendo en la tentación apocalíptica; a quienes defienden que los bancos españoles están en mejor situación que los de otros países europeos? Uno hasta saca pechito entonces con esos buenos augurios, pero de pronto oye por una radio esa voz cansina y testamentaria, agónica y estertórica, como de máscara de respiración asistida? y se le cae el alma a los pies y se le ponen los huevos de corbata. Yo es que creo que la voz de Solbes no está hecha para dar buenas noticias sino para predecir catástrofes. Es una voz que no conforta ni inspira seguridad sino que inquieta y deprime. Introduce por sí sola un dramatismo en el debate económico que no sirve ni para tranquilizar ni para animar a nadie. Este Gobierno, que tanto cuida la imagen para ganar votos de los electores, no está cuidando nada el sonido para ganar la confianza de los inversores. Cuidar el sonido es llevarse a casa a ese hombre, que está como para tomarse un caldito caliente.

Solbes nunca ha sido un pico de oro, la verdad, pero da la impresión de que esa voz le sale más insondable y más negra desde que se le ha venido encima esta crisis que negaba. Da la impresión, sí, de que en Solbes ya no cree ni su partido. De hecho no es él quien anuncia las medidas económicas sino el propio Zapatero como si le discutiera a su ministro de Economía, como si hiciera oposición a su mismo Gobierno. Rajoy no tiene que hacer oposición porque ya la hace Zapatero callando a Solbes, dejándolo de actor secundario, de voz teatral y agorera de la conciencia que ya no tiene el socialismo. Dicen que a Rajoy le silban las eses, pero a Solbes no es que le silben sino que se le desmayan o se le pierden por un pasillo de sí mismo mientras busca lento y torpón entre sus cajones una receta que nunca encuentra y que tampoco serviría para mucho. En las entrevistas Solbes sabe hacer algo raro, algo como ponerse a hablar para sí mismo, como un burócrata apático de ventanilla que te marea y te despacha sin resolverte nada. Yo creo que este señor fue elegido para un tiempo de bonanza, pero que la ventanilla del Estado se le queda grande con tanta cola y tanto demandante y tanto damnificado.

Esa ventanilla de los impagos y los apremios, del mal rollo económico, necesita una voz luminosa, no como la de Solbes tan insolvente, tan cenicienta y sombría que asusta a los niños. El dinero es un niño miedoso. El dinero oye a Solbes y echa a correr. Zapatero se esfuerza por sonreírle al dinero y ofrecerle caramelos, pero esta crisis tiene ya la voz de Solbes, que es mejor que no dé caramelos a nadie porque puede inspirar mayor prevención aún. Sólo hay una manera de mantenerlo en su puesto aunque sea despilfarrando más el dinero de todos: contratar a Mari Carmen y sus muñecos para que le pongan otra voz. Una voz diurna, clara, rotunda, solar? Yo creo que vale con la de doña Rogelia.

lunes, 20 de octubre de 2008

Zapatero, Revilla, y el taxista: diálogos sobre la crisis

Nuestro presidente Revilla estuvo hoy en Madrid, visitando a ZP. Gracias a Revilla, y a su taxista, el presidente Rodríguez ha tenido ocasión de hablar con una persona normal, que sufre la crisis económica en sus propias carnes.

Hay ocasiones como esta en la que el contacto con la gente de la calle resulta mucho más interesante que la clásica reunión entre políticos, incluso para ellos. Hoy ZP ha salido por un momento de su torre de marfil, ha bajado de la nube, y ha tocado tierra. Ojalá haya aprendido algo de José Antonio Moreno, el taxista. Quizás hasta se haya dado cuenta por fin de que estamos en plena crisis económica.


"Echando más horas"
Zapatero, al taxista de Revilla: "¿Cómo le va la vida con la crisis?"

El presidente del Gobierno conversó este lunes sobre los efectos de la crisis económica con el taxista que llevó al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a La Moncloa. Zapatero se interesó por si la crisis estaba afectando "al taxi". Éste le respondió que sí. También le preguntó que cómo estaba capeando el temporal, a lo que le explicó que "echando más horas". "Enseguida ha cambiado de tema", recuerda el taxista.



