Frases para ciudadanos:

"Todos hemos nacido iguales, y los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenazados". (J.F. Kennedy).

"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

sábado, 9 de febrero de 2008

EL VOTO DE LOS REGIONALISTAS (PRC)

En estos días de precampaña electoral, se está debatiendo largo y tendido en Cantabria acerca de quién será el destinatario de los votos procedentes de los votantes regionalistas. No olvidemos que en las últimas elecciones autonómicas el PRC se convirtió en la segunda fuerza política de Cantabria. Y ahora, sus votantes, se encuentran sin una referencia clara, el propio presidente Revilla les deja libertad de voto, aunque él ha dicho que votará a ZP.

Así, podemos leer sus declaraciones al respecto, entre otras, dentro de una entrevista realizada por CANTABRIA LIBERAL:

Coral Malanda.- ¿Por qué el PRC no se presenta al Congreso cuando tiene todo a favor? ¿No existe otro candidato que reúna las condiciones necesarias para presentarse?

M.A.Revilla.-
El PRC cuenta con personas de valía extraordinaria y una capacidad más que probada para representar y defender los intereses de Cantabria en cualquier foro, incluidas por supuesto las Cortes Generales. La decisión de no concurrir a las elecciones generales no se debe por lo tanto a que no haya candidatos, que los hay, sino que responde a otras consideraciones relacionadas con la forma de concebir
nuestro espacio político.

El Comité Ejecutivo ha considerado que en este momento el Partido debe concentrar todas sus energías y circunscribir su representación a la región, porque así puede servir mejor a los intereses de los cántabros, que son siempre nuestra primera y máxima prioridad.

CM.- Muchos regionalistas manifiestan que se abstendrán si ningún miembro del PRC se presenta, ¿Qué opinión le merece esto?

M.A.R.-
Mi recomendación a los regionalistas y a todos los ciudadanos de Cantabria es que acudan a las urnas, que ejerzan su derecho a voto y participen de la grandeza del sistema democrático. En cuanto al sentido de ese voto, al no concurrir el PRC a las elecciones, nuestros militantes tienen libertad absoluta para elegir aquella opción que conforme a sus ideas pueda defender mejor los intereses de España y de Cantabria.

Bajo estas premisas, está claro que los votantes regionalistas, dado su importante número, pueden resultar claves a la hora de asignar los 5 diputados de Cantabria para la Cámara Baja. Y sobre todo, ahora, que tienen más opciones para votar, además de clásicas de siempre. En Cantabria se presentan 26 partidos políticos, de los cuales destacan entre otros, por su novedad, CIUDADANOS - PARTIDO DE LA CIUDADANIA. Nuestro partido, constituye una auténtica opción de centro izquierda, y sobre todo "no nacionalista", con grandes coincidencias ideológicas con el P.R.C. en los temas fundamentales. Es por ello que recomiendo encarecidamente a los votantes regionalistas que analicen, mediten, y reflexionen, a partir de la lectura de nuestro programa electoral, y de nuestro ideario, y decidan su voto en conciencia, pensando en CIUDADANOS como una opción política seria a considerar, al margen de los partidos clásicos (PP y PSOE).

Quiero también aprovechar este blog para traer a colación la polémica que se viene produciendo estos días, desde las filas populares y socialistas, tratando de atraer para sí los votos de los regionalistas, y de atacar al mismo tiempo al rival, acusándolo de "cunero". En este sentido, recojo el artículo de Victor Gijón (en Cantabria Confidencial), que transcribo a continuación:

Voto regionalista y 'cuneros'

(CANTABRIA CONFIDENCIAL)
Víctor GIJÓN

Al PP le preocupa el voto de los regionalistas. Eso es al menos lo que se deduce de sus declaraciones de esta semana, en las que, una vez más, viendo la paja ajeno e ignorando la viga en el propio, resucitaron también las críticas sobre la condición cunera de la candidata del PSOE, la ministra Elena Salgado. De lo que no hablaron para nada esta semana los populares fue de economía. Y es que con los datos de empleo de la EPA sobre la mesa hablar de la sima de pobreza en que nos encontramos, como ha venido repitiendo el PP, habría causado hilaridad general.

La política del PP es coger la primera noticia que pasa por delante para convertirla en ariete de campaña electoral. No importa sin ello se obliga un día a decir una cosa y al siguiente la contraria. E incluso a cambiar la orientación en el mismo día. Veamos, por ejemplo, su llamamiento a los regionalistas para que les voten. En la misma conferencia de Prensa en que el candidato del PP Martínez Sieso planteaba una expresa petición para que los votantes regionalistas le dieran su confianza, el presidente de la formación popular, Ignacio Diego, arremetía de nuevo contra el líder del PRC y presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla.

Practicar el discurso del policía bueno y malo requiere una cierta habilidad que no está en la mano de un pintor de brocha gorda como Diego o del melifluo ex presidente regional Sieso. Éste, que ahora reclama apoyos regionalistas, fue el mismo que como jefe del Ejecutivo regional dejó que su consejero de Economía, Juan José Fernández --el mismo que permite que una de sus empleadas en Mercasantander le robe en la cara--, organizara un presupuesto B para ser administrado por los consejeros del PP a espaldas de los miembros regionalistas del Gobierno. Para ponerse al día de las soflamas de Diego contra regionalistas y de su obsesión por Revilla les recomiendo escoger al azar cualquier ejemplar de periódico en la hemeroteca de los últimos cinco años.

