El diccionario de la Real Academia Española se resiste, el muy facha, a incorporar las ocurrencias
La última «patada» al diccionario de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído fue hace un par de días, cuando en su afán de feminizar el lenguaje, se inventó el verbo inferiorizar, durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Senado, cuando afirmó que las mujeres siguen estando “inferiorizadas”.
Más intencionalidad tiene la pretensión del llamado comité de Ética de Andalucía, presidido por la consejera de Salud, María Jesús Montero (PSOE), que quiere también cambiar la definición de eutanasia que aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) por “altamente imprecisa”.
La definición que da la RAE sobre eutanasia es esta: “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”. Y lo que propone el comité andaluz es que se altere la definición del término para que se refiera exclusivamente a “las actuaciones que producen la muerte de los pacientes de forma directa mediante una relación causa-efecto única e inmediata”. La inyección letal, por ejemplo.
El comité quiere también que la definición aluda a otros tres requisitos. El primero: “Que las actuaciones se realicen a petición expresa del paciente, reiterada en el tiempo, e informada”. El segundo: que se lleve a cabo “en un contexto de sufrimiento, entendido como “dolor total”, debido a una enfermedad incurable que el paciente experimenta como inaceptable y que no ha podido ser mitigada por otros medios, por ejemplo mediante cuidados paliativos”. Y el tercero: que se lleve a cabo “por profesionales sanitarios que conocen a los pacientes y mantienen con ellos una relación clínica significativa”.
La pretensión coincide con la elaboración de un primer borrador sobre la futura ley andaluza de muerte digna, que entrará en vigor el año próximo. Alguien debería informar a los miembros y miembras de este sesudo comité socialista que el diccionario de la R.A.E. no es un Código de leyes, y mucho menos puede ponerse al servicio de las concepciones políticas de nadie, prostituyendo su función exclusivamente lingüística .
Para enciclopedia con funciones de ingeniería social, la soviética, 65 volúmenes, con artículos, entradas, definiciones y fotografías de quita y pon a gusto del tirano comunista de turno. La R.A.E. esta para cosas más serias.
NOTA: No se pierdan el siguiente capítulo lingüístico. Mañana más.
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