LD (Agencias) El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha convertido esta mañana en protagonista al conductor del taxi que le llevó a La Moncloa, donde el taxista, tras ser presentado al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha charlado con él durante dos minutos sobre la crisis.

Como el 13 de noviembre de 2007, fecha en la que mantuvieron la última entrevista, el taxista descendió del vehículo para sacar del maletero los productos típicos de la región que el presidente de Cantabria trae en cada visita. Entonces, Revilla presentó al taxista al presidente, quien, tras saludarle con un apretón de manos, le preguntó "cómo le va la vida" y si ha bajado el trabajo como consecuencia de la crisis.

El conductor, José Antonio Moreno, le contó que compensa el descenso del número de clientes "echando más horas", según él mismo relató a los periodistas antes de abandonar La Moncloa con un paquete con anchoas, miel y sobaos que le regaló Revilla, a quien calificó de "impresionante" y "encantadora". "Me ha conectado muchísimo", dijo.

Posteriormente, Revilla explicó que hubo un sorteo entre los taxistas para llevarle a La Moncloa y ha comentado que parece que "ha subido la puja" en este colectivo, ya que siempre les obsequia con alguno de los productos que trae de Cantabria.

En rueda de prensa, Revilla ha comentado que siempre trae productos de la tierra -como anchoas, sobaos y miel- porque es "un detalluco", "también se las mando a Rajoy pero sólo una vez al año" y a Zapatero más veces "porque manda más".

Revilla ha comentado que el taxista que le llevó hoy al Palacio de La Moncloa, donde se entrevistó con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "estuvo esperando en la parada de taxis del hotel desde las nueve" y le contó que había habido un sorteo entre los taxistas porque todos querían acercarle. El presidente autonómico se mostró halagado pero también le puntualizó al taxista que le pagaría "exactamente lo que costaban los 20 minutos de traslado" y, efectivamente, "me ha dado el recibo del trayecto".

Revilla ha señalado que sus viajes en taxi a La Moncloa "no son una pose", es un método de viajar seguro y apropiado para él que viaja "sin la parafernalia de asesores". Sobre su costumbre de obsequiar con productos de la región, ha dicho que es una costumbre de pueblo, y como él es de pueblo le gusta traer cosas que no se comen en la capital. El presidente cántabro ha destacado las coincidencias entre el Rey y Zapatero ya que a ambos les encantan los quesos, los sobaos y las anchoas.


NOTICIA ADICIONAL:

Tras la reunión ZP-Revilla, en la que ambos presidentes han dado un repaso a los temas pendientes de Cantabria, nuestro presidente Revilla ha hecho gala nuevamente del sentido común, y ha hecho unas interesantes declaraciones sobre el eterno tema de la financiación autonómica. Así lo recoge EL DIARIO MONTAÑES:

En la reunión de ayer, que se prolongó durante casi dos horas, el presidente regional también trasladó a Zapatero las demandas de Cantabria sobre financiación autonómica y que se fundamentan, sobre todo, en introducir criterios correctores a la variable de población, que tengan en cuenta el coste efectivo de los servicios y las infraestructuras debido a la dispersión y a la orografía.

Durante la rueda de prensa, el jefe del Ejecutivo cántabro explicó que había sometido a Zapatero a un juego de pregunta/respuesta que había concluido en el reconocimiento por parte del presidente de España de que es cierto que en Galicia, Cantabria y Asturias debe de haber un factor corrector que tenga en cuenta los costes de los servicios y que eso tendrá un «reflejo» en la financiación autonómica. «No esperaba menos de un progresista», apuntó Revilla, que explicó de nuevo el encarecimiento de llevar un médico, un colegio o una carretera a poblaciones de alta montaña o de gran dispersión y dijo estar «satisfecho» de que Zapatero haya «compartido conmigo ese criterio corrector». Admitió, no obstante, que el debate sobre financiación está «en pañales y aún queda mucha negociación, pero «yo quería escuchar a Zapatero decir que el planteamiento es racional y lógico».

