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Refiriéndose a las elecciones autonómicas vascas del pasado 1 de marzo, hubo quien dijo que la banda terrorista «quería que el Partido Nacionalista Vasco perdiera esas elecciones» y quien añadió que «era mejor que las ganara el PNV y no los socialistas, porque más valía lo malo conocido que lo bueno por conocer».
Lo bueno por conocer era un lehendakari que hablara de libertad, y esta Euskadi, que ya no necesita que un grupo de profesores o periodistas o poetas la convoque a una manifestación en la que ondeen las banderas constitucionales por el asesinato de un policía nacional, porque ya se ha adelantado a hacerlo Patxi López y ha sido capaz de llenar, contra todo pronóstico, las calles de Bilbao un sábado caluroso del mes de junio en el que mucha gente había planeado irse al campo o a la playa, pero cambió de idea porque su Gobierno supo movilizarla.
Malignas equidistancias
Lo bueno por conocer era un lehendakari que toma la iniciativa; que dice las palabras que debe decirles a la viuda de un asesinado por los terroristas y a sus hijos; que no les turba con mezquinas omisiones y malignas equidistancias; que recibe a los Príncipes de Asturias dos veces en tres días y anuncia que las víctimas hablarán a los niños en las ikastolas.
Esto era lo bueno por conocer y yo me alegro de haberlo conocido y de haber votado un 1 de marzo para que fuera posible.
Iñaki Ezkerra (publicado en La Razón)
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