(ABC).- El presidente Revilla ha desvelado hoy en Punto Radio que, además de anchoas, también le hizo llegar a Zapatero el debate de su sucesión. El socialista dijo que no abandonará el barco, un mensaje reafirmado por De la Vega en el Congreso: el Gobierno actual agotará la legislatura «pese al calentón electoral del PP»
El taxi y el taxista, las anchoas del Cantábrico y el buen tono que se gastan el presidente cántabro y el estatal se han mantenido como denominadores comunes en todos los encuentros que José Luis Rodríguez Zapatero ha brindado a Miguel Ángel Revilla en La Moncloa. Esta tónica se mantuvo el pasado lunes en la última de esas entrevistas, y como no podía faltar, el foco de atención siguiente han sido las palabras de Revilla.¿Qué pasó en el encuentro? Ayer, en una entrevista concedida a Radio Nacional (RNE), Revilla confesó que vio al presidente del Ejecutivo desmejorado físicamente, "más delgado" fueron sus palabras, quizás por las "pruebas de Selectividad" que tiene enfrente en pocos días: reforma laboral, la puesta en marcha del plan de recorte del déficit, la repercusión de la subida del IVA planificada para el próximo 1 de julio, el fantasma de la huelga general y, más allá, a mediados de julio, el Debate sobre el estado de la Nación.
Un mar de problemas que no impidieron que, según ha seguido relatando hoy el presidente cántabro en los micrófonos de la emisora Punto Radio, a la pregunta que le lanzó sobre si piensa tirar la toalla, su vecino leonés contestase: "Mírame a la cara. Yo aguanto hasta el final pase lo que pase. Ya no es una cuestión de partido o de que llegue a las elecciones tocadísimo o desprestigiado".
Para Zapatero, siempre según ha desvelado Revilla, es más una cuestión de no abandonar el barco en momentos tan críticos. Zapatero le trasladó que lo que ahora está en juego es España y que "la que está cayendo es tan gorda y la que puede caer es tan gorda" que no dejará su cargo para abrir paso a su sustitución en el PSOE y en el Ejecutivo.
Revilla ha vuelto a poner énfasis en el deterioro físico que apreció en el jefe del Ejecutivo, y ha reiterado su "confianza" depositada en Zapatero. Además, a prueba de lealtades, el cántabro le hizo llegar el lunes a Zapatero que espera una "solución positiva" para el tren de alta velocidad en la comunidad, pese al retraso de al menos un año aprobado para todas las obras públicas a propósito de los últimos recortes del Gobierno para sortear el elevado déficit. "A mí nunca me ha defraudado en las promesas que ha hecho para esta región", destacó ayer Revilla en RNE.
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