El 2 de mayo configuró la España Moderna

LA RAZÓN, 2-05-08.

«El 2 de Mayo configuró la España Moderna»

El Rey destaca que supuso «una toma de conciencia de la identidad nacional, de Nación». Zapatero, que fue abucheado por el público, defiende el patriotismo «como principio de solidaridad».

Diego Mazón

Madrid- Un 2 de mayo España empezó a ser lo que es. Ese espíritu nacido hace doscientos años se revivió ayer en Móstoles, con todo el boato que la efeméride requiere y, como prueba de la trascendencia del aniversario, con la presencia de la Familia Real al completo.

El 2 de mayo de 1808 «marcó el inicio de una intensa y heroica gesta de lucha colectiva por la soberanía y la libertad», sentenciaría Su Majestad el Rey horas después de que los primeros mostoleños se echaran a la calle para recibir a la comitiva real, que llegaría a las cinco en punto de la tarde. En la plaza del Pradillo les esperaba ya el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que conversaba animadamente (ya que no había asistido su esposa, Sonsoles Espinosa) con el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, ajenos ambos a los gritos de «¡fuera, fuera!».

Los Reyes, los Príncipes de Asturias, las Infantas e Iñaki Urdangarín llegaban a la misma plaza donde cien años antes el abuelo de Don Juan Carlos, Alfonso XIII, inauguraba el monumento a los alcaldes de Móstoles que promulgaron el bando que inició la revuelta nacional contra los franceses. En ese mismo monumento, el Monarca, tras los honores correspondientes, depositó una corona de flores en memoria de los caídos en la Guerra de la Independencia, en homenaje, dijo ayer el Rey, «de gratitud al sacrificio de todos los hombres y mujeres, pueblos, ciudades y territorios de España que se levantaron conforme a unos ideales que marcarían, con el tiempo, el tránsito a la sociedad liberal».

Tras recibir la medalla de honor de la ciudad, y escuchar los discursos del alcalde de Móstoles, Esteban Parro, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y el presidente del Gobierno, Don Juan Carlos quiso ensalzar al pueblo mostoleño y lo que su acción supuso, desde aquel mayo de 1808, en el devenir de España. El Rey recordó esa fecha como una jornada en la que el protagonista «no fue otro que el pueblo español, verdadero titular del ser y del destino de nuestra Nación».

«El vacío de poder –recordó el Monarca– y la invasión de las tropas de Bonaparte impulsaron a los españoles a manifestarse como legítimos poseedores de la soberanía nacional». Doscientos años después de eso, «aquel episodio representa la encarnación de la dignidad de un pueblo que, como dijo el poeta, "no podía ser esclavo porque sabía morir"».

Tras una breve semblanza histórica, Don Juan Carlos, ante la atenta mirada de Doña Sofía y sus hijos, se detuvo en lo que para la España de hoy supuso esa fecha. 1808 es «un año en el que el pueblo se adelanta a sus instituciones y gobernantes y refleja una toma de conciencia de la identidad nacional, de la Nación en el sentido moderno, basada en las ideas de libertad, unidad, igualdad y solidaridad». Un año además que abrió la puerta de un cuatrienio en el que, junto a los procesos de independencia iberoamericanos, se culminó con la Constitución de 1812, «la primera en proclamar el concepto de Nación».

Todas las conmemoraciones de aquellos años suponen, resaltó Don Juan Carlos, una ocasión para resaltar «valores en torno a los ideales de libertad, soberanía y Nación». Estos valores, y la jornada de ayer, cobran una especial trascendencia, «en el espacio europeo de paz, integración y solidaridad al que pertenecemos», al constatar «con orgullo la España de hoy que juntos hemos construido».

Una España, concluyó el Monarca, «moderna, libre, democrática, unida, plural y diversa, basada en los conceptos de justicia, igualdad y solidaridad, que asegura nuestra preciada Constitución».

En una jornada que hace doscientos años, como destacó el Rey, «unió de forma indeleble el nombre de Móstoles a la Historia de España», su alcalde actual, Esteban Parro, heredero de los históricos Andrés Torrejón y Simón Hernández, quiso reclamar más competencias para los ayuntamientos y la unión de los españoles contra el gran enemigo de hoy: el terrorismo.

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Y añado que en momentos como los actuales, todos deberíamos tener presentes aquellos ideales de justicia, igualdad y solidaridad, y luchar con la fuerza de la razón para que sigan siendo aplicables a todos los españoles, por encima de las tensiones políticas que vienen provocadas por los nacionalistas desintegradores.