Claro que Martínez Sieso está obligado a pedir el voto de los electores regionalistas. Y no para mejorar posiciones, sino para no perder las elecciones. Hace cuatro años un buen número de electores regionalistas optó todavía por apoyar al partido con el que su formación política había gobernando los últimos ocho años. Por ello, el PSOE, con más votos que en todas las elecciones generales anteriores, incluidas las de la mayoría absoluta de 1982, y con un apoyo en porcentaje superior al alcanzado en 1989, 1993, 1996 y 2000, se quedó a 11 puntos del PP. La participación fue alta, del 77%, pero no superó a la registrada en otras confrontaciones electorales.

Entre las elecciones de 2000 y las de cuatro años después, el PP perdió cinco punto porcentuales y el PSOE ganó siete. En votos los populares mejoraron en un millar, mientras que el PSOE obtenía 38.000 sufragios más. Entre 1996 y 2000, los cuatro años en que el PP gobernó en buena sintonía con el PRC, los populares ganaron 15.000 votos. El PP necesita los votos regionalistas no para ganar sobrados --hace cuatro años el PP volvió al mismo porcentaje de votos que en 1996-- sino simplemente para ganar. Una participación superior al 80% del electorado y la pérdida por el PP de votos regionalistas, en línea con lo ocurrido en las elecciones de mayo pasado, provocaría un vuelco en el resultado, pasando de los seis escaños --tres al Congreso y otros tantos al Senado-- a dos diputados y un senador.

Ante ese panorama se entienden los esfuerzos del diario conservador (DM) por resaltar durante semanas las posturas minoritarias en el seno del PRC que defendían presentarse a las elecciones. Explica el ocultamiento de la declaración pública de Revilla que, tras dejar en libertad de voto a militantes y electores regionalistas, anunció que él personalmente votaría socialista porque lo mejor para Cantabria es que repita Zapatero en La Moncloa. Y explica, también, el ‘error’ en un titular reciente, concretamente en la información en que hacía referencia al debate sobre el voto regionalista entre PRC y PP, donde las siglas de los populares fueron sustituidas por las del PSOE. Una ‘errata’ que todavía no ha corregido.

En cuando al discurso anti cunero el PP debería hacer acto de contrición antes de acusar. Es evidente que la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, no es nacida en Cantabria, aunque si tiene casa y veranea en Comillas. Pero no es meno cierto que otros candidatos muy cántabros, ni tienen casa ni veranean en su tierra. ¿Quién de ellos conoce mejor la realidad regional? Las acusaciones por no ser nacido en… fue el eje de la campaña que en 1979 lanzó Juan Hormaechea, maestro de demagógos, contra el entonces candidato del PSOE, Jesús Cabezón, nacido el Palencia. ¿Alguien se atrevería ahora a negar su derecho de cántabro al actual portavoz municipal socialista?

El debate es irrelevante toda vez que a los candidatos en unas elecciones nacionales se les juzga no por el programa que defienden –que en todos los casos se hace en Madrid y a la medida del líder nacional-- sino por su compromiso para defender, en el marco del interés general, las demandas regionales ante el Gobierno central. Y para ello dónde se ha nacido resulta lo de menos. Lo importante es la voluntad política y el compromiso asumido.

De momento, y si hablamos de presencia, Elena Salgado, a pesar de sus ocupaciones como ministra, ya tienen programados numerosos actos, presencias y reuniones en al región. ¿Cuántas están previstas para José María Lasalle, el número dos de la candidatura del PP por Cantabria, madrileño, residente en Madrid, con trabajo en Madrid, asesor de Rajoy y al que en Cantabria sólo conocemos por sus artículos en el DM? ¿Podría facilitar el PP el número y contenido de las iniciativas parlamentarias del diputado Lasalle en los cuatro años que lleva de diputado por Cantabria? ¿Y las de Ana Madrazo, que sí es cántabra pero cuya actividad más conocida no es como diputada al Congreso sino por reclamar un despacho en el Ayuntamiento de Cabezón de donde quiso ser alcaldesa y se quedó en concejal de la oposición?

Claro que para pedazo de parlamentario cunero, el cabeza de lista del PP en el Senado, Luís Bárcenas. Elegido hace cuatro años junto a Gonzalo Piñeiro, que repite, y Alberto Terán, que lo deja por voluntad propia y es sustituido por Encarnación Salmón, Bárcenas ni ha pisado Cantabria, ni se conoce intervención alguna suya en defensa de la tierra que le dio los votos para cobrar sueldo de senador. Se supone que no le debe quedar mucho tiempo después de ganarse otro sueldo como gerente del PP nacional, miembro por tanto del aparato de Génova, sin vinculación, relación y actividad alguna relacionada con Cantabria. Con esos mimbres poner el ojo critico en la cunera Salgado es de una hipocresía que insulta la inteligencia de los cántabros.

Pero en el PP la doble vara de medir se ha convertido en dogma de fe. También el oportunismo más demagógico. Si hoy aparece un dato económico malo, España y Cantabria se hunden. Si el dato es bueno, se habla de otra cosa. La autovía a la Meseta no se acabaría nunca, decían en el PP, pero ahora piden paso para acudir a la no-inauguración que el Gobierno ha organizado sin fasto alguno para que comience a funcionar. Sin cintas que cortar ni traviesas de vías inexistentes que mojar con champán, como se hacia en tiempos de Álvarez Cascos, el reaparecido.

Los datos de empleo de esta semana, ofrecido por la vicepresidenta Lola Gorostiaga, reflejan un espectacular avance con la cifra de parados más baja de la historia: un 4,63% y sólo 12.800 cántabros sin empleo. La economía, en su pequeños números, en lo que toca a las personas, no parece que vaya a ser, por tanto, el escenario en el que los populares cántabros para desarrollarán su campaña. No les favorece. Pero si debería ser el debate a proponer por el PSOE. Y no porque las cifras avalen una situación inmejorable, que también, sino porque, en definitiva, lo que les interesa a los votantes es como los políticos pueden hacer mejor su vida.

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