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El Pleno del Congreso ha abierto esta tarde con algo más de medio centenar de diputados
(LA RAZON - E. L. Palomera ).- Que unos están en sus despachos trabajando, bueno; que otros andan reunidos con distintas organizaciones sociales, vale..., pero que en plena campaña de Bono –apoyada por PSOE y PP– por reparar el honor y la imagen pública de sus señorías, el Parlamento abra la sesión plenaria de la semana con un clamoroso vacío en los escaños es estéticamente feo, muy feo. Si además la imagen se produce en medio de un debate político sobre si habilitar o no enero y julio para que los diputados recorten sus vacaciones, pues la cosa pinta aún peor. Bueno, pues ésa es la estampa que vimos ayer en la Cámara Baja cuando a las cuatro en punto había poco más de medio centenar de parlamentarios en sus escaños, la séptima parte del aforo.
La sesión arrancó con la presencia en la tribuna de los representantes del Parlamento catalán, que defendieron la tramitación de una proposición de ley para que los jueces puedan evaluar a incapacitados en su propio domicilio, sin necesidad de que se desplacen al juzgado. Y cuando el debate comenzó apenas escuchaban al primer orador una veintena de diputados del PSOE y otros tantos del PP. En proporción, había más presencia de los grupos minoritarios, sobre todo de CiU, que en ese momento tenía cuatro representantes en el hemiciclo.
Nada nuevo bajo el sol, salvo que por la mañana la Junta de Portavoces acordó reunirse con el presidente de la Cámara, José Bono, para buscar entre todos la fórmula más adecuada para que se puedan celebrar plenos y comisiones también en los meses de enero y julio, inhábiles por mandato constitucional. El compromiso llegaba cinco días después de que el manchego remitiera una carta a todos los grupos en la que les proponía ampliar el calendario legislativo, una iniciativa para la que basta un acuerdo político y no requiere, según algunos informes jurídicos, de una reforma constitucional, como se ha sostenido durante 30 años.
La deteriorada imagen pública de los políticos que apuntan todas las encuestas y las imágenes que sus señorías «regalan» a menudo a fotógrafos y cámaras de televisión ha hecho saltar la alarma en los grupos políticos. Tanto PSOE como PP se muestran ahora dispuestos a adoptar medidas para que se visualice que los diputados también trabajan en enero y julio. Buscan soluciones compartidas porque, dice el socialista Alonso, «además de hacerlo hay que parecerlo». «Ojalá este asunto estuviera ya resuelto», apostilló la popular Soraya Saénz de Santamaría, quien ya planteó hace un año la necesidad urgente de reformar lo que hubiera que reformar.
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