Tal como se esperaba, y de acuerdo con la lógica constitucional y democrática, la 9ª entrevista del presidente del País Vasco con el presidente del Gobierno acabó con la segunda negativa a los planes soberanistas del Sr. Ibarretxe. ¡Y las que hagan falta! en tanto no se ajusten a la legalidad vigente.
Ciudadanos entiende que el resultado de la reunión Ibarretxe-Zapatero era el único posible.
La propuesta del "lehendakari" no es más que un "delirio antidemocrático", señaló Albert Rivera.
En la rueda de prensa celebrada ayer en el Parlamento de Cataluña, Albert Rivera, presidente de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía se ha referido a la reunión celebrada esta mañana en la Moncloa entre el presidente del gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero y el ‘lehendakari’ Juan José Ibarretxe, cuyo resultado ha sido “el único posible teniendo en cuenta que la propuesta es un delicirio que compromete seriamente las instituciones, en el que se habla de ‘normalización’ política”, señaló Rivera.
Para Ciudadanos este tema ha cobrado notoriedad por enmarcarse en “el pulso de las elecciones vascas ya que el texto no se aguanta por ninguna parte.”
Desde Ciudadanos “esperamos que se destierren definitivamente este tipo de propuestas y que la gran preocupación del País Vasco sea trabajar por la paz y la libertad, lejos de cualquier forma de amenazas”, ha manifestado Rivera.
En el DIARIO MONTAÑES, se recoge también la noticia sobre el resultado de la entrevista.El encuentro con Rodríguez Zapatero era el primer paso en la estrategia diseñada por el 'lehendakari' para intentar cambiar el marco de relaciones «con el Estado» o, en su caso, conseguir un balón de oxígeno con el que presentarse a las próximas elecciones autonómicas. El propio jefe del Ejecutivo central achacó ayer la iniciativa a la posición «un poco débil» en la que se encuentra Ibarretxe, al frente de un tripartito mal avenido y con un PNV dividido tras el varapalo electoral del 9 de marzo. Porque, a su juicio, nada de lo que hasta ahora ha expuesto tiene sentido alguno.
Es más, tras casi dos horas y media de reunión, Rodríguez Zapatero aseguró no tener ni la más mínima noción de «para qué» quiere Ibarretxe celebrar una consulta en octubre. «No sé muy bien con qué ha venido», dijo. Para evitar un mensaje «victimista» e impedir que el 'lehendakari' alegue ahora que 'Madrid' siempre le da el portazo, el presidente del Gobierno lo invitó a olvidar «el terreno de la especulación política» y plantear «cosas concretas que afectan al autogobierno».
Respeto
Atribuyó además a Ibarretxe un comportamiento irresponsable. «La sociedad y el mundo empresarial precisan de certidumbres; los gobiernos no deben poner su marco en cuestión sin un amplio consenso o sin saber a dónde se va», advirtió Rodríguez Zapatero.
Fue su eterno 'vuelva usted mañana' una vez haya forjado un acuerdo transversal entre partidos en el Parlamento vasco para modificar, si es lo que quiere, el estatuto vigente. «Si respeta la Constitución y los procedimientos del ordenamiento jurídico, hablaremos», insistió.
La respuesta no amilanó al 'lehendakari', que cree poseer un argumento infalible. Sobre la mesa de Rodríguez Zapatero puso ayer las conversaciones mantenidas en Loyola por PSE, PNV y Batasuna durante el llamado 'proceso de paz': el reconocimiento de la «identidad nacional vasca», de «las decisiones que, sobre el futuro, adopte libre y democráticamente» el pueblo vasco y de un órgano común entre País Vasco y Navarra con unas «atribuciones ejecutivas y legislativas» que habría que negociar.
«No es aceptable que sobre las mismas cuestiones sobre las que se ha hablado con ETA se niegue a dialogar con el representante legítimamente elegido de los ciudadanos vascos», adujo Ibarretxe.
El jefe del Ejecutivo replicó que la comparación es «un poco absurda» y se escudó en la ruptura de la tregua para defender su posición. «Cuando estamos en la posición en la que estamos no será precisamente porque el Gobierno cedió», dijo. Ibarretxe adjudicó la actitud de su interlocutor a la pura estrategia electoralista. Dijo que Zapatero estuvo «a la defensiva» y «enrocado» en sus posiciones. «Me marcho con la sensación de que sólo tiene un proyecto para Euskadi: las elecciones; y quien sólo tiene elecciones no tiene soluciones». Subrayó que Zapatero no se distingue por la generosidad en materia de autogobierno ya que, dijo, es el primer presidente de Gobierno que no ha hecho ni una de las transferencias pendientes del Estatuto de Guernica.
Rodríguez Zapatero aceptó, a su manera, la acusación de creer que la solución para el País Vasco está en los comicios. «El 9 de marzo aportó soluciones al devenir del país y de los partidos políticos», replicó. El 'lehendakari' no aclaró cuál será su siguiente paso, pero sí avisó de que seguirá adelante con su propuesta. «El pueblo vasco es tenaz, y yo también», sentenció.
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