Sobre este asunto, Goicoechea recordó que las variables como la dispersión y la orografía se están barajando y en su momento se verá cuáles se incluyen. Sí garantizó un sistema solidario, equitativo, en base a la población, en el que ninguna comunidad perderá dinero.

domingo, 19 de octubre de 2008

Reflexiones de Joaquín Leguina sobre la crisis: 'De risa'

Aunque la crisis no es cuestión de risa, quizás en todo caso de humor negro (como el que destila el artículo de Paco Sosa Wagner de hace unos días), mi paisano Joaquín Leguina recoge en su blog unas interesantes reflexiones sobre los humoristas que están resurgiendo últimamente, gracias a la crisis económica. Os dejo con ellas, en el siguiente artículo:


DE RISA




La crisis económica que cubre como una nube negra nuestras pobres vidas ha dado pie (no todo iban a ser desgracias) a que aparezcan humoristas involuntarios de mucho fuste. Comenzando por el Presidente del Gobierno, que motejó de antipatriotas a quienes se atrevieran a mentarle la bicha… mas, con el paso del tiempo, nuevos protagonistas lo están dejando chiquito. Veamos.

Aparece, por ejemplo, Pedro Schwarz (Abc, 8 de octubre) quien asegura que este lío de la crisis se debe, entre otros, a “los consumidores que abusaban de las tarjetas de crédito para irse de vacaciones o a comprar un coche nuevo y los políticos que practicaban y siguen garantizando las pensiones públicas y la salud gratuita”. “Ha fallado el Estado y no el mercado”, concluye. Pero ya se sabe que Schwartz es de derechas.

El que es de izquierdas de toda la vida es el Gobernador del Banco de España, quien en plena crisis bancaria –que todo el mundo dice que es una crisis de confianza en el sistema financiero- va y suelta su receta para acabar con el problema –una receta que viene repitiendo desde que hizo la Primera Comunión-: “moderación salarial y abaratamiento del despido”, eso ha dicho.

Claro que el más chistoso de todos ha sido el Papa, quien se ha despachado con unos comentarios brillantes –de esos que hacen recordar aquello de “todo es bueno p’al convento”- al afirmar que el dinero –como bien se ve- se esfuma como la niebla soplada por el viento. Lo único que permanece –afirma don Benedicto XVI- es la palabra de Dios.

Así que me pongo a rezar, para ver si el jefe de don Benedicto me salva los fondos de pensiones.

sábado, 18 de octubre de 2008

Leguina y la 'memoria histórica'

Hace tiempo que no traía a este blog las opiniones de mi paisano Joaquín Leguina. Y hoy, tras sus merecidas vacaciones en nuestra común bella tierruca, he encontrado en su blog unos interesantes comentarios sobre la última garzonada, que comparto plenamente. Los copio a continuación:
DE VUELTA (por Joaquín Leguina)


De vuelta de un verano meteorológicamente soportable (ya se sabe que en Santander siempre hace buen tiempo, incluso cuando llueve) retomo el suministro a este blog, sin desánimo, pero con la impresión de que la vida política se repite. Así, por ejemplo, reaparece Garzón y, con su vocación de perejil de todas las salsas, se mete en el asunto de la “Memoria Histórica”.

Estamos hablando de algo horrible: de las fosas que en cunetas, descampados o en los cementerios abrieron los dos bandos durante la guerra civil y que, luego, Franco continuó llenando. Son, sobre todo, los nietos de los “desaparecidos” quienes siguen reclamando el derecho a celebrar el duelo de sus muertos y ese duelo exige la presencia de los cuerpos o de los restos de los fallecidos.

Podría haber existido un acuerdo PSOE-PP que reconociera el derecho de todos a unos entierros dignos y que se habilitaran los medios públicos para ello (en buena parte, eso es lo que pretende la Ley de “Memoria Histórica”). Pero se prefirió la discusión al acuerdo y de la discusión no salió la luz, sino la confrontación. Unos argumentan que “ese trágico pasado debe permanecer enterrado”, los otros pretenden “dignificar a todas las víctimas del franquismo”.

