Frases para ciudadanos:

"Todos hemos nacido iguales, y los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenazados". (J.F. Kennedy).

"Nada hay más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". (Victor Hugo)

sábado, 29 de marzo de 2008

PELIGRO: COCIDO EXPLOSIVO

Tras la resaca post-electoral, toca de nuevo ponerse manos a la obra, y trabajar juntos para lograr que los ciudadanos españoles seamos cada día más libres, dentro de una sociedad más justa, solidaria y equitativa.

Ante todo, necesitamos serenidad y calma, para que las "tensiones" acumuladas en la última legislatura zapateril no nos afecten, y podamos mantener la mente despejada y las ideas claras. Es preciso que nos serenemos, y volvamos a nuestra vida habitual, pero manteniéndonos siempre dispuestos a contribuir a la mejora de nuestra sociedad, escuchando y atendiendo a las necesidades de los ciudadanos.

Resulta preocupante la psicosis colectiva que tenemos "metida en el cuerpo". Como ejemplo ilustrativo, copio a continuación una noticia aparecida ayer en EL DIARIO MONTAÑES

SUCESOS
El cocido 'bomba'
La Policía acordona una calle de Madrid donde un vecino de Torrelavega aparcó el coche dejando a la vista una cazuela, varios cables y un móvil


NACHO GONZÁLEZ UCELAY

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía acordonaron el domingo una calle de Madrid al confundir con una bomba la cazuela en la que un vecino de Torrelavega guardaba el cocido montañés que le había preparado su madre. Claro que la confusión tiene su aquel. Y más en estos tiempos. No está el horno para bollos ni el fogón para cocidos.

Torrelaveguense, de 27 años, obrero del cine (monta decorados) y residente en la capital, Pedro llegó a Madrid tras disfrutar de la Semana Santa junto a su familia y dispuesto a encarar una semana, esta, cargada de actividades. Entre ellas, una relacionada con el 'atrezzo' de la película que el puertorriqueño Benicio del Toro rueda actualmente: 'Guerrilla'. Encarna al Ché.

Camino de casa, el joven decidió parar en la de una amiga, que vive en pleno centro de Madrid. Cuando llegó, estacionó el coche -un Volkswagen Golf que está a nombre de su padre- se bajó y se marchó andando. El 'atentado' iba a comenzar.

Dudando de si había cerrado el coche, Pedro regresó al turismo, miró a través de una ventanilla, se cercioró de que los seguros estaban echados y se volvió a marchar -ahora a la carrera- dejando atrás su aspecto, un poco desarreglado, su prisa, un mucho sospechosa, y un vehículo con matrícula de Santander en el que asomaban un misterioso recipiente tapado (la cazuela con el cocido), cables (la instalación de los altavoces) y un móvil (el suyo). La cazuela sobre los cables, en el maletero, y el móvil, pantalla arriba, en el asiento del copiloto. Todo colocado. Y todo visible.
Y claro, al señor que pasaba por allí, todo esto le pareció muy raro. Un tío desarreglado y con barbas que sale corriendo de un coche (que, la verdad, sólo le faltó llevar un cartel de ETA en la espalda), un coche del norte que esconde ollas, cables y móviles... Muy Raro. Y llamó al 091.

Un cocido montañés

Dando crédito a aquella llamada, el Cuerpo Nacional de Policía movilizó a numerosas patrullas hasta el lugar, donde los expertos se pusieron a trabajar inmediatamente después de que la zona fuera acordonada.

Y cuanto más trabajaron, más se empeoraron las cosas.

La Policía revisó el vehículo, se percató de que, efectivamente, en el maletero había un recipiente con cables, y se lo tomó en serio. Y más en serio que se lo tomó cuando revisó la grabación de una cámara de vigilancia de un edificio cercano y vio a un tío corriendo por la calle.

