A falta de anchoas, buenos son los productos de Campoo

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Revilla dice que no regaló anchoas al Rey porque la propaganda hecha por Barberá ha dejado a Cantabria "sin existencias"

MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS)

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó hoy que no ha regalado anchoas al Rey en su visita de esta semana a Reinosa porque, ironizó, la propaganda realizada por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha hecho que la comunidad se quede "sin existencias".

Revilla se pronunció así en una entrevista concedida a Telecinco, recogida por Europa Press, y en donde comentó que en esta ocasión y con motivo de la romería del día de San Cipriano regaló al Rey unas "alpargatas tradicionales de las zonas rurales de Cantabria".

"La propaganda que nos ha hecho desde Valencia ha originado tal masiva llamada de gente pidiendo anchoas que nos hemos quedado de momento sin existencias", indicó para comentar que, por un "motivo bien justificado", por primera vez en 40 años no pudo subir a la romería por lo que recibió al Rey con "alpargatas, con una vara y con el uniforme de romero".

Revilla: "Hoy no hay anchoas, hoy productos de Campoo"

El comentario de Revilla ha provocado la risa de Don Juan Carlos y Doña Sofía durante el acto de inauguración oficial del curso escolar que se ha celebrado en el instituto Montesclaros

16-09-09. (Diario Montañés).- El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha trasladado hoy a los Reyes la "alegría" de todos los cántabros por su nueva visita a la región, y ha desvelado que hoy, como regalo institucional, no han recibido anchoas, sino productos campurrianos y unas albarcas.

El comentario de Revilla ha provocado la risa de Don Juan Carlos y Doña Sofía durante el acto de inauguración oficial del curso escolar que se ha celebrado en el instituto Montesclaros, de Reinosa.

Revilla ha dicho, en su intervención en este acto, que, además de los productos artesanales de Campoo -pantortillas y hojaldres de Reinosa-, el Rey regresa a Madrid con unas albarcas (zapatos de madera) y una vara de avellano, un blusón y un pañuelo, atavíos de la fiesta de Cohicillos de Cartes, a la que hoy el presidente regional ha faltado por primera vez en años.

Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, Revilla ha explicado que ha calzado personalmente las albarcas al Rey y unos escarpines (calcetines) y ha ironizado sobre la altura que le separa de Don Juan Carlos, al afirmar que se ha arrepentido de haberle puesto este zapato tradicional porque a su lado "parecía un pigmeo".

Revilla ha señalado que la presencia de los Reyes en Cantabria no va a ser la última en este año, ya que Don Juan Carlos y Doña Sofía tienen previsto acudir, el próximo 27 de octubre, a la entrega en Santander de los premios nacionales de las Bellas Artes.

El presidente regional ha trasladado a Don Juan Carlos y Doña Sofía el cariño que él siente por ellos, pero también el de toda Cantabria, y ha asegurado que en esta comunidad autónoma existe "unanimidad absoluta" de apoyo a los Reyes.

Y, por ello, ha asegurado que los cántabros les reciben "como vecinos y amigos, como si fueran de casa".

De hecho, a la llegada de los Reyes a Reinosa, la Reina y Revilla se han acercado a las miles de personas que estaban esperando a la salida de los colegios, donde hoy se ha inaugurado el curso escolar, para saludar a varios ciudadanos.

Posteriormente, dentro del colegio público Alto Ebro, los Reyes y el presidente de Cantabria han estado durante más de diez minutos saludando, hablando y dando besos a los niños, de 5 a 11 años, que esperaban en el gimnasio del centro escolar a saludar a Don Juan Carlos y Doña Sofía.

Estos niños han entregado a los Reyes unos libros con dibujos y comentarios hechos por ellos mismos con pinturas de colores y con plastilina.

Tras el vino español que se ha celebrado después del acto de inauguración del curso escolar, y cuando los Reyes se dirigían a los coches oficiales, varios ciudadanos han gritado vivas a Don Juan Carlos y Doña Sofía, que se han acercado para saludar a los cientos de ciudadanos que durante más de dos horas han estado esperando en el exterior del instituto Montesclaros para verles.