Lo que no se sabe es qué vela porta en este entierro el juez Garzón, pues, como ha dicho Miguel A. Gimeno (portavoz de Jueces para la Democracia), “no hay causa penal sin imputables” y aquí no los hay, están todos amnistiados.

Lo que resulta un abuso (se haga de buena o de mala fe) es considerar a todos los fusilados en el lado republicano o en el franquista como “mártires de la cristiandad” los primeros o como “héroes de la Democracia y de la Libertad” los segundos, porque eso es falso. Por ejemplo, entre los muertos bajo la represión franquista hubo muchos demócratas y gente inocente y decente, pero hubo también liberticidas y asesinos (por ejemplo: Agapito García Atadell, el creador en Madrid de la Brigada del Amanecer, que fue pasado a garrote por los franquistas).

Los ganadores de la guerra civil sostuvieron durante aquellos interminables años que los fusilados (1936-1939) en los territorios bajo el Gobierno republicano eran todos ellos “mártires de la Cruzada”, es decir, “mártires del cristianismo”, afirmación que está tan lejos de la verdad como cerca de la propaganda. Ahora, con parecido maniqueísmo, algunos pretenden que todos los fusilados bajo el largo periodo de represión franquista fueron “héroes de la Democracia y de la Libertad”.¿Por qué tenemos que ser todos tan sectarios? ¿Por qué no aceptamos la verdad histórica? Una verdad que no se compone de buenos (nosotros) y malos (ellos).

Todo ser humano tiene derecho al duelo de los suyos y para que exista ese duelo han de estar presentes los restos mortales y éstos deben ser enterrados o incinerados como es debido. Pero este derecho no iguala moralmente las vidas y actos de quienes fueron llevados a la muerte –con o sin juicio previo- por las “Brigadas del amanecer” franquistas. La vida de García Lorca no tuvo nada en común con la de García Atadell, aunque ambos fueron llevados a la muerte por la misma gavilla de homicidas.

viernes, 17 de octubre de 2008

F. Sosa Wagner: 'Educación para la soga'

Una nueva visión de la crisis, la que nos aporta el profesor Francisco Sosa Wagner, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de León.

Paco Sosa, con su habitual ironía, reflexiona sobre las diferencias entre la crisis de 1929, y la de 2008, desde el punto de vista de la dignidad, virtud hoy muy escasa entre financieros, y también entre políticos. Seguro que muchos conoceréis más diferencias, de momento veamos lo que nos dice el profesor Sosa.

EDUCACION PARA LA SOGA


Tiempo este de turbulencias económicas y financieras, tiempo de desasosiego, de un ir y venir con planes de rescate, bolsas que se desploman, índices que se abaten y números más rojos que Negrín. Los gobernantes se agitan en sus cenáculos, se reúnen, cetrinos y con las ojeras como bulbos, rascan el bolsillo de los contribuyentes para pagar, extender cheques, dar avales, comprar negocios ruinosos, adquirir acciones ... todo se ha vuelto un carnaval de cifras que fueron, ay,altivas y engalladas pero que hoy reptan abatidas por el parqué de los templos del dinero.
Si el euro vuela, el dólar se esfuma, si nikkei nos amarga el desayuno, dow jones nos da el almuerzo, definitivamente no hay descanso y el repiqueteo de las malas noticias es como un ir y venir de arañas malignas, es el tiempo en que las sonrisas se agrian y todo queda entregado a los antojos del huracán de las cotizaciones.

Hay bancos y aseguradoras y empresas inmobiliarias que sufren temblores y se convierten en pocas jornadas en fantasmas abatidos, frágiles figuras que ya no emiten sino tristes sones. Los negocios se les han esfumado y es llegada la hora de llamar en auxilio al Estado, al municipio, a lo que se ponga por delante para tapar un agujero o pagar una letra más vencida que Napoleón en Waterloo.

Todo se ha vuelto un garabato de desconcierto en la "civitas cupiditatis". No suena sino la música de una borrasca de vidrios rotos.

