Frases para ciudadanos:

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"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

jueves, 2 de julio de 2009

Iñaki Ezkerra: 'La rojigualda en el Gorbea' (y en más sitios)

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Para nuestro amigo Iñaki Ezkerra, hoy ha llegado al País Vasco la democracia. Ése es el hecho: la bandera de la libertad de los vascos en el monte mítico. Puede ser rentable electoralmente al Partido Socialista, más incluso que aislar al PP.



La rojigualda en la cumbre del Gorbea. Ése es el hecho indiscutible y emocionante, el que ha removido corazones y memorias. Yo, por ejemplo, me he acordado de un cura del colegio que, allá a finales de los años sesenta, te subía la nota si te apuntabas a las excursiones que organizaba precisamente a ese mismo monte para poner la ikurriña. Iban todos los pelotas, pero yo siempre me resistí. A las dos cosas, a la ikurriña y al monte. Sentía por las dos un idéntico rechazo que hoy se me antoja de una gran coherencia. ¿Cómo el otro día, al ver esa foto, no voy a acordarme de esa clase de anécdotas colegiales y de mi incipiente e inconsciente rebeldía? ¿Cómo no voy a sentir algo muy especial por dentro al comprobar que la imagen de la rojigualda, situada en ese mismo escenario montaraz, me conmueve hoy de un modo que jamás me conmovió la bicrucífera? De algún extraño modo me he reconciliado con aquel cura nacionalista. Hoy le entiendo. Él experimentaba por la bandera sabiniana la misma sacudida interna de dolor y fervor por lo «querido y negado y perseguido» que yo hoy experimento por la bandera constitucional. Para mí, hoy ha llegado al País Vasco la democracia. Ése es el hecho: la bandera de la libertad de los vascos en el monte mítico.

Y decir esto y valorar los pasos que está dando el Lehendakari López no es darle ninguna carta blanca ni fiarse de él a ciegas ni olvidarse de que se sentó con Otegi. Hay quien se pone ahora a recordar ese episodio como si estuviera descubriendo la sopa de ajo y los demás fuéramos tontos o faltos de integridad moral o desmemoriados, cuando quizá tengamos una opinión de la deriva del socialismo español bastante peor que la suya, y justamente porque hacemos análisis más profundos que los cutáneos y los sentimentales; porque no nos obcecamos con vaticinios apocalípticos sobre el «inevitable» regreso de la negociación con ETA ni pensamos que Zapatero la abrazó en su día por pura afición o maldad, sino como parte de una estrategia política más amplia: reconvertir a la democracia a Batasuna (o al partido de ETA que toque, incluida Iniciativa Internacionalista) y usarlo, como a Esquerra Republicana, para hacerse en Euskadi un «gobierno de progreso» a la catalana, capaz desalojar al PNV y de permitirle a su vez seguir aislando al PP al no tener que apoyarse en él. Lo más moralmente perverso de aquella negociación es que no tenía por objetivo la paz, sino el «cordón sanitario». Lo que pasa es que el plan falló y hubo que ir a por todas, incluso al pacto no deseado con el PP.

Dicen que «Dios escribe con los renglones torcidos» y mi agnosticismo no me impide contemplar seriamente la posibilidad de que el pacto López-Basagoiti sea el fruto de los renglones torcidos de Dios. En realidad eso es la política: saber que los divinos renglones van siempre torcidos y saber leerlos y no rechazarlos porque vengan torcidos cuando la historia que cuentan tiene un feliz desenlace. Uno ni se olvida ni se engaña. Sabe sencillamente que el verdadero peligro no es la negociación con ETA, sino que el partido de ETA atraviese toda la legislatura vasca y que los socialistas no renuncien al viejo plan. De lo que hoy se trata es de hacerles comprender que poner rojigualdas en el Gorbea es, además de conmovedor y bonito, rentable electoralmente. Más incluso que aislar al PP.


NOTICIA COMPLEMENTARIA: Se nota que algo empieza a cambiar, y a contagiarse por todas las instituciones vascas ¿todas? ¡ojalá!

SIGUIENDO LA SENTENCIA DEL TS
El Gobierno vasco coloca las banderas por primera vez en su sede central

El Gobierno Vasco ha colocado el jueves la "ikurriña" o enseña vasca, así como las banderas de España y Europa en la entrada de su sede central de Lakua, distrito de la ciudad de Vitoria. Hasta ahora no había colocada ninguna bandera en el exterior de los edificios.

(Libertad Digital) En noviembre del año pasado, el Tribunal del Supremo ordenó en una sentencia que la bandera española ondee "de manera permanente" en el exterior de la sede del Parlamento vasco en Vitoria, y recordó que la ley establece que la bandera española "deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial, insular y municipal del Estado".

En cumplimiento de esta sentencia el 5 de febrero de este año el Parlamento Vasco izó, también por primera vez en su historia, las tres banderas en el exterior de su sede.

El Gobierno vasco ha puesto ahora las tres banderas en su sede central de Lakua; también están en la academia de policía de Arkaute y otras instituciones, como en la sede del defensor del pueblo vasco.

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