Con los nervios ya a flor de piel, los agentes lograron contactar con el dueño del coche (que no era el que vieron abandonar el vehículo) para saber si se lo habían robado. Fue entonces cuando la madre de Pedro, alucinada al oír que en su coche podría haber una bomba, se dio cuenta de lo que sucedía e intentó tranquilizar a los agentes y deshacer este enredo llamando al chico al móvil.
Y como todo es susceptible de empeorar, pues ahí va el remate. Con toda su buena intención, la madre del chaval llamó a su hijo y en el coche empezó a iluminarse un teléfono poniendo los pelos de punta a los policías, que llegaron a pensar que la bomba supuesta se estaba activando.

A punto estaban los artificieros de 'achicharrarle' el cocido cuando Pedro, a quien localizaron a través del móvil de la amiga a la que había ido a ver en esa calle, se apareció por allí para explicar lo que guardaba en el recipiente con la risa contenida.


Lo que no sabían los artificieros es que la forma que tiene el cocido de explosionar es vía flatulencias y ventosidades anales. Muy peligroso, sí, pero de baja intensidad.

Como dice el refrán, "mientras unos crían la fama, otros cardan la lana". Hace poco también aparecía otra noticia, en la que nos muestra en cambio una receta que sí funciona. Es el DIARIO VASCO quien la publica, aunque espero que los jóvenes "kaleborrokos" no estén ya pidiendo la receta de la masa a sus colegas chilenos, tras el fracaso del "cocido explosivo". La copio a continuación:

GENTE
Receta de churros explosivos
15.03.08 -

La mezcla sugerida por una revista femenina resultó ser una pasta que reventaba al ser frita
El diariochileno La Tercera -uno de los más populares del país- ha sido condenado a pagar una indemnización de poco más de 163 mil euros (110 millones de pesos chilenos) a 14 lectores que resultaron heridos al preparar churros con una receta publicada por el matutino y que contenía errores en las cantidades de los ingredientes.
El 25 de julio de 2004, el periódico, propiedad del grupo Consorcio Periodístico de Chile (Copesa), publicó en su revista Mujer una receta que, al ser llevada a la práctica por sus lectores, causó la explosión de los churros y provocó graves heridas en la cara, brazos y tórax a 14 de sus lectores, quienes, tras ponerse de acuerdo y comprobar la gravedad de las lesiones, demandaron a la compañía. El proceso fue mucho más largo de lo esperado. Ahora, tras cuatro años de investigación judicial, la jueza Ximena Díaz, del 17 Juzgado Civil de Santiago de Chile, ha condenado a Copesa a pagar la indemnización por los daños causados a catorce personas.
Para la jueza, hubo «daño moral» contra los heridos debido al error en la cantidad de ingredientes sugeridos y a que la empresa no habría tomado las precauciones necesarias antes de publicar la receta comprobando lo que podía pasar.

Eso es todo por ahora, cuidado con las comidas pesadas. Lo mejor para ayudar a digerirlas, y que no explote nada, es un buen chupito de orujo (por supuesto, de Liébana).

1 comentario:

La Gata Sin Botas dijo...

Jajajaja... ¡¡¡Pobrecito el de Torrelavega!!! Pasó de hacer decorados a protagonizar su propia película de acción. En fin...
Bromas aparte, desde mi "exilio" voluntario (hace 4 años que resido fuera de España, concretamente en Chile, República del Churro-Bomba) me da bastante pena ver el miedo palpable que se vive en mi patria. Yo que soy santanderina tengo clarísimo que el cocido, a su manera, es "explosivo", pero de ahí a considerarlo elemento terrorista hay un trecho.
En lo que se refiere a recetas que explotan, desde luego, aquí en mi nuevo país de residencia con sus churros son mucho más eficientes ;-) (la noticia, por desgracia, era totalmente verídica, por cierto).
A este paso, el próximo indicio de atentado podría ser perfectamente una quesada pasada de fecha, es decir, radiactiva, abandonada en cualquier basurero junto a una batería rota y un mando a distancia. Como si lo viera...