Pero ... pero hasta ahora no hay un solo directivo, no hay un solo responsable de esos negocios, que fueron y ya no son, un señor con cara y ojos que haya tenido la cortesía de aparcar el coche, abandonar el portafolio en la chaise-longue y acudir al desván en busca de una soga, hacer en ella un nudo corredizo y colgarse de una viga.

Al contrario, desaparecen de la escena pública "en douceur" y como disimulando para ir a descansar de sus fatigas a un paraíso fiscal donde hay clarear de soles, surtidores de champán como tallos vigorosos, almendros en flor y esas mujeres muslonas que ofrecen el tostado de sus pieles desnudas al tacto de los dedos ávidos.

En esto es donde se advierte la diferencia de los tiempos. Antiguamente el empresario arruinado acudía a la Iglesia, seleccionaba a un confesor de sotana trabajada por los brillos, de él recibía el consuelo del perdón, escribía una carta con letra menuda y presurosa en la que explicaba al juez o a su familia su determinación y se ahorcaba. Con valentía y caballerosidad, con la buena crianza que había aprendido de sus mayores. Lo encontraban al día siguiente frito, balanceándose en la cuerda con la lengua fuera pero ya arribado al puerto de la paz eterna. La contabilidad le había sido esquiva y él había sabido responder con modales educados.

O bien subía al séptimo piso de un edificio, seleccionaba un balcón con buenas luces, lo abría de par en par y se precipitaba al vacío, circunstancia que aprovechaba para matarse bien pegado al asfalto que lo acogía para mecerlo en su último sueño.

Así se condujeron muchos empresarios cuando la gran depresión de 1929 inauguró en Nueva York la noche negra de las cifras rojas. Caían por las ventanas los directores de empresa como frutas maduras, los vendedores de sogas no daban abasto, tal era la abultada cartera de pedidos que habían de despachar cada mañana en cuanto se abría la Bolsa y se constataban las pérdidas millonarias. Faltaban ganchos para tanta demanda, faltaban desvanes y ciudades hubo donde fue necesario improvisarlos como se improvisa la acogida urgente de los afectados por una riada o por el despertar de un volcán.

Pero sin tener que ir tan lejos, en España, en Oviedo, el padre del gran escritor Ramón Pérez de Ayala el día que descubrió la jugarreta que le había hecho el pasivo de su negocio, se ahorcó dejando a su hijo la carta en la que le animaba a escribir "Troteras y danzaderas".

Eran tiempos, sí, de cortesía, de urbanidad, y, ¡qué caramba! de cumplimiento estricto del deber. Hoy, si no podemos aspirar a tanto, al menos que estos desalmados manden decir unas misas.

jueves, 16 de octubre de 2008

Francesc de Carreras: 'Gobierno y mercado'

Artículo publicado en LA VANGUARDIA. Una de las visiones más certeras sobre la intervención de los Gobiernos en tiempos de crisis, como el actual. Reproducimos a continuación el texto:

Es sabido que una de las máximas que definía la política económica a partir de los años de Thatcher y Reagan era aquella que decía : "El Gobierno es el problema, no la solución". De ahí toda la ola de privatizaciones y de regulaciones que, con gobiernos de uno u otro signo, ha dominado la escena económica de los últimos casi treinta años.

No voy a entrar en una disputa para la cual no estoy capacitado: la de si esta filosofía económica liberal ha sido la causante de la actual crisis económica o bien, al contrario, la crisis es consecuencia de la filosofía intervencionista, en concreto de la mala gestión de los organismos reguladores aún existentes en Estados Unidos, sea la Reserva Federal o los organismos de garantía de crédito. Ahora bien, cualquier persona no experta es capaz, hoy por hoy, de constatar un hecho: que en estos aciagos y angustiosos días de septiembre y octubre, el Gobierno, los gobiernos, no han sido el problema, sino que han sido los instrumentos para llegar a una solución. Si esta solución surtirá los efectos deseados lo comprobaremos en las próximas semanas y meses. Pero, en todo caso, cualquiera de las partes implicadas, sean empresarios o sindicatos, banqueros o industriales, liberales o socialdemócratas, todos se han acogido al amparo de los poderes públicos, ciertamente con propuestas diferenciadas (no es lo mismo el plan Paulson que el plan Brown, y la ideología y los intereses se dejan notar en ambos), pero siempre, todos, han exigido la intervención del Estado. Parece que, en este caso, el mercado ha sido el problema y el Gobierno la solución, al revés de lo que decían Thatcher y Reagan.

De esta coyuntura, pero no creo que debamos extraer soluciones extremas, pasar de un lado al otro del péndulo: seguramente ni el mercado ni el Estado son o bien el problema o bien la solución. En cambio, quizás una combinación entre ambos sea probablemente una solución razonable. Echemos una mirada a la historia.

Los partidarios de que el Estado debe abstenerse de intervenir en economía critican probablemente al mercantilismo de las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII, pero no hay duda de que en aquellos tiempos esta política económica alcanzó logros indudables, sólo hay que recordar las medidas llevadas a cabo por Colbert en Francia. Ciertamente, el libre comercio propugnado por los liberales del XIX y del XX dio un impulso espectacular al progreso económico, pero, a su vez, este crecimiento ocasionó traumáticas crisis económicas y provocó profundas desigualdades sociales que dieron lugar a inmensas bolsas de pobreza, a sangrientas guerras y a revoluciones.

Tras 1945, estos vaivenes parecieron alcanzar un punto de confluencia. El Estado social o Estado de bienestar intentó asumir los principios y valores que hasta entonces habían dividido a la sociedad entre unas irreconciliables derechas e izquierdas. En el Estado social se combinaron bajo formas políticas democráticas libre mercado e intervencionismo económico, derechos individuales y derechos sociales. Esta solución la alcanzaron sin un claro diseño previo personajes tan distintos como Roosevelt, Atlee, Keynes, Adenauer, De Gasperi, Monnet, Togliatti, Ergard, Nenni, De Gaulle o Galbraith. Era una rara mezcla de demócratas norteamericanos, laboristas y liberales ingleses, democristianos y socialdemócratas europeos y, aún, comunistas de la línea italiana, rara mezcla que sólo fue posible porque todos fueron pragmáticos en lugar de fundamentalistas. Cuando los conservadores Churchill y Eden sucedieron en el Reino Unido a los laboristas, no tocaron ni una coma de las políticas de nacionalización de la industria, aumento de los impuestos e implantación de una poderosa seguridad social, una auténtica revolución establecida por sus antecesores y profundamente contraria a su ideología: los conservadores ingleses fueron pragmáticos puros. La etapa del Estado social ha sido, quizá, la más beneficiosa de la historia, la que más progreso ha aportado a Occidente en libertad e igualdad y, a pesar de las reformas recientes, sigue vigente.

No obstante, el Estado social estaba pensado para los países occidentales. Fuera de esta área geográfica, la pobreza, las guerras y la inseguridad en buena parte siguen imperando. La globalización se ha intensificado en los últimos 20 años, es un dato incontestado de la realidad que nos rodea. Pues bien, la tarea actual es extender al conjunto de la humanidad las ventajas que el Estado social ya ha logrado en Occidente. No hay que buscar el inalcanzable "hombre nuevo" de los fundamentalistas de la izquierda que siempre resultan totalitarios, hay que construir una sociedad liberal y socialdemócrata a escala mundial, una sociedad en la que el mercado y la libre competencia internacional estén regulados por unos poderes públicos democráticos que logren una economía eficiente y, además, garanticen los derechos individuales y sociales. Para todo ello, ni Estado ni mercado deben constituir un problema, sino que la combinación entre ambos debe ser la solución. Tenemos políticos pragmáticos que pueden entender el alcance de lo que está sucediendo. Brown, Sarkozy, Merkel, Putin, Lula y el mismo Zapatero parecen tener esta condición. Obama, si gana las elecciones, como sería deseable, podría ser el presidente perfecto para la nueva etapa que su país y el mundo deben comenzar.


FRANCESC DE CARRERAS, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona.